Foto: Portada “Electronauta”. Cortesía Juana la Loca
En 1991, el auto-bautizado como “el primer grupo sónico de la Argentina”, lanzaron a través del sello independiente de Daniel Melero, un cassette llamado Autoejecución. Ese fue el inicio de la historia que continuó con la edición de su primer disco, lanzado a finales de 1993, justo en el contexto del álbum Dynamo de Soda Stereo y de la movida shoegaze en el mundo.
Electronauta, la primera placa de la agrupación que comenzara sus andadas más en una onda post-punk (la primera maqueta es más que elocuente en ese sentido) emigró a noise-rock y power-pop con toques del referido shoegaze. Juana la Loca se conformó por Rodrigo Martín, Roberto Pasquale y Aitor Graña en 1988,
Con la salida de Electronauta, Juana la Loca comenzó inició la Gira Caníbal junto a la banda Los Brujos (de quienes apenas revelamos que fueron inspiración para Nirvana), que los llevó por doce ciudades del interior de la Argentina y además, fueron convocados por Soda para que les abrieran un fecha.
El encanto de Juana la Loca y este primer disco que cumplió tres décadas de vida recientemente, es su capacidad para generar melodías completamente pop sobre capas de ruido a la My Bloody Valentine. Las letras eran otro viaje, desde la travesia suicida de la mencionada “Autoejecución”, al inicio de “A la puerta del sol” con sus referencias oníricas, quizás ninguna banda hispanoparlante ha logrado llegar a esos niveles de noise-feedback con melodías tan reconocibles (ni siquiera los españoles Triángulo de Amor Bizarro lo han hecho a esos niveles tan solventes).
“Mercurio” con su sonido rítmico a la Stone Roses, pero con más capas sónicas que los británicos, igual es otro tema que transporta y crea ambientes a los que mucho le deben que Daniel Melero en su etapa post-Colores Santos estuvo involucrado nuevamente en la producción, lo cual se nota también en “Pensando como langosta”, otro track que agrega calidad sónica a un disco sónico.
“Periquito Gomaespuma”, tema instrumental que cierra el disco es otra canción atmósferica que los amantes de los pedales distor y delay amarán con toda el alma.
Además, gracias al pequeño suceso que fue el disco, en 1994, Juana la Loca fueron teloneros de Depeche Mode una de sus visitas a tierras gauchas.
Hoy, la banda celebra 30 años de su primer disco, en buena forma, y hasta están preparando un nuevo disco.
