Foto: Cortesía de Troker.
2024 será un año significativo para Troker, la banda de jazz rock originaria de la Ciudad de Guadalajara, Jalisco, la cual desde sus inicios fincó su sonido entre las entrañas del jazz y el rock, géneros a quienes se incorporó funk y progresivo, entre otros elementos incorporados a lo largo del tiempo, tal y como sucede con la tradición del propio mariachi que ahora participa del trabajo que ocupa la mente y creatividad del conjunto, quien por medio de “Sombras nada más”, emblemática canción del imaginario mexicano, allana el camino para lo que habrá de ser un siguiente álbum de estudio.
Hoy 8 de noviembre, la banda se presenta en Los Ángeles tras una ausencia de más de 6 años y éstas son las coordenadas:
TROKER
The Hotel Café
1623 N Cahuenga Blvd, Los Angeles CA
Noviembre 8, 2023
Además, platicamos con Frankie Mares, baterista de Troker:
¿Frankie, cuál fue el primer elemento que detectaron que debían modificar de “Sombras nada más” para que Troker pudiese maniobrar con su sonido? La de Javier Solís es tal vez la más representativa.
Esta pieza sabemos que tiene una responsabilidad bien grande, adaptarnos y adoptar ese tipo de piezas para nosotros es increíble, un gran reto. Nosotros, como Troker, desde hace un tiempo comenzamos a trabajar con mariachi, justamente esta influencia comenzó a salir durante nuestras giras por el mundo. Particularmente en Europa es donde nos comenzaron a platicar: ‘suena muchísimo a mariachi Troker’, pero nosotros nos volteábamos a ver preguntándonos: ‘¿de dónde?’.
Así detectamos que para otros países ésa es la raíz que ya traemos como mexicanos, incluso también eso se relaciona como buenos tapatíos que comenzamos la banda hace 20 años. Dentro de los festejos consideramos que era el mejor momento de trabajar de esta manera.
“Sombras nada más” es una canción ya hecha, muy representativa de nuestro país. Javier Solís, por supuesto, que es una de las mejores voces de México, llevó esta bandera muy alto. Fue así que decidimos adaptar esta pieza siendo nosotros los que llegamos a ella y no el mariachi viniendo a nuestro lado, nosotros nos metimos en ella y logramos esta versión.
Aquí en el estudio lo primero que hicimos fue grabar un mariachi, y a partir de ahí, comenzamos a desarticularlo en sí, esto para encontrar los espacios, las texturas, las armonías, las melodías y los timbres adecuados para poder entrar a la canción. Es un trabajo muy bueno que nos representa muy bien.
Esta pieza la canta Cristian García, que es el trompetista de Troker, el cual viene de una familia de mariachis; él desde que tenía cinco años, aproximadamente, comenzó a tocar la trompeta con el Mariachi Sol de América. Así que cuando entró a la banda el sonido del mariachi ya estaba súper bien puesto.
Trabajar con Gerry Rosado no le es ajeno a la banda, visto a la distancia y hasta el presente, ¿que aspectos de sus técnicas de producción y estilo aplicado al caso específico de Troker destacas?
Pasa algo muy interesante, el primer productor con el que yo trabajo en mi vida es Gerry Rosado. La banda Troker nació a partir de un proyecto llamado Evamalva, donde comenzamos a trabajar con él, y yo fui el primero en sentarme a su lado, era el chamaco enfadoso que le preguntaba de todas las maneras habidas: ‘¿por qué hiciste esto?’ ‘por qué cortaste aquí? Eso fue una experiencia increíble y de ahí nació también mi trabajo como productor. Ahora soy productor también y tengo un estudio que es FM Estudios, que es donde hemos estado grabando la mayoría de los discos de Troker. Aquí Gerry viene a trabajar, es el lugar donde nacen las piezas y el sonido de la banda.
Sabemos que llegamos a la pieza hasta donde nuestra mente y oídos llegan, donde consideramos que la canción está terminada, pero de repente llega el productor y nos dice: ‘no, todavía falta’. Es donde él comienza a hacer su trabajo. Somos una banda que tiene muchas reglas a la hora de componer y grabar, una de ellas es probar siempre lo que decimos cada uno, nuestras propuestas individuales siempre las probamos.
A mí, por ejemplo, me gusta trabajar con Gerry porque los solos de batería los manejo de cierta forma, y él me dice: ‘a ver, quítale esta tarola’, ‘quítale o ponle estos hi hats’, ‘se siente que la canción está muy pegada, necesitamos que tenga más movimiento’. Ocurren muchos movimientos dentro de la producción y, lógico, somos unos clavadazos del sonido a la hora de microfonear, de usar tanto las percusiones como la batería.
Aquí en el estudio hay varios sets de batería, instrumentos nuevos y viejitos. Tenemos lo suficiente para obtener el sonido más claro que necesitamos.
Todos nuestros discos han sido producidos por Gerry, salvo Imperfecto (2018), producido por Alonso Arreola, gran amigo de nosotros. Gerry es súper accesible, nos escucha siempre. Tiene un súper oído, te capta a la primera lo que quieres decir y te ayuda mucho con el discurso. Muchas veces trabajamos palomeando y él nos dice: ‘vamos a bajar esta nube que traen y vamos a lograrla de una manera más sencilla.
¿Cómo era tu percepción del mariachi antes de estudiar el género y comenzar a trabajar tan estrechamente con su estructura?
Mi percepción se mantiene, me parece fascinante porque es un mundo armónico, melódico donde puedes expresar tantos sentimientos. A la hora que lo estás grabando te das cuenta que como mexicanos siempre ha estado ahí, aunque no lo escuches cotidianamente, siempre lo has oído al ser parte de nuestra historia.
Eso sí, ahora lo escucho de una manera muy diferente a como lo escuchaba hace 20 años. Desde que me empecé a involucrar con este género han pasado cosas increíbles, le tomamos más amor, incluso ya comenzamos a agarrar instrumentos como la vihuela para tocarla, cosa que nunca hacíamos. Al meterte en el estilo para desarticular sus historias es fascinante. Incluso me siento orgulloso de estar tomándolo a esta edad porque tengo la manera de disfrutar mejor las cosas. Ya sabes, Troker viene del jazz, el rock, mientras que la improvisación sigue, pero a la hora de encontrar al mariachi e incorporarlo ha sido fascinante porque te lleva a lugares súper distintos.
2024 para Troker será particularmente activo entre el lanzamiento del siguiente disco y la posibilidad de salir de gira, ¿qué les aporto el periodo de pandemia para dimensionar lo que representa poder tocar en vivo?
Después de la pandemia pasaron muchas cosas, creo que todo mundo temblamos de muchas maneras. Lo importante fue mantenernos sanos mentalmente para poder canalizar los nervios y el encierro que después pudiéramos sacar de manera creativa para poder salir adelante. Eso fue lo que a nosotros como banda nos llevó a un lugar más interesante, pudimos aportarle a la gente conciertos desde la cochera de mi casa para que siguiera habiendo música con este formato de cubrebocas, la gente estaba lejos, pero era necesario que siguiera habiendo música. Muchas bandas y artistas se desanimaron, dejaron de crear, pero a final de cuentas terminamos siendo soldados de la música donde nada nos iba a detener.
Vamos a realizar varios conciertos en Estados Unidos, entre ellos estaremos en New York y Washington. Y a partir de febrero de 2024 comenzara la gira de 20 años de Troker. Se viene con todo el proyecto.