Por: Enrique Blanc | Fotos: Farah Sosa
El pasado 9 de noviembre cinco mujeres protagonizaron un espectáculo por demás singular en el marco del impresionante programa que anualmente ofrece el Walt Disney Music Hall de Los Ángeles.
Las mexicanas Ely Guerra y Lila Downs, las colombianas Goyo y Catalina García y la chilena Ana Tijoux, se situaron al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, conducida por su reconocido director, el venezolano Gustavo Dudamel, para ofrecer un arrebatador concierto en el que no faltaron las declaraciones alusivas al título del proyecto: “Canto en resistencia”.
Tras una primera parte en la que la numerosa orquesta interpretó las obras “Stride,” de la cubana Tania León, y “Alegría”, del puertorriqueño Roberto Sierra —quien estuvo presente en el recital—, en un hecho que acabó por redondear una velada genuinamente latinoamericana, las cantantes invitadas fueron desfilando por el foso con el propósito de entregar dos temas cada una.
Ely Guerra fue la encomendada para abrir esta segunda parte del concierto y lo hizo, en un principio, acompañada por un coro de cuatro voces con las que interpretó uno de los sublimes temas de Zion, su álbum de 2019. Enseguida, la autora de álbumes como Lotofire, entregó a la audiencia del recinto lleno en su totalidad una versión conmovedora de “Te doy una canción”, la original de Silvio Rodríguez, una de las selecciones más intensas de la noche.
Ana Tijoux hizo evidente su solidaridad con Palestina desde el momento en que llegó al entarimado y pidió a viva voz la liberación de su pueblo, previamente a entonar las dos canciones que aportó al recital.
Por su parte, Lila Downs se refirió a los migrantes mexicanos, “las personas que vienen a vivir y a trabajar aquí en los restaurantes y en el campo de California”, dijo, señalando a quienes dedicó una de sus canciones. “A veces nos olvidamos de su existencia porque tenemos bellas fresas y comida maravillosa”, aseveró antes de iniciar con “Semilla de piedra”.
Fotos: Farah Sosa
“Yo me siento honrada de estar aquí esta noche, y la siguiente canción quiero dedicarla a la mujer”, expresó Catalina García. “A esa mujer que está por nacer y a esa mujer que nos dio la vida”, agregó la vocalista de Monsieur Periné, y a continuación invitó a Ana Tijoux para cantar junto a ella, entre versos y rimas, “Mi libertad”.
Finalmente, llegó el turno de Goyo. La cantante de Chocquibtown, además de dedicar su primera entrega a las mujeres, agradeció al “maestro Gustavo, por abrir este espacio”, para luego declarar, antes de su interpretación de “Tumbao”, lo siguiente: “La canción que viene a continuación habla de las tormentas que tenemos en la vida. Y que cada uno tiene su propia herramienta para salir adelante. Yo creo en las segundas oportunidades, en las terceras oportunidades, en las cuartas oportunidades, son infinitas las oportunidades que hay. Entonces, ése es el tema, buscar que cada quien tiene su propio tumbao”, sentenció antes de entonar una de sus dos selecciones.
En el cierre de la emotiva velada, las cinco cantantes volvieron al escenario para recibir una ovación del público asistente que, hay que decirlo, se quedó no sólo con ganas de más, sino con el interés de haber visto a estas cinco voces femeninas conjuntarse en una última interpretación que desafortunadamente no llegó. Esperemos que así pueda ser en la próxima ocasión.
Un concierto memorable desde su concepción, protagonizado por cinco de las voces más destacadas de la canción femenina latinoamericana de nuestros días, que retribuyó con emotivos momentos a los aproximadamente 2,700 privilegiados que lo escucharon en el imponente recinto del centro de Los Ángeles.