Troker presenta “Tierra y Libertad” y conmemora 10 años, Se trata de una obra musical profundamente emotiva que viene con una fusión de estilos que desafía límites logra generar un diálogo profundo entre el mariachi y el jazz contemporáneo Troker celebra la diversidad sonora de su país en un disco producido por Gerry Rosado, ganador del Grammy Latino. Platicamos con Frankie Mares, integrante del combo jaliciense.
“Estamos bien a gusto en Guadalajara, la verdad”, me responde de inicio ante la pregunta sobre si labanda no tiene pensado mudarse.
El nuevo disco es toda una sorpresa, porque la fusión es arriesgada, pero funciona…
Sí, fíjate que llevamos varios años trabajando en este proyecto, en encontrar este sonido y “Tierra y Libertad” fue un gran reto, y es la cúspide de nuestro legado musical porque siempre habíamos querido llevar al mariachi a nuestros terrenos del jazz de forma genuina.
¿Entonces es el disco más importante para Troker?
Es un disco muy importante, incluso el título es muy fuerte, está basado en nuestra raíz, en nuestra gente y la palabras “libertad” es por el jazz, lo que viene a ser esta liberación, esta experimentación y este momento único que sólo surge una vez, es la historia de Troker en estos 20 años en un sólo disco.
Leí en el boletín que dicen que en este disco, “celebran las tradiciones con profundo respeto”, pero, ¿de repente hay forma de predecir como reaccionaran los puristas de los géneros?
No, pero ojalá haya comentarios de todo tipo para que se empiece a hablar del disco. De hecho es al revés, la gente de mariachi como el Vargas, con quien hemos trabajado, están muy contentos.
¿De dónde surgió la idea de mezclar música mexicana con jazz?
Hace años un fan llamado Cristian Jiménez, que luego se volvió nuestro trompetista, él nos llevó por este camino, porque su familia viene de mariachis. Siempre tuvimos la idea de expandir la diversidad musical del jazz con algo como el mariachi; Cristian hizo los arreglos y nosotros por este lado, la parte del jazz y logramos desarticular el género; nos metimos en broncas pero es parte del proceso, ¿dónde metes el arpa? El volumen del grupo no es como de banda de jazz, es fuerte. Se volvió un experiemento único que nos emociona.
¿Cómo fue la selección de canciones?
Sencilla, escogimos las piezas que más nos representan de cada uno de nuestros discos. Quisimos incluir “Ofelia”, por ejemplo, que tiene un gran piano. La selección está basada en el recorrido, entonces creo que está muy bien retratada esa parte.
¿Este experimento tendra cotinuidad con canciones originales?
No sé, estamos por meternos a componer, pero no sé si seguirá la influencia del mariachi. La gente fuera del país, desde hace 10 años cuando comenzamos salir fuera ya había algo de ese sonido.
Además de esta fusión musical, ¿hay alguna influencia en la estética o cómo se para el grupo?
Es músical, solo eso, un cruce de géneros. El proyecto está en dos canchas, el de Troker y el de mariachi, encontrado los espacios para poder hacer versiones basadas en nuestra música. Grabamos una live session recientemente en Semillero Espacio, ahi se ve el proceso de Troker con estas canciones.
¿Quién hizo la portada?
Joao Rodríguez, un pintor de Jalisco que trabajó sobre líneas para encontrar recorridos y se basó en piedras.
¿Cómo percibes la escena del jazz mexicano?
Siento que hay mucho movimento pero falta que los grupos se arriesguen. Hay grandes talentos pero falta la intención de poder llevar ese talento a otros lugares. Diego Franco por ejemplo, es muy bueno, pero sigue tocando en CDMX y creo que están al nivel para estar tocando en festivales en todo el mundo. Hay muchos talentos en México y Guadalajara tambíen, pero veo a pocos mexicanos tocando en NY o en New Orleans y la gente está ansiosa de escuchar cosas de otro país.