Marineros regresa desde Chile, con poder, romance y melancolía

Chile continúa siendo semillero de bandas alternativas (y románticas) que apuestan por mantener vigente el espíritu indie que parecía perdido en el océano de TikTok y Conejos Malos.  Eso sí, tuvieron que pasar varios años para que Marineros, una de esas promesas cumplidas, regresara con un álbum que se antoja a continuación (es el segundo) de lo plasmado en su debut, aunque con más baladas que apelan al rock y menos dream-pop.

Al Calor de un Sol que Acaba de Morir es uno de los retornos más cotizados del panorama musical de las tierras de Los Prisioneros y Javiera Mena, ya que desde 2015 la banda no había dado señales (discográficas) de vida. Eso sí, ya habíamos contado con singles como “Loco”.


“En el tiempo transcurrido entre disco y disco, Marineros cambió profundamente y el mundo a su alrededor también. La música contenida en este nuevo lanzamiento plasma lo distintas que están sus creadoras, y la forma en que los hechos y la energía recientes impactan su arte”, reza el comunicado oficial que anuncia ésta vuelta a la escena.

Sole y Cer son los integrantes del dueto: “Las canciones tratan acerca de dejar atrás lo que fuimos y mirar dentro de nosotras mismas. Es la muerte de una ilusión y el comienzo de la siguiente aventura”, explican en el mismo boletín. El disco, fue compuesto en plena pandemia, lo que, sin duda, se nota el ánimo un tanto claustrofóbico del álbum (y hasta en el título), así como en el sentimiento de lejanía amorosa.

Foto: Agencia Rebeldes.

El disco comienza con “Amarte así”, una balada sobre autorreproches y reconciliaciones que explota en sentimentalismo y que a la mitad incorpora unas guitarras inspiradas que hacen que valga la pena el viaje. La segunda canción, “Salvaje y tierno”, recurre como gran parte del disco, al piano como columna.

Y sí, el mood romántico continúa en la segunda pista y se extiende por “A toda velocidad”, que suena como si Julieta Venegas desempolvara sus vinilos de trip-hop “happy” y compusiera una canción sobre un narcisista.

Otro track destacado es “Fuego”, con una guitarra rítmica y un cuasi-rap que le dan la dosis de intensidad necesaria a la canción. “Café melancolía” por su lado, es otra balada obsesiva que habla de autodescubrimiento y amores que no se pueden olvidar (todos hemos pasado una noche así, de melancolía y de evitar que “el corazón se derrita” como dice parte de la letra). En total, 9 nuevas canciones que abonan música al catálogo de Marineros.

Foto: Agencia Rebeldes.

8 años después, el grupo apela por la madurez y eso también le atañe a la música de la placa, producida por Sole y Cristián Heyne, artífice de discos de Dënver, Gepe y de más rostros visibles del indie chileno.

Tan lejos y tan cerca los años de O Marineros, el disco que catapultó al dúo.

Y aquí, puedes escuchar el nuevo disco.

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