Danza Invisible: Sus 10 mejores y más importantes canciones

Enlistamos 10 de los temas más importantes de la banda española Danza Invisible.

Danza Invisible: Sus 10 mejores y más importantes canciones: Danza Invisible es (porque aún no se han retirado) una de las bandas más importantes del rock español. Su historia, que se remite a los años 80, ha dejado grandes discos y algunos de los momentos más esplendorosos de la historia del pop, además del legado de canciones hoy clásica construidas con la voz de Javier Ojeda. Hoy, enlistamos 10 de sus temas más importantes.

Al amanecer

Uno de los inicios más brillantes. La canción, incluída en el disco Contacto Interior del ’83 tiene momentos muy ad hoc a esa época, con influencias lo mismo de los primeros U2 que de The Police. El tema habla de la esperanza y el amor como antídoto para la tristeza. El estribillo dice, muy elocuentemente: “En tu poder está la solución / Si tú amarás / Al amanecer”.

El ángel caído

Alguien me dijo una vez que ésta era la mejor canción española de los años 80. No lo sé (los fans de “La estatua del jardón botánico”, “La chica de ayer” o “Selector de frecuencias” diferirían), pero lo cierto es que el nivel musical del grupo en este registro, aún instalado en el post-punk, sin duda los ubica en el podio. La letra, al parecer inspirada en el libro de John Milton, “El Paraíso Perdido”, relata una especie de reclamo hacia un ser divino, de parte de un ángel caído que ya no tiene la esperanza de volver a ver a su Creador. La canción está inclúida en Maratón, el cuarto disco del grupo, publicado en 1985.

Ecos

La palabra “eco” era un cliché del dark ochentero y Danza Invisible lo exprime en esta canción que suena a los The Cure de 17 Seconds. La canción proviene de su sus primeros trabajos de 1983 y encaja en ese new wave gabardinas largas y letras melancólicas. La versión en vivo es más cruda y en élla, aún vibran los (literal) ecos del rock de fines de los 70, recién llegados a un Movida Española de la que este grupo siempre renegó (decían por ejemplo, que “Otra dimensión” de Alaska y los Pegaomides era una copia de “Boy’s don´t cry” de los mencionados The Cure).

Sabor de amor

Su público new wave se vio de repente relegado a un rincón, ya que éste, su primer hit, los colocó en la misma galería de las bandas más pop del momento. Como dice el diario El País en una crónica de su regreso a los escenarios después de 40 años: “El número de veces que han cantado su gran éxito desde entonces no cabe en un Excel”. La letra, un poco naive: “Comerte sería un placer; besarte es como comer palomitas de maíz”, sin duda garantizaba que la canción fuera un hito juvenil (auque el cantante de la banda confesó años después que la letra, efectivamente era en sentido sexual). El track fue lanzado en 1988 en el disco A tu alcance.

Naturaleza Muerta

La banda encara los 90 en vez de grunge, con reggae-pop y sintetizadores que sonaban al lado light de época que les tocó vivir. Además, se atreven a incluir un rap castizo con tintes de flamenco (impensable en sus primeras canciones dark). “Ay qué dolor” dice la letra de romances extraños y sonido latino ligero, alejado del intelectualismo de Radio Futura. Pop en estado puro cuyo único delito en 2024 sería sonar demasiado a esos noventas de revista de moda. La canción está incluida en su disco Catalina de 1990.

Sin Aliento

No podría faltar su canción más emblemática. “Sin Aliento” suena los Simple Minds más elegantes y cuenta con una lírica inusual en el pop español que muchas veces recurría al humor en vez de profundizar en las letras (caso excepcional, La Dama se Esconde). Como dato extra, en este tama lanzado en 1998 en su disco Música de Contrabando, participa la cantante Lisa Stanfield en los coros.

Tensión

Otra intensa canción llena de matices y líricas existencialistas en tono pop, donde las vocales destacan sobre una base de guitarras new wave. “Tensión” se publicó en 1989, aunque el tema es de su época inicial cuando ensayaban y pulían su sonido influenciado por el rock británico, en el sótano de un bar, y de cuando recién habían salido triunfantes de un concurso de bandas en su natal Torremolinos en 1981.

El jóven nostálgico

“El joven nostálgico ya había sido publicado en 1986, fantaseaba con la idea de recuperarlo porque su letra envolvía todo el concepto del disco”, relata Javier Ojeda, cantante de Danza Invisible en su blog. El musico se refiere al tema incluido en su aclamado álbum Música de Contrabando, el cual fue de los primeros en llegar a América con singles como éste, una canción sobre la tristeza y la pérdida de la juventud, que los acercaba de nueva cuenta al pop y los alejaba de sonido siniestro de su primera época.

El orden del mundo

En 1993 el grupo ya está instalado en el pop. Esta canción, con toques absolutos de reggae, cuenta como siempre, historias entrañables. El tema, abre un disco lleno de world-beat y algo de rock. A estas alturas, el grupo ya había dejado atrás las sombras y su música sofisticada y llena de arreglos de primer mundo los consolidaban más allá del rock.

El punto de partida

Unos Danza Invisible instalados en la madurez, graban una nueva colección de canciones de pop luminoso, y coincidiendo con su aniversario número 20, en el verano de 2001 aparece Efectos Personales. “Punto de partida! es es una de las canciones desperdigadas en un disco que resume la trayectoria del grupo (sin ser un Greatest hits), y que nos regresa al pop de finales de los 80, el momento más álgido (en el buen sentido) de la banda española.