La Texana, el nombre que Josué Ramírez utiliza para mezclar el rock pop y el dark con el folklore de Tijuana, lo que da como resultado un original sonido que retoma el momento en que se quedó el rock mexicano, el eslabón perdido entre Caifanes, Fobia y la brecha que formó con las nuevas bandas que volvieron a cantar en inglés como en el México pre-Rock en tu idioma. El sencillo “Terco” es la primera entrega de lo que será su primer álbum editado en conjunto con el sello español Sonido Muchacho: un LP titulado “la casa que cae” con fecha de lanzamiento a principios del 2025. Platicamos con el artista, quien usa una playera de The Cure para la ocasión.
¿De dónde viene el bautizar a la banda como La Texana?
La idea fue darle un sello de “hecho en México”, hecho en Tijuana sobre todo.
En Tijuana confluyen todos esos géneros entre sí: música mexicana, sonidos norteños. La mezcla ya había sucedido con Nortec, pero no con el post-punk
Sí, mi idea era hacer un proyecto que sonara como un grupo, que simulara ser una banda, con la influencia de Depresión Sonora en ese entonces. El post-punk tenía mucho foco, es un género muy interesante. Al inicio quería hacer algo muy frío, arraigado al sonido sovíetico y poco a poco empezar a meter ese sello regional.
¿En qúe sentido comenzaste con esa mezcla?
En mi manera de cantar, en la forma de escribir. Al final, son cosas con las que yo crecí y me parecía interesante darle una identidad así y la gente se fue permeando a eso.
Hace años esa incompatible el regional mexicano con el dark, ¿no?
Antes sí lo era. Cuando empecé con el proyecto yo estaba escuchando mucho regional mexicano, y lo sigo haciendo depende la temporada. El sierreño que es algo que identifica a Tijuana, siempre ha estado presente en mi vida, por esa manera dramática de cantar las cosas, hay mucho corazón en las letras que vienen desde el alma.
Pero tus letras tienen que ver con el post-punk, o sea, no hablas de andar en trocas pisteando…
Sí, mis letras son más emocionales y tocando temas un poco densos. Desde pequeño mi onda era más introspectiva, y ni si quiera lo sabía, pero me gustaba The Cure desde morro. Es de mi bandas favoritas de todos los tiempos y me llamaba la atención que sus letras eran bien sensibles, pero que también tenía rítmos que no eran necesariamente tristes, sino candenciosos, cosa que siempre he intentado meter en mi música.
Esa parte de fusionar géneros, ¿ha sido complicada?
Ha sido muy natural. En el disco creo que solo tengo una canción con acordeón. Tampoco es algo que tenga que hacer siempre, fue un guiño a lo que estaba haciendo en el primer año que estaba sacando sencillos. Pero he estado buscando elementos no necesariamente de regional mexicano, que identifiquen a México, que nos recuerden a ese rock latino de los años 80. Creo que la música latina de esos años era muy new wave.
¿Cómo qué grupos de esa época te han influenciado?
Soda Stereo, Caifanes, Vilma Palma… un montón. Incluso los sonidos de bandas como Los Toreros Muertos. Es algo que he intentado meter, la idea es modernizarlo y espero convertirlo un poco en algo más comercial. igualmente disco como el Memo Rex Commander de Zoé, discos que son nueva era pero que recuerdan al rock de los 80.
¿Y si pudieras hacer una colaboración con Peso Pluma o con León Lárregui, a quién eligirías?
Creo que con León. Aunque los dos en la misma canción, ¿por qué no?
Esta canción de “Terco” es muy pop
Completamente y fue accidental, yo no pensaba que sería el primer sencillo, y todo mundo me decía que tendría que serlo. Para mí fue un buen sello de presentación y un homenaje a ese rock que no había tenido oportunidad de presentar.
¿Qué caja de rítmos usaste en el single?
Fue una RT-707 con una cosa más. Siempre parto de esa drum box de Roland, siempre pensado con algo beatmaker más que de banda, aunque en vivo sí tengo una banda, aunque no batería, en eso estamos.
¿Que canción del rock mexicano te ha influenciado más?
“Te estoy mirando” de Caifanes, de hecho hay una canción que hice que está muy influenciada por esa canción.
