Ximbo en entrevista. Después del éxito de “Tríada” las femcees icónicas de la vieja escuela mexa Ana MC y Ximbo se vuelven a reunir, esta vez con una nueva invitada de generación más reciente La Cuervo. “La Saga” es el cuarto sencillo del nuevo disco de Ximbo. Una oda al boom bap, la declaración del establecimiento de una saga de lanzamientos individuales y colectivos que estas artistas del sello Jueves Hip Hop traen para 2024. Platicamos con Xibo:
Hola Ximbo, o cómo te digo, ¿Ximena?
Pues todo mundo me dice Xibo, creo que ya hasta mi mamá, es un sobrenombre de tantos años.
Cuéntame sobre “La saga”, tu nuevo lanzamiento
Pues justo también corresponde a una saga de estrenos de canciones, han sido varios singles, y ahora un disco que se concibió como un álbum de varias canciones, pero como ahora el mundo es distinto y las dinámicas de la industria musical actual exigen que se lancen canciones cada año.
La parte visual es muy llamativa en tus trabajo actual
Se une al proyecto del disco una serie de ilustraciones de una artista que yo admiro mucho: Pastra, ella es de la vieja escuela. Cada canción tiene su ilustración y es como una pequeña declaración de principios hacer arte real, es un reclamo contras las inteligencias artificiales.
¿Crees que se está abusando de la IA en el arte?
Sí, y no debería, pero se está usando de forma indiscriminada en todo, y los artistas reales están perdiendo terreno frente a algo que es muy impersonal. Está cabrón, me da tristeza porque todo se ve igual, imágenes fantásticas pero en el mal sentido, seres loquísimos, pero se les nota lo deshumanizado y eso está bien pinche. Yo soy ferviente instigadora de la interdisciplina, es la manera en que los creadores conectamos de forma visual o con la palabra, la música, etc.
Vienes de una escuela con elementos diferentes…
No estoy en contra de utilizar aparatos o de usar la IA, pero depende cómo las usas. El hip hop viene del sampler, pero con la mano humana. Ha habido de todo, pero mi incomodidad es por qué usar la tecnología pero sin alguien humano detrás.
¿Te gusta mirar hacia lo que pasa en la escena emergente del rap?
Sí, no hay otra manera de sentirnos personas en eterno aprendizaje, me motiva conocer nuevos talentos y transmitir lo que nosotras, de otras generaciones del rap tienen que enseñar. Creo que soy la rapera con más edad en México, me toca transmitir muchas cosas pero nunca pienso que lo que yo digo es único. Siempre vamos a ser más fuertes aprendiendo las nuevas maneras de ver el mundo.
¿Cómo enfrentas los cambios en la industria musical?
Ser artista independiente no es fácil en esta época, aunque cada quien sus procesos, hay otra competitividad, estamos frente a las grandes disqueras o las grandes empresas donde la democratización de la música se ha convertido en algo complejo, porque cualquiera puede subir a Spotify algo, pero no todo es arte o vale la pena. Lo que intento es hacer música a mi modo, como me gustan, y ver cómo hackeamos a la industria, acomodándonos, y bueno, yo sigo haciendo discos como antes, con un sonido, con una historia. Hacer música no es como hacer “bolillos”, sigo haciendo lo mismo que antes, pero lanzado de forma diferente.
Pero además, en este disco y estas nuevas colaboraciones estás volviendo a tus raíces…
Sí, quise regresar a mi origen, un hip hop completamente ochentero y noventero, con mucho sampler, tocando temas reales de mi vida, cosas crudas de las que no he hablado mucho. Ahora estamos acotumbrados a ver nuestras sonrisas en Instagram y a pensar que somos eso, y terminamos siendo muy superficiales. Me parece importante compartir mis historias, incluso las que no son agradables, porque eso nos pasa a todos, nos falta conectarnos con nuestra oscuridad y en este disco hay luz y oscuridad y un rescate del sentimiento de tribu urbana de los 90.
¿Qué temas abordas que antes no tocabas?
Mi oscuridad. He tenido procesos oscuros y muy complejos, me llevaba con gente que no era muy chida, hice cosas que no debía y todo eso me ayudó a comprender lo que quería ser y no ser. Siempre hablo del cliché del hip hop de paz y unidad, y no lo digo de forma despectiva, pero soy un poco más, la vida en el rap, la vida te forja y yo tengo esa parte que siempre fue un tabú para mí. El día que decidí ser una buena persona todo lo que lanzaba era eso, algo positivo, pero en estos lanzamientos habló de esa parte oscura que estaba guardada. Por decirte algo, decidí no estar una banda criminal y mejor pensé hacer música.
Entonces fue como una terapia, digamos…
El rap es sanación y autoconocimiento, hacer rap no es solo para ser famoso, es para cualquier persona, es una terapia hermosa.
Así como esa frase de “el punk salvó mi vida”, digamos que se puede aplicar a “el hip hop salvó mi vida”…
Fíjate que el punk y el rap surgieron en momentos históricos muy similares, y particularmente en Estados Unidos compartían fiestas, eran como dos escenas que tuvieron mucho que ver, muchas coincidencias, ahora sí que en sus inicios, al margen del margen. En México no se dio tanto, aunque en mis inicios tocaba en lugares como El UTA con algunos grupos de rock, había pensamientos en común sobre anarquía y política. En Estados Unidos la gente quería reggae, quería música de la calle, salsa, cumbia, era algo orgánico, las músicas de la calle latinoamericana.