Esotérica Tropical: Misticismo boricua-californiano de electrónica y poder queer (entrevista)

Esotérica Tropical fluye entre modernidad y ritmos latinos ancestrales

La puertorriqueña radicada en Oakland, María José Montijo, presenta su álbum debut Esotérica Tropical, una obra que fluye entre modernidad y ritmos latinos ancestrales, electrónica y bomba que empodera a la comunidad QTBIPOC. Platicamos con la cantante.

Esoterismo y trópico, me suena algo congruente la combinación

Sí, y sobre todo por la persona que soy. Siempre he tenido esas tendencias místicas, estoy enamorada de la cosmología, de la medicina tradicional y de haber nacido en el Caribe, en aguas calientes, en la playa, en el río.

Ahora en Estados Unidos, ¿se te hace el lugar ideal para que explote el proyecto?

No sé si lo sea, pero es donde me vine a trabajar y crecer profesionalmente, aquí me formé como acupunturista y entonces ha sido mi casa en los últimos 17 años, aunque en los últimos 3 he estado viviendo entre aquí y Puerto Rico, pero el área de la bahía es mi segundo hogar, y tengo una familia escogida aquí.

Esotérica Tropical. Foto: Altafonte.

Cuando se habla de Puerto Rico, se piensa sólo en reggaetón y es interesante que tú traigas el cuatro puertorriqueño y la bomba…

Totalmente, pero creo que todo este tiempo aquí en California, me ha enriquecido mucho musicalmente. Aquí comencé a dedicarme en el género de la bomba afropuertorriqueña que es base de mi nuevo disco. En California he estado expuesta a muchas cosas, como música electrónica latina y además, me he entrenado como performer con esta comunidad de San Francisco, en La Misión.

¿Cómo has sido recibida en Puerto Rico?

En Puerto Rico siento un abrazo muy fuerte porque son canciones dedicadas a su gente; siento mucha resonancia pero también en general con las personas latinas que se identifican fuerte con las canciones en Oakland, en San Francisco.

Además, hay un empoderamiento detrás, dirigido para la comunidad QTBIPOC (Queer, Trans, Black, Indigenous People of Color), ¿cómo he sido ese acercamiento?

Yo soy parte de la comunidad queer, entonces es como estar en comunidad y creo necesario que los inmigrantes y las personas de color que encaran la diversidad, el capitalismo y la supremacia blanca, nos juntemos. En verdad hace que nos unamos más y busqemos espacios donde podamos expresarnos, sacar la rabia y metabolizar la tristeza. Entonces busco que mi música nutra y sea un espacio donde la música se despoje de prejuicios, y sobre todo la audiencia, que está más en los márgenes.

Esotérica Tropical. Foto: Altafonte.

¿Antes esos movimientos no eran tan visibles?

Es que ahora todo es más visible por las redes, porque uno puede exponer cualquier cosa, el mensaje es más íntimo y más vulnerable porque cualquier puede compartir quién es en la web y eso ayuda a visiblizar cosas que la cultura dominante ha querido ocultar.

¿Tú y Tropical Esotérica son dos entidades diferentes?

No, es mi esencia, el anhelo, la persona que yo quiero ser. Mis súperpoderes están ahí, y María José es la humana que comete errores y que va buscando los caminos y aprendiendo para evolucionar. Esotérica Tropical me trabaja internamente y me empuja a crecer.

¿Cómo se dieron tantas colaboraciones interesante en tu disco?

Fue una de las bencidiones de la pandemia, contar con colaboraciones. Como todos los musicos estaban en casa, contacté a algunos productores como Luis Maurete, quien ha hecho cosas con un grupo que siempre ha vivido en mi corazón: Lulacruza; y también conté con Heidi Lewandowski de Kaleema, una productora argentina electrónica que trabajó conmigo en una canción. Además, contacté a Adam Patridge, un neoyorquino griego que encaró la canción “Realismo Mágico”, que también cuenta con voces de Merrill Garbus del grupo indie Tune-Yards. Me dieron una beca en West Okland, una beca que me dio acceso a un estudio de música durante la pandemia y ahí grabé. Esos productores le dieron su color. La última canción del disco: “Silencio”, la única acústica, fue producida por Juan Ignacio Serrano, artista argentino del proyecto Juanito El Cantor, a quien conocí en Perú.

Gracias a tus referencias, conocí a Tune-Yards, muy buenos, además firmado en 4AD. ¿A ti te gusta el indie rock además de la fusión latina y la electrónica?

Sí, pero me gusta más el rock en español, crecí en la era dorada del rock en español: Café Tacvba, Aterciopelados, mucho latin-alt.

¿Y te gusta Bad Bunny y toda es camada de reggaetón?

Los respeto mucho, especialmente por su trabajo político en su música y usa su plataforma para hablar de las cosas difíciles que nos pasa en Puerto Rico con el colonialismo. Me encanta perrear y bailar, y de Puerto Rico han salido grandes exponentes queer de ese género, como Young Miko o Villano Antillano.

¿No crees que el género tiene una tradición misógina?

El género históricamente ha sido misógino, pero eso está cambiando, ahora es otra cosa más diversa y un mensaje de consciencia político.

¿Estás de gira ahora?

Quiero ir a México, a Europa, a Berlín. En octubre estaré en Puerto Rico y quiero hacer alguna tocada allá. Y el 8 de diciembre tocaré en San Francisco con bandas de La Misión.

¿Qué es la bomba, cómo se baila?

En California soy parte de un grupo que se llama Taller Bombale, fundado por Denise Solis y Julia Caridad Cepeda, que es mi maestra, y que viene de una familia afropuertorriqueña que en los años 20 preservó el género cuando éste era ilegal. La bomba es vida, es comunidad, ahí aprendí a desarrollar las canciones de mi disco.