Todo Esto Tampoco Soy Yo: El primer disco de Juan Campodónico

Todo Esto Tampoco Soy Yo es el primer disco que Juan Campodónico firma con su propio nombre.

En su nuevo disco, Juan Campodónico se corre del centro para mirarse mejor: lo que aparece es un creador que entiende la identidad como un territorio en movimiento y la música como un espacio colectivo. A través de colaboraciones que dialogan con sensibilidades compartidas y un recorrido sonoro que va del indie pop a la electrónica, del candombe al funk brasileño, Campodónico construye un viaje nuevo, reconocible y distinto a la vez.

Todo Esto Tampoco Soy Yo es el primer disco que Juan Campodónico firma con su propio nombre, y eso ya dice bastante. Después de años y años siendo parte clave de proyectos como Bajofondo, Peyote Asesino o Campo, acá parece correrse un poco del rol de productor invisible para ponerse más al frente, aunque sin hacerlo de manera explícita ni egocéntrica.

El disco salió en 2025 y tiene 11 canciones, dura poco menos de cuarenta minutos, y se siente pensado como un recorrido más que como una colección de singles. Desde el título ya se marca una idea medio ambigua, casi contradictoria, como diciendo: “esto soy yo, pero también no”. Y ese juego atraviesa todo el álbum. Hay algo de escucha tranquila en el disco, no es un álbum para poner fuerte de entrada. Funciona mejor con tiempo, manejando, caminando, escuchando los detalles. No grita. A veces parece solo una grabación análoga hecha sin artificios, pero cuando uno presta atención aparecen las capas, las programaciones, los arreglos finos.

Juan Campodónico. Foto: Oficina Pública.

Canciones como “Milo” (con Eli Almic) o “Frik” (con Josean Log) abren el disco desde un lugar bastante fresco, contemporáneo, con beats cuidados y voces que dialogan más que imponerse. “La Duda”, el primer single, grabado junto a Jorge Drexler, va hacia un groove más orgánico, muy elegante. Uno de los momentos más rítmicos es “Milongueado”, con Sebastián Teysera. Ahí aparece claramente lo rioplatense, la milonga cruzada con electrónica y beat, sin ponerse nostálgico. Es una canción muy bien armada, donde la tradición entra de costado.

En el medio del disco aparecen temas como la sutil y muy electrónica “Onda Expansiva” o “De un fulgor a otro”, que funcionan más como paisajes sonoros, casi cinematográficos. Se notan ahí los años de Campodónico produciendo, pensando climas, texturas, silencios. Hay quiebres, indie-drum, referencias noventeras que aparecen de fondo, tipo Olive o Everything But The Girl, con la música y la voz yendo a veces por carriles distintos.

Hacia el final, el disco se vuelve más introspectivo. “Romántico”, con Camila Rodríguez, y “La Distancia”, con Zeballos, aportan otro color, más pop pero sin perder elegancia. “El Pinar” funciona casi como una postal sonora, y el cierre con “Simplemente la belleza” deja una sensación de calma, de cierre sin dramatismo.

En varias canciones aparece una idea medio latente de América, de lo latino, de encuentro. No como discurso explícito, más bien como clima. Hay algo de futuro también, una mirada hacia adelante sin subrayados, como un sueño medio bolivariano sin consignas.

No creo que Todo Esto Tampoco Soy Yo busque ser una obra total ni definitiva. Pero sí es un disco coherente, maduro, muy bien producido (no había forma que no fuera así), que crece con la escucha.

El que busca...

Search

Newsletter

Email address:
(optional) Your name:
Type this number
in the box