‘Clics Modernos’ de Charly García: Una calle en NYC 40 años después y la visión de los expertos

Foto: María Madrigal

El pasado 6 de noviembre, la calle de NYC donde el famoso músico se inspiró para bautizar y adornar la portada de aquel disco que contenia frases tan contundentes como “acabo de llegar, no soy un extraño”, fue nombrada como “Charly García Corner”.

El aniversario de un disco tan etéreo como automático, amerita además de el nominativo tributo citadino, la reflexión de algunos músicos, comunicadores, escritores y periodistas que han vivido desde su particular guarida, la importancia del artista argentino y de un disco como Clics Modernos.

Foto: La Banda Elástica

Convocamos a algunos personajes de la música y el periodismo, a opinar sobre la importancia de estos Clics:

Humphrey Inzillo. Periodista, Editor de la edición argentina de Rolling Stone y miembro fundador de Redpem (Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica).

Clics modernos no sólo es uno de los picos creativos en la extensa discografía de Charly García, sino que forma parte de los álbumes más importantes del rock nacional. Marca un quiebre en su obra. Con la sangrienta dictadura militar en retirada, forma parte de una camada del rock local que impulsa el regreso a la pista de baile, entre el pop y la new wave (Virus, Los Twist…). Charly se inspira en Nueva York pero aparecen los aires de tango (“No soy un extraño”), la coyuntura histórica (“Los Dinosaurios”), el sampler (“No me dejan salir”), el funk (“Nuevos trapos”, “Bancate ese defecto”)… Es un álbum de audio internacional, concebido en el centro de la vanguardia estética y musical con el productor Joe Blaney como aliado, ostenta una mirada definitivamente argentina.

Arturo Gutierrez, locutor y periodista. Ha publicado en medios como Círculo Mixup.

“Si Charly García nunca hubiera hecho Clics modernos, su lugar en la música latinoamericana igual estaría garantizado por su trabajo con Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán. No obstante, en 1983, Charly nos hizo entrar de lleno en la modernidad con un disco que hacía solvente uso de secuencias, programaciones y sintetizadores integrados con acordes de tango porteño. A 4 décadas de distancia, Clics modernos me sigue sonando desafiante, como un jardín lleno de frondosos jardines que se bifurcan… y aún se pueden tararear. Es un perfecto ejemplo de lo local llevado a un terreno universal. Como su adorado Prince, Charly hacía un licuado de estilos inimaginable para ver un nuevo amanecer. {El mismo ha dicho que es un disco que sólo pudo gestarse en Nueva York y que una esquina de aquella metrópoli ahora lleve su nombre supongo que hace sentido. En mi corazón ha abierto avenidas enteras.

Jacobo Vázquez. Autor del libro “El rock fue su idioma” y colaborador de Revista Marvin. Músico con Otoño en Pekín.

Charly García, como muchos músicos que venían del rock sinfónico o mejor conocido como rock progresivo de los años 70, se resistió al cambio que traían los nuevos vientos de los años 80, porque sí, el new wave era visto como una música pasajera y superficial. Quizá la mejor comparación sería la de Peter Gabriel en Inglaterra, que de venir de unos de los grupos más importantes del progresivo, se convertiría en uno de los referentes del pop de los años 80. La clave para esto fue dejar de resistirse y utilizar esa misma energía para tomar impulso con las nuevas corrientes de la música actual de esos años. Y justamente fue lo que hizo Charly con Clics Modernos, con el que logró un sonido más cercano al tecno pop, esto por el uso de cajas de ritmo en lugar de un baterista, y las estructuras más enfocadas al pop, casos concretos serían “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal) y “No me dejan salir”, esta última se convertiría en una canción que no podía faltar en las fiestas y antros de la Ciudad de México cuando se dio el boom del rock en tu idioma en la segunda mitad de la década de los ochenta. El disco no podría haberse grabado en otra ciudad que no fuera Nueva York, tierra siempre fértil para las vanguardias musicales que se extienden a nivel mundial.

Foto: María Madrigal

J. Alejandro Rojas Luna, periodista musical de diversos medios.

Acudamos a la honestidad :en México pocos, muy pocos, sabían acerca de Charly García hasta el lanzamiento de Clics Modernos (1983), ya que su obra era conocida por muy pocos iniciados, pues antes la música se masificaba en discos de acetato, cassettes, y la radio, medio que era un bastión que contaba con algunos espacios para la audiencia joven que necesitaba escuchar cosas diferentes, y eso era precisamente este álbum producido por el propio Charly junto con Joe Blaney. Así, un tridente de canciones introdujo e hicieron de Clics Modernos un clásico a prueba del tiempo: “Nos siguen pegando abajo”, “No me dejan salir” y “Los dinosaurios”, canciones cuyo sonido se engarzaba con letras donde reposaba valioso subtexto que iba desde denunciar la dictadura militar argentina hasta diversión y ansias de libertad. Cada vez que uno escucha Clics Modernos descubre nuevos significados. Básicamente Charly García lo dio todo en este disco conformado por nueve piezas que hay que escuchar al menos una vez en la vida.

Juan Carlos Hidalgo, escritor, periodista musical de medios como Marvin. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM).

Desde sus comienzos, Charly García tenía una muy desarrollada intuición acerca de los elementos que cimentan la cultura rock y que tiene a la ciudad de Nueva York en un sitio de privilegio; allí operaba Joe Blaney, productor que había tenido bajo su cobijo a The Clash -banda bienamada por el hombre del bigote bicolor- y que también trabajara para Prince, otro de sus amores. Hasta allá fue a buscarlo. En aquellas sesiones tuvo en la guitarra al inmenso Larry Carlton -a la postre con más de 100 discos de oro- y es así como Charly pudo renovar su estética sonora (además de otros aciertos, como tener a Pedro Aznar en la banda). Luego sobreviene el poder de la imagen -que trasciende en el tiempo- y que transformó a aquella toma en un icono del rock iberoamericano… ese registro en blanco y negro tan a lo Lou Reed… esa evocación del lado salvaje de la vida -con el grafiti de fondo-. Habrá que exaltar la sapiencia de parte de la gente del Consulado argentino en La urbe de hierro para hacer ver a las autoridades la trascendencia cultural que el registro fotográfico de aquella esquina ha tenido no sólo para los argentinos, sino para los miles de hinchas de uno de los auténticos genios del rock que se ha hecho en español… un certero agregado a su leyenda desde el corazón de una las capitales históricas del rock.

Fabian Jara, DJ y locutor del programa Temporada de Koalas (Buenos Aires, Argentina).

Charly es y fue siempre  un adelantado en todo, incluso para ser moderno entre “los modernos ” también en el apogeo de ese vocablo que se usó para definir “las nuevas olas ” del momento. A pesar de ser un quiebre en la música argentina y de Sudamérica, en mi parecer, en el disco destella un obra maestra, que es muy clásica y que remite de forma atemporal a la música universal. Se trata de #los dinosaurios. Acaso el tema menos “vanguardista” del disco? Si. Pero sin duda el que abrió el camino al futuro del propio García y claro, del rock argentino. En cuánto a tener un lugar, en este caso una esquina en la capital del mundo, le hace honor , pero no justicia, es una artista que merece un planeta entero.

Juan Manuel Godoy, integrante del grupo Matilda (Argentina)

Antes que nada hay que aclarar que Charly Gracia es un distinto, un fuera de serie, un genio y además de eso un tipo muy lucido que se fué adaptando musicalmente a las épocas en las que les toco ser protagonista con mucha frescura. A principios de los 70 fue hippie con Sui Generis, luego incursionó en el rock progresivo con Seru Giran y en los 80hs se empapó de cajas de ritmos, sintetizadores y su música por primera vez se volvió bailable e irreverente, sin resignar su esencia. Clics Modernos se edita casi en paralelo con la vuelta de la democracia a la Argentina. Las canciones de ese disco son una especie de epilogo de los años oscuros de la dictadura pero de algún modo también son un prefacio estético de lo que se venia musicalmente en nuestro país. Creo que el homenaje de la calle es justo, la obra de Charly lo merece y por otro lado el álbum fue grabado en New York algo que influyo muchísimo en el sonido de Clics Modernos.

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