“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”, decía el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada
Aunque principalmente en México, el Día de Muertos es una festividad que se ha extendido en países como Bolivia, Perú, Ecuador y Guatemala. También lo celebran algunas poblaciones indígenas del sur de Argentina y en Venezuela por los nativos del pueblo kariña que lo denominan “Akaatompo” o fieles difuntos.
Una celebración para recordar a quienes ya no están físicamente pero también es una remembranza que nos conecta espiritualmente a ellos.
Basados en esa idea de conmemoración y celebración a nuestros ancestros, hemos creado este playlist con algunas de las canciones que representan esta fecha y que han dado pie a tener la tradición cercana al estilo alternativo que profesan.
La banda de origen mexicano hace una reflexión sobre la muerte. Todos tenemos fecha de expiración, volveremos a nuestra esencia y nada de lo que poseíamos tiene valor. Junto con la voz de la colombiana Catalina García de Monsieur Periné, este tema lleva la celebración y disfrute como forma de atender el momento presente.
Jazz, swing, pop, polka, son los ingredientes musicales de esta rola que contagia y seduce. Esa metáfora en la que Paté de Fuá, con integrantes de México, Argentina, Israel y Brasil, nos recuerda que “vamos a morir”, no importa de dónde vengas o quién seas.
Del increíble álbum compilatorio Mondo Zombie Boogaloo (2014), en el que participan The Fleshtones, Southern Culture On The Skids y Los Straitjackets de Nashville, Tennessee, Estados Unidos, con su divertido español, haciendo un recuento de monstruos famosos, sentados en la mesa, reunidos en un banquete de ultratumba.
Surf-rock siniestro con una narrativa espeluznante. Este es un tema en el que nuestro imaginario de terror sintoniza con la melodía. Es como conectarse a esas películas y series de los setenta, con un soundtrack, igualmente mortífero y seductor.
Cuando llegó la nueva ola de zombies en la cultura popular, previo al boom de The Walking Dead, los venezolanos de Los Mentas, editaron Masacre En El Pin 5 (2004), un disco influenciado por el psychobilly, surf-punk, a través de historias inverosímiles como “Zombies en la morgue”.
Energético, caótico, cun un solo de guitarra y una lírica terrorífica sobre cadáveres podridos y apilados. Perfecto para un disfraz en una fiesta punk del fin del mundo. Hacia el final, el tema encuentra una explosiva manera de crear inquietud mental.
El disco mas arriesgado y experimental en la carrera de los argentinos. Rock, hardcore, tango, reggae, jazz, sin desperdicio. Temáticas como la muerte, el diablo, calaveras, incluso un homenaje al escritor Ernesto Sábato o el genio musical Astor Piazzolla, crearon un disco poderoso, seguro, con invitados de lujo como el panameño Ruben Blades.
Fue un quiebre en su carrera pero aún así les dio un Latin Grammy. “El muerto” tiene varias capas sonoras y tiempos, potente, festivo, distorsionado. Un clásico para este día, sin dudas.
La manera tan sutil como estos españoles pueden mezclar el corrido mexicano, el hard rock, ska o rancheras, es inquietante. Disueltos hace más de cuatro años para darle paso al nuevo proyecto de su cantante Gerard Sanz con Huracán Romántica.
Nos dejaron este recuerdo para la ocasión, atemporal y digno registro para conmemorar estas fechas. Paradójicamente en vísperas del Día de los Muertos de 2012, anunciaron su despedida como “una hardmariachitropipunkplayerobalcánicolatinovacilonada de las nuestras”.
Se reunieron en el 2015 y hacia 2017 volvieron a parar como disolución total.
La cantante chilena rinde homenaje a “nuestros muertos”, esos que se han ido y nos dejan recuerdos invaluables. Acompañada del difunto Celso Piña, la ex-Makiza incorpora elementos del vals peruano, junto con el bolero y arreglos en guitarra de palo, cajón peruano, metales.
“Una canción que nos da cuenta que los muertos nunca se van, siempre viven con nosotros y nos acompañan, tanto en las alegrías como en las penas. Este tema tiene la simpleza y fortaleza de ser interpretado de una forma totalmente acústica, nacido de una manera muy natural en una casa del Barrio Matta, un barrio popular de Santiago. Es una invitación a recordar a nuestros muertos que viven en cada uno de nosotros”, recordaba la cantante.
“Celebramos nuestra tradición de Día de Muertos, es la magia de ser mexicano y mexicana, una manera de ver la tragedia con una óptica especial: nos apasionamos con la tristeza y nos da alegría reconectar con quién ya se fue. Honramos a los que ya se fueron físicamente pero están con nosotros”, le contaba Lila Downs al diario Los Angeles Times el año pasado.
Actriz, cantante, compositora y filántropa, Lila sabe cómo mezclar los sones, boleros, corridos, baladas y rancheras con una perspectiva alter-latina que la vuelve atemporal.
“Los muertos nunca se van porque se quedan en la memoria, en el corazón. Los tenemos en la mente, viven con nosotros”.
Un tema que versa sobre la igualdad del ser humano, dentro de una historia de terror. Esqueletos que bailan a sabiendas de que son solo huesos y nada más, sin posesiones, ni fortunas, ideales, color de piel, sin joyas, ni arrogancia, nadie tiene cirugías…
“Cambiaron su pudor y su ropa interior por instrumentos de percusión”, dice su letra. Un clásico ska de la banda venezolana, en esta versión, acústica, la cumbia se apodera de todo.
“Los esqueletos no van a los templos, descubrieron que nunca hay buena razón para el odio y la humillación”.
“Está canción está dedicada al amor y al orgasmo. No se quien lo dijo, he oído que los franceses le llaman así. Me encanta la idea del orgasmo como un acercamiento a la muerte.
Es una canción de amor con imágenes cercanas a esa poética de los valses istmeños”, le cuenta Quique a Enrique Blanc en su libro Bailando por Nuestra Cuenta sobre Café Tacvba.
Así que inspirados en Le Petit Mort, los mexicanos le dan una vuelta de tuerca a la muerte, en un momento sutil y en el que se disfruta el trance con un renacer intrínseco.
Aún así, el hecho de seguir atado al imaginario de celebraciones de día de muertos, le otorga un sentido metafórico formidable.
“La Marisoul” Hernández (voz), José “Pepe” Carlos (acordeón y requinto), Miguel “Oso” Ramírez (percusión) y Alex Bendana (bajo), tienen la particularidad de recrear todo el imaginario cultural latinoamericano entre amor, tristeza, nostalgia y alegría en desarrollo.
Llenos de vitalidad, fiesta, esperanza y con ese mensaje implícito en el que cantan: “Yo no le temo a la muerte, porque ella es parte mía, nació conmigo y conmigo se irá algún día”, el festejo a los que se fueron, en clave cumbia, enaltece el legado de nuestros ancestros.
Remembrar con alegría, aunque una lágrima se escape o llorar para abrazar la felicidad venidera, parece ser la consigna de este tema propicio para el día de muertos.