Jorge Martínez (más bien conocido como Jorge Ilegal) es un incansable del rock; cuando no está girando por México, está hablando con gente de cine de Madrid o planeando giras por Europa, donde Los Ilegales son algo más que un grupo de culto. “En los 80 no salíamos de noche” (su disco Chicos Pálidos Para la Máquina, delata esos días), revela, “en el grupo había drogadictos que veían al mundo como una máquina; en esos tiempos me miré a mí mismo y estaba enfermo, la verdadera máquina era la industria”.
¿Sientes que México o Latinoamérica son muy diferentes en cuánto al público?
En México y España nos parecemos mucho, somos el mismo pueblo al que divide una frontera, un atlántico, que cada vez es menor por los aviones tan rápidos que hay. En España se siente más extranjero a un marroquí que a un mexicano pese a la situación geográfica.
El nombre del grupo es una palabra fuerte para los latinos viviendo en USA
La palabra “Ilegales” tiene mucho contenido semántico, y claro que se puede referir a esa palabra que usan los estadounidenses y los ingleses; eso se me hace muy injusto, porque los estadounidenses son segregacionistas; todos somos ilegales un poco porque a veces no hay remedio de que si no puedes trabajar con la ley, debes trabajar contra ella. La ilegalidad me resulta simpática en ese sentido.
Son varias décadas de la banda, ¿cómo se mantiene en pie el grupo sin bajar la guardia?
Nos hacemos música para pusilánimes, hay que estar en muy buena forma para interpretarla; he sobrevivido, lo que no me mata me hace más fuerte, pero no es fácil mantenerse en forma para una banda como ésta; dos horas de concierto a ese ritmo empieza a pesar la guitarra, utilizo instrumentos antiguos que exceden el peso normal.
En tu nuevo disco hay muchas colaboraciones, me llama la atención la colaboración de Evaristo de La Polla Records, pensé que era demasiado huraño para colaborar con alguien
Cuando escribí la canción pensé en él, lo conozco desde los años 80, toqué con él Victoria. A él le pareció bien, es un amigo de toda la vida, de hace 40 años.
Pero me llamó más atención que invitaste a Andrés Calamaro, quien en teoría no comulga con lo que pregona Ilegales, por su postura a favor de la monarquía…
Sí, no comulgo en nada con eso, pero es que con todos los artistas invitados hay diferencias; lo interesante es trabajar con gente que aporte a pesar de esas diferencias, eso hace el experimento más valioso y con más aristas y puntos de vista; a mí me ha parecido que Calamaro era quien tenía que hacer esa canción, él es un experto en bacanales nocturnas, mi amigo Andrés, es imposible compartir todas las opiniones.
Morrissey nunca haría un comercial de una carnicería, por ejemplo. Dime, el hecho de que la anarquía se haya convertido en una moda, una mercancía ¿afecta a los grupos punk?
Siempre ha sido así, lo que para los artistas es arte supremo, para la gente de la industria es una mercancía, que funciona como lo cubitos de hielo en la bebida, acaban derritiéndose, asimilados, pero cambian el ambiente; yo creo que la música cambia muchas cosas. Por ejemplo, en Ecuador, querían prohibir el rock en español y la gente protestó, a nosotros llegaron a cancelarnos las giras por cantar en castellano. El conocimiento nace con la comunicación.
¿Significa algo el punk en estos años?
El punk es un panfleto, una mala digestión, que puede incluir cosas que hemos heredado de una serie de catecismo, que puede incluir a Marx.
¿La movida española afectó al punk y lo volvió comercial?
No, la movida madrileña sí, pero en seguida se agotó. Buscaron bandas de la periferia, en el norte de España había bandas más duras con un lenguaje diferente a esas letras de supermercado. El rock andaluz estaba exhausto por su aportación al rock español de los años 70.
En un tiempo, en los 90, las bandas que salían en los medios cantaban en inglés…
El español es un gran idioma que se ha enriquecido con aportaciones de México y de Latinoamérica, han surgido muchas palabras, Argentina también. El inglés es un buen idioma, pero para los manuales de instrucciones, no es tan literario como el español. Nuestro idioma es el que ocupa más mapa, y eso les da miedo a los gringos.
Esos grupos españoles cantando en inglés, pensé que era un soborno, pero ellos decían que era su idioma y eso se me hacía una estupidez; esos grupos no tocaban en Inglaterra ni Estados Unidos, los que cantábamos en esos países éramos los grupos que cantábamos en español, en California, en Los Ángeles, y en toda esa España que se está recuperando ahí gracias a iniciativas como la del Instituto Cervantes. La meta es combatir esa implantación del inglés a toda costa.
¿Cuál es la verdadera valía del rock en español?
El rock en español es un tesoro cultural claro, hay cosas de pop irracional y preparadas para la venta, pero hay letras que son muy valiosas, hay grandes escritores de canciones.
¿Quién es el mejor letrista en español para ti?
Me gustaba mucho Antonio Vega de Nacha Pop; José de Santiago de Los Enemigos, era otro muy buen letrista.
¿Y crees que otros, como Joaquín Sabina, que son muy famosos estén sobrevalorados?
Está muy sobrevalorado, es un buen contador de historias, tiene esa cosa de hacer que todo rime. Nosotros nos hemos reído mucho de esa avidez por la rima. Hemos sido críticos con muchos de esos artistas como Serrat o Sabina, aun reconociendo sus valores.
Calamaro también puede tener un buen dominio del idioma, pero a veces no tanto con sus gustos, depende de lo que haya tomado. Bunbury escribe muy bien, él también colabora con nosotros en este disco. El primer grupo español que oí cantando cosas interesantes en su idioma, era curiosamente una banda con nombre en inglés, se llamaban Lone Star, cantaban en español en tiempos de Franco, con letras muy fuertes.
Hay una canción del grupo Los Nikis (“El imperio contraataca”) que habla de que España regrese a su gloria y majestuosidad de siglos atrás, que algunos grupos neofascistas han adoptado como himno…
Sé cuál es y no me gusta nada, no la digiero, tienen un video bastante ridículo. Se ha entendido muy mal, cuando lees la historia desde el punto de vista actual y para llegar a un análisis deberíamos poner un reloj en el siglo XVI, cuando vemos cosas de esa época, toda la influencia española que hubo en América; España no es un país que excluya, hay romanos, celtas, fenicios.
En cambio los ingleses, los franceses, son excluyentes; España no deja fuera a un ecuatoriano, a un mexicano, a un colombiano. Inglaterra no está en la Unión Europea por no ser incluyentes con los inmigrantes, y ahora están pagando las consecuencias y me alegro.
¿Personalmente, qué bandas te han impresionado en vivo?
Me gustaban mucho Los Cardiacos, una banda de León, fueron los primeros independientes, los que comenzaron a distribuir sus casetes fabricados por ellos mismos.
Alejandro Mancilla