Sí, es Marineros; y sí, suenan definitivamente distintas. Pero, explican, cambiaron ellas, no su manera de hacer las cosas. De cualquier forma, si buscabas algo más de su pop electrónico, no lo encontrarás en “Rosas”.
Lo que sí te encontrarás es su minimalismo profundo -quizás más minimal y profundo que nunca- y una guitarra que cobra protagonismo en lo que parece ser la piedra angular de un nuevo disco y, más importante aún, de una nueva etapa musical que se aleja del relato pop chileno de la década pasada.
Así, Cer y Soledad dan el puntapié inicial a un discurso musical mucho más orgánico, cálido y minimalista que marca el fin de la inocencia romántica y se adentra en los dilemas existenciales que arman y desarman el carácter humano.
Con plan de un nuevo disco a mediados del 2022, se vuelven a subir a los escenarios en la ruta de las especias que parecen estar siguiendo la mayoría de los artistas latinos en la post pandemia: arrancando en casa y llegando hasta México.
Cero programación, cero autotune…
MARINEROS
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