Bautizar a una banda no es tarea fácil. Después de todo, el como conocerán al proyecto de por vida (suponiendo que el grupo tenga futuro). Claro, con el tiempo el nombre va adquiriendo personalidad y su connotación o cómo suene es lo de menos si la banda en cuestión adquiere vida propia. Es decir, el nombre es lo de menos…pero hay extremos.
En una entrevista reciente con La Banda Elástica, Richard Coleman, el guitarrista de proyectos como Fricción y Los Siete Delfines y alguna vez integrante de Soda Stereo, recordó que estos últimos tenían una serie de nombres terribles antes de llegar a ser tan grandes. Uno de ellos, Los Estereotipos.
Abrochénse los cinturones del buen gusto, porque comenzamos con el conteo de algunos (sí, porque la lista sería inmensa), sólo algunos de esos nombres:
Orines de Puerco
Sí, así se llamaba este combo punk originario de Metepec. Los origenes de la banda datan de 199; el grupo tocaba muy estilo de La Polla Records, con dedicatoria a la clase capitalista. Ya desde el nombre, le ganaron a Grupo Marrano.
Por cierto, que los españoles La Polla Records, tampoco cantan victoria con este nombre, el que tomaron porque solían decir a cada rato la frase: “Me cago en la polla” en los incipientes ensayos del grupo.
Las Poderosísimas Águilas del Guadalajara
En serio, se pusieron así y si por un rato llamaron la atención por lo irónico del nombre, a los 5 minutos dan mucha flojera. Y es que su nombre es incluso más pretencioso que su música. Es decir, mucho rudio (futbolero) y pocas nueces (de hecho suenan como a EL TRI, pero en lugar del gobierno le tiran al reggaetón en sus letras). Y sí, son mexicanos, no podrían ser de otro país.
De Nalgas
Perdón a sus fans (¿tendrán?), pero es uno de los peores nombres jamás vistos, sobre todo, cuando se descubrió que un integrante de Molotov lo sugirió de broma cuando ellos le pidieron consejo de cómo bautizarse: “¿Cómo nos ponemos?”. Su respuesta, el nombre que. una vez agotada la anécdota, no tiene nada de gracia.
No te va a Gustar
Suena como el clásico chiste de banda de prepa que se pone un nombre así para cuando les preguntan cómo se llaman, la apliquen. Más simple que un chiste de Condorito.
No me pises que llevo chanclas
Otro de esos nombres largos, chistosos y muy españoles, con el que se bautizaban muchas agrupaciones de los años 80. No tiene tanta gracia surrealista como Un Pingüino en mi Ascensor, que en realidad es muy bueno y por ello, entra en la lista.
Otro grupo de la misma época llamado Dinamita pa’ los Pollos (y también de España) también merecen estar en la lista.
Los Violadores
Formados en los años 80 en Argentina, esta banda punk ho sería cancelada antes de salir del cuarto de ensayo y seguro estarían haciéndole compañía al cantante de El Otro yo, tan sólo con el nombre de batalla.
La Suciedad de las Sirvientas Puercas
Este tiena hasta gracia. Se trató de un proyecto en el que coexistieron Saúl Hernández de Caifanes, El Dr. Fanatik, José Manuel Aguilera y Alfonso André. Muy cochambroso, si lo comparamos con Las Insólitas Imágenes de Aurora (grupo previo a Caifanes, también formado por Saúl), pero más poético que Jaguares.
El Huitlacoche
En los 90, siguiendo la tendencia de las bandas mexicanas que se ponían nombes autócnonos (La Lupita, La Candelaria, etc.) esta banda fundada por quien fuera guitarrista de Héroes del Silencio, Alan Boguslavsky, es otro de esos ejemplos de que no hay que estirar el chiste.
Yucatán a Go-Go
Ni siquiera son yucatecos, además, hacen rock para niños como ¡Qué Payasos! No sé, pero no andaría con una playera de ese grupo.
Seis Pistos
“Oigan, vamos a ponerle a nuestra banda punk, un nombre que suene como a Sex Pistols, ¿a poco no es una gran idea? Seguro causará mucha risa”.
Claro, Los Peores de Chile no podrían faltar (y ellos cierran el show)
(y hablan con el “istes”, es decir, “fuistes”, “venistes”…. y no sin querer como Mecano en “La Fuerza del Destino”)
