Hace una década, ocurrió un encuentro que hoy rinde sus primeros frutos. Después de compartir el escenario, el productor, arreglista, compositor y músico estadounidense Van Dyke Parks y la cantante-compositora guatemalteca Gaby Moreno; descubrieron un gusto en común por la música folclórica latinoamericana. De la charla, surgió la semilla para grabar un álbum que celebrara la migración del cancionero profundo del continente Americano.
Después de seleccionar 10 temas entre ambos, Van Dyke, comenzó a escribir todos los arreglos para reinterpretar los temas con una orquesta sinfónica. Ambicioso y con grandes requerimentos de producción, el proyecto quedó congelado hasta hace tres años, cuando None Such Records decide apostarle a Spangled!, un álbum que finalmente será estrenado el próximo 4 de octubre.
Con un set de canciones que abarcan más de un siglo de historia, el álbum cuenta con boleros de Panamá, Perú, Puerto Rico, Venezuela, bossa novas de Brasil, una balada del sur de Estados Unidos, una re versión de “The Inmmigrants” del compositor trinitrense David Rudder y temas originales de Gaby, se trata de un disco que demuestra la atemporalidad del legado musical gestado en este lado del mundo. Platicamos sobre el proceso de gestación con Gaby. Esto es lo que comentó para La Banda Elástica:
Recién escuché Spangled! y me di cuenta que muchas canciones que pensaba eran de autores mexicanos, fueron compuestas en otros países.
GB: Yo también (ríe). Porque claro, desde niña escuchaba los temas interpretados como boleros y sobre todo popularizados por artistas mexicanos, entonces uno supone que son canciones mexicanas. Pero es increíble cuando te pones a investigar un poco te das cuenta de dónde vienen y notas que todas las culturas de Latinoamérica están muy unidas. Justo eso quisimos explorar en este disco, la migración de esas canciones a través de los países del continente Americano. Son temas clásicos tan hermosos, que a pesar del tiempo las letras son vigentes porque son universales. Para nosotros fue importante hacer un trabajo de rescate de esas canciones.
¿Cómo surge el primer encuentro con Van Dyke Parks?
GB: Nos conocimos hace 10 años en un lugar de LA, donde un amigo mutuo estaba dando un concierto. Lo invitó a tocar y a mí a cantar. En ese entonces, yo tocaba mucho blues y jazz, pero también cantaba temas de Latinoamérica de vez en cuando, sobre todo boleros. En esa ocasión, canté “Aquellos ojos verdes”. Al final, fuimos todos a cenar después del concierto y Van Dyke comenzó a platicarme que sobre su fascinación por la música Latinoamericana. Desde los años 60, con su hermano cantaban juntos esas canciones durante sus giras por la costa oeste. Después de confesar su gusto por la música folclórica de México y Paraguay; comentó que su mayor sueño era hacerle arreglos sinfónicos a esos temas clásicos. Para mí, fue maravilloso escuchar eso. Desde ese momento comenzamos a soltar ideas. Él me presentó muchas canciones, yo le compartí “Oh cantador” de Brasil. Así comenzó un intercambio hasta que reunimos 10 temas.
¿Por qué tardó tando en salir el disco?
GB: Al final, no encontramos los recursos para grabar a una orquesta sinfónica en aquel entonces. Era un proyecto demasiado ambicioso y así quedó, pero él ya había hecho todos los arreglos. Hace 3 años encontramos una disquera interesada en apoyar el proyecto y aquí estamos, estamos sumamente contentos de que ya saldrá está álbum.
¿Qué te provoca poder entregar estas canciones a las nuevas generaciones y sobre todos a los millones de migrantes que las escucharán?
GB: Gracias a Dios, tengo la música para poder comunicar y expresarme, ser voz para todas las personas que no la tiene. Es por eso que decido incluir estos temas sobre la migración. Desde mi segundo disco comencé a componer canciones que tocaban ese tema, porque sentía una gran responsabilidad como artista, migrante que viene de Guatemala a vivir en Estados Unidos.
¿Cómo fue tu historia persona, decidiste emigrar por la música o por algún tema distinto?
GB: Fue por la música, siempre me gustó el blues y tenía la inquietud de viajar a Estados Unidos para absorber todo sobre esa música que viene de este país. Cuando tenía 18 años me vine a estudiar y al poco tiempo fui firmada por una disquera. Me vine con visa de estudiante, después tuve la de artista, pero me vine sola, toda mi familia se quedó en Guatemala y allá están.
tJusto te tocó una época en que aún era importante estar en una disquera, pero al poco tiempo surge un gran parteaguas y comienza el gran auge de ser independiente…
GB: … Claro, me tocó esa transición. Cuando me firmaron, las disqueras aún te ofrecía todo, decían que la ibas a hacer, te prometían el cielo y la luna (ríe). Nunca pasó nada, todavía estuve con dos disqueras más y nada. Un representante me dijo que debía hacer un disco por mi propia cuenta, con mis recursos y yo así de “¿Cómo?, ¿qué es esto?” (ríe). Entonces surge el MySpace, de repente todo mundo subía su música. Me tocó toda esa etapa de cambio. Ha sido muy interesante ver ese cambio y cómo los artistas independientes tienen todos los recursos.
Seguro lograste más cosas por tu cuenta que con la disquera.
GB: Desde luego, la primera gira que hice así fue con Tracy Champman y fue gracias al disco independiente que hice. Lo escuchó y me invitó a ir de tour. Todo eso se logró sin tener apoyo de ninguna disquera. Está bien estar firmado y tener el apoyo de la disquera, pero al final no necesitas de eso para hacer las cosas. No me gusta cuando los artistas dicen “si no tengo una disquera no puedo hacer nada”. Como ya sabemos en esta época es totalmente falso.
Regresando al disco, siendo un proyecto sinfónico, ¿cuéntame cómo lo presentarás y cuáles serán las próximas fechas?
GB: Está complicado pero ya tenemos dos fechas: una en Nueva Yok y otra en el Kennedy Center en Washington, DC., con un ensamble. El sueño sería hacerlo con una sinfónica, pero por el momento haremos fechas en este formato más pequeño. La ventaja de estos temas, es que puedes interpretarlos en distintos géneros y formatos.