Alejandro Mancilla
Ambos, coincidieron en tiempo y forma en la década de los 80, cuando surgieron como importantes símbolos del rock latino de la época (y más acá). Pero los Prisioneros, liderados por Jorge González, venían de un lugar distinto al de Soda Stereo, tanto geográfico como social. Mientras que Cerati y compañía habían surgido de ambitos un poco más burgueses, digamos, Jorge González provenía de un estrato más vulnerable, producto del régimen que asolaba a Chile en esos años. Los Soda podían cantar incluso estrofas como “el régimen se acabó…”, como analógia política de una dieta…es decir, el tema social no existía para la banda argentina (quizás la única crítica registrada sería “¿Por qué no puedo ser del Jet-Set?”, una irónica declaración de principios social) y Las Malvinas, eran un tema reservado y complicado.
Las dos agrupaciones apostaron en sus inicios por el ska y el new wave con tintes post-punk, aunque los Soda recurrían a las influencias de XTC y The Police (antes de decantarse por el dark) mientras que Los Prisioneros, venían de un ska más primitivo que luego mutaría en synth-pop. Lo cierto, es que antes de “Corazones”, el disco techno de la banda chilena que ya contenía canciones de amor, las letras del grupo despojadas del sak y el pop, eran casi tan punks como las de La Polla Records, la banda radical banda española.
Pero…¿había rivalidad entre ambos grupos? Jorge González no dudó en cirticar en su momento, la difusión que tuvo Soda Stereo en Chile, superior al que su banda tenía en esos momentos. Tanto, que de dice que la canción “Él es mi idolo”, original de Los Prisioneros, tiene una dedicatoria irónica y especial a Cerati. Esta canción que se estrenó en 1987 dentro del álbum “La cultura de la basura”. La letra es el relato de un fan contando cuánto admira la belleza de un artista de rock. Si la canción fue compuesta en ese sentido, no se ha comprobado ni descartado al 100%.
Por su parte, Cerati tambipen habló del grupo en una entrevista en audio recuperada recientemente. En ella, Cerati aclara: “Es que no me interesa ir a Chile a hablar de política. Conozco una canción de ellos que se llama “Muevan las industrias”, ellos están equivocados porque nosotros cantamos para la gente, es obvio que algiunos grupos no soporten a otras bandas que vienen de fuera, pero a mí no me interesa…crear polémica con grupos que nos conozco no me interesa mucho”, declaró, “siempre hay algíún marginado”, finalizó.
“En esa época pensé que Soda Stereo era una banducha copiana, y que Los Prisioneros eran una banda que no había ninguna parecida. En sudamérica si pareces gringo y suenas como gringo, pues es una colonización…” dijo el mismo Jorge en 2014. “Ellos eran muy buenos, los mejores, y aparte más lindos..:” declaró en un canal de YouTube el mismo Jorge González, limando postumamente cualquier aspereza.
Lo cierto es que las letras de Cerati aludían más a imágenes, a colores y a historias, que a problemática social. Por el contrario, las líricas de los primeros discos de Los Prisioneros (con excepción del cuarto, donde González se puso un poco crooner), son de una acidéz anarquica al estilo de “¿Por qué no se van?” o “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”.