Hit La Rosa: Cumbia psicodélica peruana liberando energía al cosmos

Hit La Rosa- cumbia psicodélica peruana liberando energía al cosmos. La Banda Elástica

Se dice que la historia de la cumbia peruana arrancó de manera formal con la edición del primer álbum Los Destellos, pero siempre tuvo un sesgo especial, dado que Enrique Delgado, el líder del grupo, le agregó guitarra eléctrica; desde el inicio tuvo una adaptación que le fue dando un sonido peculiar y que se fue despegando del colombiano.

El investigador Oliver Conan, también músico de Chicha Libre, apunta: “Perú tiene una gran cultura musical, pero todos los géneros parecen converger en la cumbia”. Es así que fragmentos de rock, música criolla, huayno, guaracha, chicha y surf fueron permeando en agrupaciones subsecuentes, como Los Mirlos.

Cada región socio-cultural fue enriqueciendo a una música que también se interesó por agregarle un toque psicodélico que la nutre y la lleva a otro nivel: Nadie puede dudar de la influencia de artistas desde el exterior, pero también hay algo en la sensibilidad peruana que tiene que ver con el pensamiento místico de los pueblos originarios -de los incas a la amazonia- y el fenómeno del consumo de Ayahuasca; cada propuesta tendría esas influencias en distintas proporciones.

Todo confluye en el segundo disco de un grupo limeño, que le agrega un toque de ciencia-ficción; Hit La Rosa decidió llamar a su entrega más reciente y autoeditada, Ceres Entrópicos (2021), con el que se dan vuelo con 7 canciones en poco más de 32 minutos que ofrecen una potente versión de la cumbia psicodélica.

Hit La Rosa refuerza el concepto que manejan caracterizándose con máscaras propias del carnaval y las fiestas patronales, a lo que se suma las alusiones a la vida que ocurre en lo alto de las montañas, donde la vida cobra otro sentido y otra dimensión.

Se trata de una notable evolución desde que debutaran en 2017 con Hit La Rosa y Su Gran Unidad Musical, que también fue una edición independiente. Musicalmente, han mejorado mucho la técnica para ponerla al servicio de canciones que tienen a la mixtura de géneros como núcleo. 

Lo que se mantiene es el trabajo vocal de Chaska Páucar, que cada día se acerca más a los registros de Li Saumet de Bomba Estéreo o la también colombiana -radicada en Canadá- Lido Pimienta, pero conservando siempre un sello personal.

En su debut se mostraron muchos más costumbristas, como en canciones como “La vaca piedad” y “Pase de vueltas” y con un formato más tradicional. Las diferencias en Ceres entrópicos comienzan con el desempeño instrumental, siguen con la calidad de la producción y se acentúan en el menor protagonismo de la guitarra y una muy destacada y creativa utilización de los sintetizadores… sin ellos este viaje sideral no conseguiría despegar.

Alfredo Coll (guitarra), Darío De La Cuba (bajo), Rubén Guzmán (batería) y Martin Del Prado (teclados) más un percusionista adicional para tocar en vivo, han formado una unidad musical muy compacta y cohesionada que ha ido mejorando progresivamente.

Queda también como testimonio su Tiny Desk Concert que hicieran para la NPR (National Public Radio) estadounidense, que se llevó a cabo en enero del 2021 y que dedicó una jornada al Global Fest (que incluyó a los mexicanos Son Rompe Pera desde el Salón Los Ángeles).

En esa estupenda sesión no se ahorraron la mención a la crisis política por la que atraviesa su país.

En Ceres Entrópicos Chaska Páucar ejerce un fuerte influjo con su voz desde los primeros segundos de “La montañita”, pero una vez que esos sintetizadores delirantes hacen su entrada y la base rítmica marca una cumbia.



Y nos seguimos con “Ánimas”, que retoma la parte mística que tanto les atrae y las menciones a parajes naturales y su magnificencia. El ritmo baja y hay influencia de otros géneros, como el bolero, que ellos pasan por un tamiz psicodélico que menciona a la luna y la bóveda celeste.

Es tal la riqueza del disco, que en “La marea” pueden bajar hasta la lentitud de una balada de rompe y rasga con maracas, pasajes de guitarra, y luego enlazar con el subidón propio de una salsa. Al final, es como si Los Angeles Negros se mezclaran con un combo salsero de Miami, pero siempre con ese sabor peruano.



Quizá el punto más alto del estallido psicodélico venga con “Las ratas”, pieza en la que aceleran e incrementan los efectos para procesar la guitarra y el resultado es como de un carnaval surrealista o un mitin alucinado que transcurre como si fuera una vorágine; aquí es cuando conectan con lo que hace el colombiano Mario Galeano en Frente Cumbiero y Los Pirañas -deconstruir y reinventar la cumbia-.

Hit La Rosa hacen sus propias versiones de la cumbia amazónica y la norteña, e incluso sus propios hallazgos, tal como lo contó Alfredo Coll a la prensa peruana: 

“Hay ritmos que tal vez no podemos catalogarlos como algo que exista, mezclas como punk, como por ejemplo en “Las ratas” o el comienzo de “Se va, se va”, que es un ritmo un poco más experimental”.Los propios músicos refieren que en Ceres entrópicos buscaron hacer un disco de autosanación, pero aludiendo a un entorno en el que abunda la paranoia y la corrupción. Ellos saben que siempre pueden viajar al interior del país y de sí mismos para escapar hacia una dimensión paralela en la que la música lo mejore todo.


HIT LA ROSA
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Por: Por: JC Hidalgo

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