De un encargo para poner música a una instalación del artista David Bestué, el dueto Hidrogenesse ha piublicado el pasado 20 de octubre un nuevo material sónico a través de su sello Astrohúngaro: “Este disco bien curioso que se fija en historias sobre las que normalmente nadie canta: residuos tóxicos, vengadores anarquistas, barrios en transformación, muertes accidentales causadas por ornamentos modernistas, okupas disfrazados, turistas y autoridades”. según sus propias palabras sobre Ciutat de Sorra, como se llama el disco.
El disco, consiste en una pieza de arty-pop de una sola pieza dividida en 10 tracks que conforman una unidad, muy en sincronía con el mencionado despliegue de Ciutat de Sorra del artista oriundo de Barcelona, David Bestué, montaje que estuvo exhibido hasta el 22 de octubre en el Centre D’Art Contemporani Fabra i Coats de Barcelona (si andas por tierras de Gaudí…ya te la perdiste)
Apelar al retro-futurismo sería un lugar común, ya que Carlos Ballesteros y Genís Segarra más bien presentan una fotografía sonora en tiempo presente, de una obra que parece suspendida en el tiempo pero que, dado lo reciclado de los tiempos, parece que que fue concebida inspirada por la distopía. Y sí, es atípico que en el mundo del pop, unos artistas se atrevan a sacar un decena de canciones y que todas lleven el mismo estribillo. el mismo estribillo:
“Ciudad de arena que todo lo tritura en su corazón hay una muela de molino que rueda y muele y produce arena”.
Pero después de todo, este dueto se asume como “una dupla de compositores de canciones pop populistas, productores de mantras romántico-sexuales, autores de llenapistas situacionistas, intérpretes del género místico-cómico”, así, que es lo menos que podríamos esperar de unos tipos que cantaban frases como: “La música no lo es todo, un descubrimiento imperceptible”.