Vita Set, el grupo argentino que en su nombre ostenta un homenaje a Soda Stereo (“Vita Set” es un track incluído en el disco en vivo Ruido Blanco, que en realidad es una fusión de sus canciones “Vitaminas” “¿Por qué no puedo ser del jet-set?”) lanzó su nuevo disco (auto-producido) titulado Zona Cero vía Arts & Crafts México. El material, es el tercero en la cuenta de la banda de La Plata, y se trata de un disco conceptual sobre hipotéticos descenlaces de la civilización tal como la conocemos, entrelazados con historias de amor en un contexto distópico y sí, un apocalípsis incluído en la ecuación, algo de lo que el mismo grupo ya nos había contado en entrevista. Vita Set está conformado por Matías Lima, Franco Armisen, Ignacio Urbiztondo, Manuel Álvarez y Santiago Hernández.

El disco, con claras influencias de la cultura pop, la ciencia ficción, los cómics y la literatura fantástica, comienza con la muy bailable “El apagón”, que si bien inícia con reminiscencias a la música urbana, pronto se convierte en un tema de disco-rock con algunas guitarras sintetizadas y beats dance. En algún momento, nos recuerdan a Babasónicos en su faceta más electrónica y hasta a los mexicanos Zoé.
El segundo track, homónimo al título del álbum, es una canción más elaborada. Destacan las secuencias bailables y arpégios y una melodía hiper-pegajosa y retro-futurista. “Los amantes diferentes” comienza con un piano sintético que da lugar a otra pieza de desamor robótico. Una buena balada electro-pop.

El siguiente tema, “El clan”, uno de los mejor logrados del disco repite la dosis de synth-pop-dance que es la constante de un disco lúdico al que se suma “La pataforma”, otro tema con teclados italo-disco y aire funky moderno donde la voz y la instrumentación presentan otros matices más cercanos a la disco-music. El viaje sonoro sigue con “El momento exacto”, canción más guitarrera con una letra romántica. “Apocalísis” por su parte, es una canción triste y poco obsesiva cuya letra sigue la temática fatalista del disco (al menos en las letras) y un downtempo que da un respiro al viaje más bien “movido” del track-list.

El fin llega con “Nada dura para siempre”, una canción post-new wave pop de amor digital (alimentada por “un amor de chat”) y “Lo que diga hoy”, otro tema muy pop que nos recuerda a los años 80; con el electro distorsionado de “Postapocalípsis”, con “Yo también consumí la mente” y sus referencias estilísticas a la Depeche Mode (y otro de los puntos altos del disco) y finaliza con “Nuevo Orden” y su letra críptica que asegura que “la verdad muere al nacer”. Un disco que se nota, concebido con las ideas claras, y un tono de conspiraciones filtrados en un espíritu de pop y electrónica sintética muy ad-hoc.