Hace tiempo que el desencanto permea el mundo del rock (y pop y agregados…de la música urbana, pues realmente consciencia social nunca se ha esperado). Los viejos adagios parecen olvidados en el mismo cajón que los vinilos de “Give Peace a Change” y sustituidos por el bling bling. Sin embargo, siempre hay una coyuntura en la cual las voces que quieren cambiar al mundo —o al menos enviar un mensaje—, se alzan entre la bruma.
Ahora, en el momento complicado que vive el mundo y que, tristemente nos hemos acostumbrado a ver como si la guerra fuera un reel de TikTok, el mítico artista argentino León Gieco ha grabado una nueva versión muy emotiva y muy ad hoc —demasiado— con los tiempos bélicos que no dejan de correr en Medio Oriente. “Sólo le pido a Dios” adquiere nuevos significantes aunque la connotación permanezca impoluta.
León Gieco lanzó este emblemático tema en 1978 y desde su publicación, se convirtió en un himno y en una de las canciones más importantes de Argentina. El tema en cuestión, es una oda la paz con una letra que no envejece. Ahora, cuando el 2023 agoniza, Gieco re-grabó la canción con una dedicatoria mediadora a la distancia, para aportar una plegaria y que la guerra actual entre Palestina e Israel, termine de una vez.
“La versión fue grabada en una mezquita en el barrio porteño de Colegiales, e incluye la participación de Gastón Saied, que cantó en hebreo en representación de la comunidad judía, y de Nuri Nardelli, de la orden sufí Al-Herrahi, que la interpretó en árabe“, reza el comunicado de prensa sobre este lanzamiento incluyente. La invitación a Gieco para revistar su icónico tema, vino por parte del Ensamble Alma sufí, dirigido por Sami Sebastián, y la idea partió de un sincretismo pacifista.
“«Sólo le pido a Dios» es un pedido por la paz, que está bastante maltratada, ahora y desde hace mucho tiempo”, explica León Gieco.“Nosotros hacemos estas cosas porque tenemos la posibilidad de hacerlas. Porque mucha gente -un taxista, un albañil, un carpintero- puede sentir la misma impotencia al ver los horrores de la guerra y no poder hacer nada”
“Nosotros algo hacemos, aunque sabemos que esto no va a cambiar absolutamente nada, porque la guerra habla otro idioma. Pero respecto a esa impotencia, cantar esta canción por la paz en hebreo, en árabe y en castellano, me parece que, justamente en este momento. tiene una razón de ser”, reveló el mismo artista sobre la canción, consciente de que una canción no va a detener el sangriendo conflícto, pero sí hacernos reflexionar.
“La convocatoria para venir acá a elevar un canto y una melodía por la paz me sorprendió gratamente”, cuenta Gastón Saied, uno de los cantantes más representativos de la comunidad judía en la Argentina. “Quizás es cierto que desde nuestro lugar como músicos es difícil poder hacer algo concreto, pero también es cierto que a veces la música trasciende algunas barreras físicas. Yo tomé la invitación como una bienvenida, y al poder participar con estos músicos increíbles en este entrecruzamiento de religiones, creo que el pedido por la paz tiene un peso aún mayor”.
La nueva versión, producida por un combo que personalidades, incluye a Sami Sebastián, director del Ensamble Alma sufí, junto León Gieco, los periodistas Cicco (Abdul Wakil) y Humphrey Inzillo, y Yemal Mamprelian, referente de la Tekkia sufí Halveti-Yerrahi.
Sin duda, un emotivo y certero lanzamiento que pone el dedo en la llaga, pero lo hace con música y con una letra que mantiene vigentes los ideales de paz mundial y que apela a que abramos los ojos, que dejemos de ser indiferentes, simplemente porque ese futuro del que nos advierte Gieco, parece que nos ha alcanzado finalmente.
