Pocas bandas pueden presumir una trayectoria de 30 años en la historia del rock latinoamericano. Con un cancionero que rebasa cualquier brecha generacional, esta banda nació con la firme intención de traducir al español la energía del entonces incipiente ska protagonizado por bandas como Madness, The Specials, The Selecter, English Beat.
Con determinación barriobajera, este combo explosivo logró tomar la síncopa del género para cantar en el idioma de Cervantes, sobre el significado de ser un adolescente de habla hispana con talento de sobra para emerger del underground con un ritmo rabioso que contagia al más tieso.
En sus orígenes, las cosas no fueron sencillas.
Con muy poco dominio del instrumento, su disco debut fue mal recibido por la crítica bonaerense, sin embargo, su gracia y carisma lograron hacerse de los suficientes feligreses para no abandonar el auto. Para la llegada del segundo álbum, la presencia de Calamaro así como la experiencia ganada en los escenarios produjeron una ecuación más interesante y la banda hiló un sonido más sofisticado que bordeaba con el dub y el reggae con soltura: el disco vendió 250 mil copias, una cifra tremenda para una agrupación tan joven.
Con la presión de igualar el éxito a cuestas, la banda jugó una movida muy inteligente al grabar un cover de “Revolution Rock” de The Clash, además de una mancuerna en “Vasos vacíos”, con Celia Cruz, la “reina de la salsa”.
Desafortunadamente, el impacto fue mermado por la crisis de finales de los 80 y ello se refleja en los discos venideros, un impasse que fue desplazado hasta el ’92 con la edición del disco El León, una colección de temas que atraviesan por la salsa, el calipso, el reggae y el ska con maestría, al grado de que para Vicentico este sería el mejor disco de la banda. Sin embargo, la gloria vendría un año más tarde con Vasos vacíos, un recopilatorio con lo mejor de su carrera hatsa entonces, que se convirtió en un clásico instantáneo repleto de himnos como “Matador” y “V Centenario”.
Con el emblemático video de “Matador”, la banda se da a conocer por todo el mundo y al poco tiempo son la primera banda en grabar el primer MTV Unplugged de MTV Latinoamérica y variados premios a lo largo de su historia, incluyendo el presente. Las temáticas de la banda apuntan a temáticas sociales, algo muy a tono con el sentir del rock latinoamericano en general.
Con los reflectores encima llega Rey azúcar, un disco que deja en claro las posturas políticas de la banda, así como su capacidad para seguir componiendo clásicos como son “Mal bicho”, la versión de “Strawberry Fields Forever” o “Las venas abiertas de América Latina”.
Más tarde vendrían Fabulosos Calavera y La Marcha del Golazo Solitario, dos discos que preludian la breve separación de la banda en 2002, misma que se interrumpe 4 años más tarde con la grabación de un cover homenaje en el disco Calamaro querido! Cantando al salmón, dedicado a su gran amigo. Aunque oficialmente la banda nunca se separó, en 2008 vuelven al estudio para desembocar una gira que arranca en el DF ante 100 mil personas, una cifra récord en su carrera.
Después de su presentación en el Vive Latino en 2013, la banda ha anunciado el regreso a México este 2015, con un show multitudinario que demostrará porqué se trata de una de las bandas esenciales en el rock hispanoamericano, con un cancionero repleto de temas entrañables, que cada tanto se vuelven en el nuevo estandarte de una generación.
