Verdez habló sobre el álbum más reciente del trío y su enfoque en fusionar diferentes géneros musicales. Aunque su base es el rock, Nunca Jamás no tiene miedo de experimentar y colaborar con artistas de diversos estilos, como el rapero Charles Ans y la banda de cumbia La Brisa.
Durante la entrevista, explicaron la importancia de la interacción con el público durante sus shows en vivo, así como las diferencias entre el mercado mexicano y el estadounidense.
A pesar de tocar en lugares en Estados Unidos con una gran comunidad mexicana, han tenido que adaptar su show para conectar con audiencias que tienen diferentes experiencias y perspectivas culturales.
La banda continúa buscando nuevas formas de expresión artística y se encuentran emocionados por sus próximas colaboraciones y lanzamientos musicales. Su objetivo es seguir creando música que conecte con el público y trascienda fronteras estilísticas.
El próximo 09 de Junio estarán estrenando un bolero mariachi rock agropecuario con la artista urbana Yoss Bones, como antesala a su show el sábado 10 de junio, en el McArthur Park junto a Nortec: Bostich + Fussible, un evento presentado por La Banda Elástica que inaugura la temporada de conciertos de verano que presenta el Levitt Pavilion Los Angeles.
¿Cómo se dan ustedes permiso para hacer un disco que los muestra como una banda diferente, tanto en el look de la banda y las fusiones bien declaradas, como en “De una vez?
Es una canción que define mucho el concepto del grupo. Terminamos la gira de promoción del primer disco en 2007 y durante el año siguiente, estuvimos de gira por todo el noroeste de México y, obviamente, concluyendo con la gira nacional.
En 2008, nos mudamos al DF, a la Ciudad de México, y mientras estábamos allí, lanzamos un segundo y un tercer disco, ya con una disquera independiente. Lo digo rápidamente, pero fue un proceso de unos seis años.
Estando allí, reforzamos un poco la identidad sonorense y norteña. Siempre tratamos de homogeneizarnos con la escena local y estandarizar el acento y otras cosas. La gente nos identificaba por esa identidad y por lo que éramos, por nuestra personalidad individual.
Empezamos a incorporar la fusión en nuestros shows en vivo y en el vestuario. Pero no fue hasta nuestro cuarto disco que realmente cerramos ese ciclo, incorporando completamente esa fusión en las canciones, que era lo que nos faltaba.
“Venimos del desierto” es una canción muy especial que para los “norteños” tiene un gran significado, ¿no es así?
Sí, exactamente. Esa canción se convirtió en la favorita de la gente. Curiosamente, si revisas los comentarios en el video de YouTube, hay personas que dicen: “Soy de Nicaragua, pero me encantaría ser sonorense porque está increíble”, y la cantan y la sienten como si fueran sonorenses… y, obviamente, la gente sonorense.
Esa canción fue un grito de que la gente sonorense está muy orgullosa de su tierra. Antes de decir que son mexicanos, dicen que son sonorenses. Siempre surge esa añoranza de la comunidad sonorense con la que convivimos en la Ciudad de México. Nos dimos cuenta de que la identidad es muy importante y de la importancia de sentirnos orgullosos de nuestras raíces y de lo que somos.
Así que siempre escuchábamos a la gente del norte diciendo que su tierra era la mejor y todas esas cosas. Pero parecía que no levantaban esa bandera de una manera sólida, de decir: “Esto somos, esto es lo que somos y háganle como quieran”. Esa canción fue como un grito para levantar esa bandera y representarnos.
Esas dos canciones en particular, y “Demasiado Mexicano”, son las que tienen un mayor impacto en la gente, tanto en los norteños como en el resto de los mexicanos…
– Puede ser que sí. “Demasiado Mexicano” y “Venimos del desierto”, definitivamente. La tercera no estoy seguro, pero sin duda son canciones que identifican el concepto del grupo. Al final del día, venimos del desierto.
Esa canción (“Venimos del desierto”) no tiene nada de instrumentación “agropecuaria”, como decimos nosotros. No lleva acordeón, no lleva bajo sexto, no lleva tuba, no lleva ninguna instrumentación de banda. Es puro hard rock, y curiosamente es la que mejor ha funcionado. Para identificar a la banda, esas tres canciones son suficientes.
“Demasiado Mexicano”, ahora que estamos tocando en Estados Unidos, es una canción que la gente pide mucho.
Recientemente, hubo algunos shows de bandas emo con producciones muy elaboradas, con luces y todo controlado por laptops y secuencias. De repente, perdieron las laptops y no pudieron hacer el show porque la mitad del espectáculo dependía de ellas. ¿Cómo deciden ustedes qué elementos deben tener preparados para que el show sea lo que quieren ofrecer a la gente?
Hemos estado usando secuencias desde el principio, desde nuestros primeros shows. Como somos un grupo de tres personas: guitarra, bajo y batería, siempre tratamos de incluir arreglos en nuestros shows, al menos lo mínimo, como un panderito pregrabado. Pero no vamos a llevar a alguien en cada lugar con nosotros, pagándole hotel, comida, asiento, vuelo, todo eso.
Sería un gasto innecesario solo para tocar el pandero en el escenario. Así que desde hace mucho tiempo, hemos incorporado elementos de secuencia para lograr un show con estilo de baile, tipo grupero.
Ya veníamos con ese enfoque desde hace tiempo. Ahora, con todas las fusiones incorporadas en las canciones, le damos aún más uso a las secuencias. A muchas bandas las han criticado porque si se les descompone la computadora, suspenden la gira porque todo el show se basa en ella.
¿Cuáles son sus expectativas para esta nueva gira?
Normalmente, dentro del show, tenemos ciertas interacciones con la gente, como aplausos, gritos y que la gente cante partes de las canciones. Siempre hay algo, siempre hay una conexión con el público. El primer show en Estados Unidos fue en el Paramount, en el Este de Los Ángeles, y después de eso, curiosamente, tuvimos que adaptar el show.
De hecho, vamos a regresar a Los Ángeles el sábado 10 de junio, y estamos preparando una especie de híbrido.
Fue interesante porque la forma de comunicarnos con la gente en Estados Unidos tiene que ser diferente, ya que perciben el concepto de manera distinta y no lo entienden completamente. La reacción del público en Estados Unidos es diferente, la verdad.
¿Por ejemplo?
Algunos chistes que hacemos en el show no los entienden o simplemente pasan desapercibidos porque tal vez no vivieron las mismas experiencias o no tuvieron el mismo impacto en sus vidas como la gente que vive en México.
Siendo Los Ángeles un lugar con tantos mexicanos, ¿los otros mercados también son diferentes?
Aunque toquemos en el este de Los Ángeles, donde hay una gran comunidad mexicana, y en general en California y Los Ángeles, que es una de las ciudades con más mexicanos, sí hay una reacción muy diferente a la de tocar en México, en ciudades como Guadalajara, Tepic, Culiacán, Ciudad de México, Tijuana, Hermosillo y Monterrey.
La gente reacciona de manera similar al concepto o al ambiente que creamos en nuestros shows en vivo. Siempre hay un impacto muy similar, una conexión y una interacción parecida, aunque con pequeñas variantes, pero dentro de la misma gama. Sin embargo, en Estados Unidos la gente reacciona de forma diferente o no reacciona ante ciertas cosas que hacemos en el escenario.
¿Qué están preparando ahora? ¿Hacia dónde se dirige el sonido de la banda?
Siempre hemos estado abiertos a muchos géneros. No estamos limitados a uno en particular, nos gusta hacer música. Por supuesto, la base de la banda es el rock, nos gusta tocar rock y creamos este grupo con ese objetivo. Pero al final, nos gusta mucho la música y nos gusta experimentar.
Creo que en el aspecto artístico, ya sea en pintura, escultura, poesía o música, es hermoso experimentar y buscar constantemente cosas nuevas y resultados diferentes. Como artistas, disfrutamos esa búsqueda de satisfacción propia.
Recientemente hicimos un bolero mariachi rock agropecuario con Yoss Bones, una de las principales exponentes del género urbano femenino. No tenemos miedo a fusionar diferentes géneros. Acabamos de lanzar una canción con Charles Ans, un rapero y exponente del hip hop urbano, y le va muy bien en el país.
También tenemos una colaboración con DLD que está más enfocada en la diversión, combinando su estilo con el nuestro, rock agropecuario. Además, hay otras colaboraciones con Genitallica, ya tenemos las canciones listas, solo estamos esperando que las oficinas se pongan de acuerdo para establecer las fechas de lanzamiento.
También vamos a grabar una canción que hemos querido hacer durante muchos años con La Brisa, un grupo de cumbia local y uno de nuestros referentes tanto ejecutiva como administrativamente.
Nunca Jamás se presenta este sábado 10 de junio en el Levitt Pavilion, ubicado en el corazón del MacArthur Park en Los Angeles, junto a Nortec: Bostich+Fussible e Iris de Anda.