Braulio Conde es un músico y productor mexicano que fusiona influencias de los años 70 y 80 con un toque contemporáneo único desde su estudio DIY ubicado en Xalapa, Ver. Con este proyecto, ha sido teloreno de artistas como Lewis OfMan, Adanowsky, Koino Yokan, Mi Amigo Invencible y Fármacos. Su nuevo sencillo y video, es un viaje pop en el que destaca un puente instrumental y una atmósfera feliina que fácil podría ir en el mismo set-lit de Ratatat y su “Wildcat”. Platicamos con el músico indie sobre este nuevo single que viene acompañado por un video lleno de mágia pop, dirigido por Leslie Rivas y José Antonio Zuñiga. Aquí la plática.
¿Cuál es la historia detrás de una canción como Jaguar?
Es una canción muy especial, tanto en lo lírico como en lo musical. Compuse la progresión en la guitarra y me encantó cómo sonaba, me emocionó mucho. Posteriormente empecé a cantar, y tenía en mi subconsciente la idea de hacerle una canción a mi gato, Balam. Así que la letra fluyó sola. Quedó muy bien con la esencia de la instrumental, hablar de él y de su forma de ser. En mis primeras composiciones no le daba tanta importancia a la letra ni conceptualizaba las canciones. A veces la letra era lo que menos me importaba. Ahora he aprendido y me encanta darles una narrativa y concepto a cada canción; en esa parte me ayudó mucho Leslie, mi novia.
El video también es muy particular. Veo que lo hizo architeuthis.mx. ¿Cómo surgió la historia?
Sí, es obra de Leslie Rivas (Architeuthis) y José Antonio Zúñiga (Gotas de Neón). Toda la conceptualización la hice con Leslie. Queremos que todos los sencillos tengan un video que refuerce el concepto de la canción. Le comenté la idea de que el video fuera animado y que Balam lo protagonizara. La historia consistía en que él estuviera durmiendo en la sala de nuestro departamento, luego saliera por la puerta y se encontrara en otra dimensión, para al final darse cuenta de que todo había sido un sueño. Llegué con esa idea y Leslie amplificó la narrativa. Ella es muy fan del México antiguo y de la cultura maya. De hecho, Balam significa “jaguar” en maya, y por eso la canción se llama así. Leslie terminó de darle ese enfoque donde Balam viajaba a la cultura maya y lo atrapaban.
¿Cómo ha sido la recepción de la canción?
Muy buena. He recibido comentarios increíbles y creo que es una de las favoritas para algunos. Lo que más me sorprendió fue que los editores de Amazon Music me colocaron en la portada de la playlist Rock Mexicano. Eso significó mucho para mí porque no había tenido ese reconocimiento antes. Creo que les gustó mucho el track.
¿A qué se deberá la fascinación del mundo por los gatos?
Quien ha tenido un gato —y me refiero a tener una relación cercana y sensible con ellos— sabe que son seres especiales, muy independientes e inteligentes. En mi caso, nunca había tenido un gato ni había convivido de cerca con uno. Así que con Balam pude entender esa conexión.
¿Para un artista indie es importante autoproducirse?
¡Sí! Es, como lo veo, la manera en que a veces las cosas suceden. He tenido que asumir roles o actividades que no estaban en mis planes al iniciar mi carrera musical para desarrollar y hacer crecer este proyecto. También hay que saber cuándo delegar, y siempre es mejor contratar a un experto en el área que necesites. Pero a veces, hacer las cosas por uno mismo es la única manera de avanzar.
¿Con qué bandas o proyectos nacionales o extranjeros te sientes identificado?
Es una muy buena pregunta. Nacionalmente, me identifico mucho con bandas como Enjambre, que crecieron a fuego lento y con base en el esfuerzo. Creo que hacen las cosas muy bien. También me inspira y me identifico con Silvana Estrada, ya que es originaria de mi ciudad (Xalapa, Ver.). Ver su carrera y conocer a gente que trabajó con ella me inspira mucho. Fuera del país, me encanta e inspira el trabajo de Alice Phoebe Lou, una artista increíble de Sudáfrica. Hace canciones que me vuelan la cabeza, y además su gestión y producción son súper DIY. Es mi héroe.
¿Crees que estar en un sello discográfico es relevante en la actualidad para los artistas?
Creo que sí. No lo digo desde mi experiencia directa, pero tener todo un “músculo” detrás de un proyecto musical, que amplifique y apoye tu trabajo, es significativo y facilita mucho las cosas. Además, contar con adelantos económicos para continuar creando permite que los músicos dediquen más tiempo a su profesión y menos a sobrevivir.
El baile del gato en el video, ¿de dónde se inspira?
Es muy buena pregunta, jajaja, porque de hecho ese gato es el de Brandon, un amigo mío que toca el bajo conmigo en vivo. La idea fue totalmente de Leslie, quien hizo el storyboard del video.
Has tocado con artistas como Lewis OfMan. ¿Cómo se han dado esas oportunidades?
La mayoría han surgido buscándolas y tocando puertas. Otras, simplemente suceden. Los promotores que me conocen saben la calidad del show que doy con mi banda. Lo de Lewis OfMan en CDMX fue inesperado y mágico. Soy fan de él desde hace años. Vi que subió una historia en Instagram preguntando: “¿Alguien para abrir mi concierto en Ciudad de México?”. La pasé de largo, pero luego me arrepentí y le respondí “Yo”. Nunca pensé que me elegiría. Semanas después me llegó un mensaje de Eco (la empresa que gestionó el concierto), donde me dijeron que Lewis pidió personalmente que yo abriera su show. No me lo creía. El día del concierto pude hablar con él y me contó que escuchó muchas propuestas, pero que la mía le encantó y supo que tenía que ser yo. Fue un sueño.
¿Cuál es el mayor reto de un proyecto como el tuyo?
Sobrevivir, creo yo. Tengo 23 años y estoy empezando a vivir mi vida adulta. Necesito generar dinero, crear patrimonio y construir un futuro próspero. Por ahora, no puedo vivir de este proyecto, así que tengo que trabajar en otras cosas. Eso me impide dedicarle todo el tiempo que quisiera, pero tengo mucha certeza de que puedo compartir algo relevante con el mundo a través de mi música.
¿Qué viene, un disco, presentaciones?
Viene un EP que reunirá estos sencillos y otras canciones. Saldrá uno más en febrero. Con el EP, planeo presentaciones en diferentes lugares para llegar a nuevos públicos.