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Richard Coleman “La verdad, Soda Stereo era un nombre muy ridículo al principio”

Richard Coleman es uno de los artistas clave del rock argentino. Su labor al frente de grupos de culto como Fricción o Los Siete Delfines, su paso por Soda Stereo y sus trabajos como solista, sin duda son parte de esa definición. A mediados de año, el artista se presentó en México como parte de la nostálgica gira de Rock en tu Idioma y además fue parte de la serie de conciertos de reunión de los ex Soda Stereo y se presentará por primera vez en Londres, Inglaterra el 11 de diciembre. Platicamos en exclusiva con el músico eternamente moderno.


¿Cuál es tu actualidad, Richard?

Estoy preparando conciertos, estoy evaluando si produzco a un artista nuevo, pero no me quiero comprometer mucho porque estoy interesado en trabajar un disco nuevo mío, y eso te absorbe mucho la mente, que es muy delicada para la creatividad.

¿Este nuevo disco es tuyo completamente o regresas con alguna de tus bandas?

No, desde 2011 todos mis discos son de Richard Coleman y en todo caso con Trans-Siberian Express, que es el grupo que me acompaña desde hace tiempo.

Siempre ha sido considerado un artista moderno, pero que de algún modo recurre a su pasado…

Siempre miro para adelante, las influencias de base que son el cimiento están firmes, que son la música y la literatura que me han marcado desde la adolescencia. Yo siempre he pensado en el futuro, vivo en el presente y lo que está hecho, obviamente, está hecho, pero no me recuesto en el pasado, no creo en la nostalgia, me hace bien pensar en nuevas formas de revisar la música y reconocer la vanguardia como mis influencias.

Recuerdo que compré el disco de Fricción por la portada y la imagen del grupo, eso ya se perdió.

Sí, ya se perdió excepto para el coleccionista de discos, el que compra vinilos, pero el consumidor estándar de música lo que consume son listas. La música de hoy no está hecha para seducirte; para mi las tapas siempre fueron parte del objeto artístico. Yo he comprado muchos discos por la portada.

¿Alguno que te haya decepcionado?

No, porque la portada me siguió gustando. Tengo algunos discos guardados que no me gusta la música, pero las tapas sí, aunque pero la mayoría de las veces no. Además, otra cosa interesante era leer quiénes eran los músicos, quién fue el productor…


El rock no es la voz de esta generación, no representa a la generación que quiere decir algo, el rock es la voz de los adultos


En México se te relacionaba con la escena gótica latinoamericana…

En los años 80, en el 82 u 83, mi influencia más grande fue Joy Division, el The Cure de Pornography. Pero el tema con las etiquetas son muy flexibles, y yo con el goth nunca me identifiqué, o sea, más bien era con el post-punk que es una categoría un poco más moderna. Los Siete Delfines salió al mismo tiempo que Nirvana, porque sucedió que tanto en Argentina como en el resto del mundo había una necesidad de hacer rock de guitarras, sin tanto adorno. El año 90 empecé con L7D y bueno, me identifiqué con eso, una banda rockera sin hacer rock and roll.

¿Qué te gustaban de esos años?

Entre mis influencias de la época estaban Tin Machine, Soundgarden y bueno, cuando salió Nirvana ya no era influencia para mí, sino como un grupo afín. Quizás mis influencias eran los que influenciaron a Kurt Cobain, me gustaba Sonic Youth, agarrar elementos de ese grupo y a traerlos al formato de rock-pop.

¿Y los Pixies te decían algo?

Los Pixies no tanto, me los perdí, sabía que existìan, pero mi viaje iba por otro lado, más bien por el shoegaze o el noise-rock como se le decía acá, más en la onda de My Bloody Valentine o Ultra Vivid Scene. Por ese lado, Pixies me complicaba un poco las canciones, muy complejas para lo que estaba queriendo hacer, tenían esa complejidad que no se nota.

El shoegaze de algún modo tenía una conexión con The Cure y el post-punk…

Claro, y con The Jesus and Mary Chain, yo desde que los descubrí me interesó mucho lo que estaban haciendo. Y eso sucedió cuando estaba en la última etapa de Fricción cuando yo escuchaba ya otros sonidos.

¿De algún modo sentiste que la historia de Fricción quedó inconclusa?

No, para nada, duró lo que tenía que durar, porque para mí era un proyecto experimental, casi un colectivo para probar sonidos, métricas y canciones. De alguna manera el trabajo más intenso fue en la sala de ensayo. La primera formación fue la que tenía a Gustavo Cerati, y en un año tocamos sólo tres veces.

¿La canción“Arquitectura moderna” es de esa época?

La escribí en 1983, pero luego fue modificada. Cuando se grabó en 1986 fue muy diferente. Originalmente tenía un intervalo más funk blanco, estaba bueno, pero eso pasa con algunas canciones que grabas después de muchos años.

Hay una canción tuya llamada “Estoy Azulado” que salió como tema de Soda Stereo y luego la grabaste tú.

Si, tanto esa canción como “Ecos” son canciones que cantábamos en la sala de ensayo de Fricción. Y cuando Soda estaba grabando “Nada Personal”, Gustavo me pidió permiso, me preguntó si las podía grabar y me pareció buenísimo. Actualmente la toco con un arreglo completamente distinto, con una variación, aunque sí conserva la tónica original.

En algunas entrevistas John Lennon juraba que Lucy in the sky with diamonds no tenía que ver con el LSD…¿el nombre de Los Siete Delfines tampoco fue premeditado?

No, el nombre de la banda primero era 7 Delfines, un número de cábala. La idea era estar en el primer bloque de las bandejas donde se ponen los discos en orden alfabético, para ser los primeros de la fila. Pero en esa época circulaba el ácido en Buenos Aires y cuando lo escribimos con las siglas LSD, entonces nos miramos, nos reímos y pensamos en hacer el truco. No fue casualidad, pero sí fue de último momento. 

El nombre es bien importante, por ejemplo, creo que Soda Stereo se iban a llamar Los Pelitos…y con ese nombre pues no hubieran sido tan grandes…

No sé, eso nunca lo escuché, pero era un tema, pero la verdad Soda Stereo era un nombre muy ridículo también al principio, no se entendía, en ese año, en 1983 era una nombre no muy vendedor, tuvieron que hacer un branding muy importante para poner el nombre en su lugar.

Hay nombres grandes desde el principio, pero hay nombres que pueden sonar raros al principio como Los Encargados que se vuelven grandes luego cuando se escucha al grupo y se entiende la referencia extra-musical…

Los Encargados en realidad en Argentina son el personal de limpieza de un edificio, es como decir los conserjes. Encargados es la manera formal, la forma educada y el juego de Daniel Melero fue ponerle a su grupo, donde también toqué, un nombre inconexo con la música. En los primeros shows de Los Encargados tocábamos con la ropa de conserje, de color gris. También claro, es un juego de palabras, lo que hace Melero no es literal nunca…

¿Nunca has pensado qué hubiera pasado si hubieras decidido quedarte en Soda Stereo como el cuarto integrante? ¿Te has arrepentido en algún momento?

No sé, hubiera pasado lo que preví que por eso me fui, no era un cuarteto, si yo me hubiera quedado quizás se hubiera abierto más esa grieta y no hubiera cuajado la cosa, porque los caminos musicales eran diferentes y yo no quise forzar a una banda que ya venía trabajando. Creo que estuvo bien, si no hubiera tomado esa decisión no sé, es el efecto mariposa, yo siempre he pensado que hice lo correcto y el tiempo me dio la razón. Al irme de Soda lo que se armó fue una amistad entre Gustavo y yo que no creo que se hubiera desarrollado si yo estaba en la misma banda y entonces creo que me quedé con lo mejor, yo tenía 19 años y Gustavo tenía 23, éramos muy jóvenes, yo era muy idealista, y no iba por ahí.

Para un sector purista o de fans, el regreso de Soda Stereo sin Gustavo Cerati y con artistas que no tenían nada que ver, con excepción tuya y de algunos que estaban estilísticamente a la par…

De entrada la gente  que piensa que yo tendría que cantar todo el show se olvida que yo fui el primero que se fue de Soda Stereo, hay algo paradójico en todo eso. Yo me sumé ante la genuina necesidad de Charly y Zeta de subirse a cantar sus canciones en vez de quedarse viendo como cientos de grupos de versiones están tocando sus canciones y ellos no.

Para mí fue bueno, el lugar que me dieron fue el que yo quería en todo caso, al margen de la selección de artistas, era algo muy subjetivo, se podría hacer mejor. Todos los artistas que participaron fueron fuertemente influenciados por la música de Soda Stereo, no fueron covers, fueron interpretaciones, fueron desde un lugar real con respeto. Así que por ese lado estamos todos bien, algunos artistas se arrepintieron de decir que sí, otros que luego quisieron subirse.

Tiene que haber un poco de controversia, si todo mundo hubiera estado de acuerdo, algo hubiera fallado, porque la realidad es que Soda Stereo era un trío, y perdieron un miembro en el camino y ellos tenían derecho a hacer algo más, y nadie quiso reemplazar a Gustavo, sino complementar. Son las reglas del juego, los músicos a veces jugamos con la audiencia y el público a veces se vuelve un monstruo muy posesivo.

Hiciste un show llamado “El rock ha muerto otra vez”. Asumo que fue de manera irónica, pero muchas voces lo pregonan mucho…

Eso pasa todo el tiempo. Ese título de un show en 2019 fue una carnada para que se hablara de ello, pero es algo que se dice cada 5 años, desde que comencé a escuchar rock siempre está muriendo y renaciendo, o sea, cada determinado tiempo aparece una nueva generación con otra vez. Lo que estoy seguro por ahora es que en estos tiempos veloces que corren, en este momento efímero, pienso que el rock no es la voz de esta generación, no representa a la generación que quiere decir algo, el rock es la voz de los adultos, entonces si los jóvenes de 20 años hablan el mismo idioma que los mayores de 50, entonces hay algo que está mal, uno de los dos no está haciendo algo bien.

¿El rock ha tomado otra forma?

El rock es un movimiento, es una situación, es un colectivo artístico en el cual se encausan una gran cantidad de estilos, influencias, necesidades y discursos, y eso se va alimentando todo el tiempo, es maleable, pero en este momento, “el rock” está representado por el “trap”. Para mí lo correcto es que haya un momento de quiebre. Ojo: hay un montón de géneros comerciales que toda la vida los hubo y que no se les puede pedir otra cosa, cuando yo era adolescente el diablo era la música disco, y grupos como CHIC y Nile Rodgers, eran artistas del carajo, una maravilla.

Es que CHIC quería ser la versión afroamericana de Roxy Music…

Sí, ellos estaban en otro proceso. Y no sé ni me interesa quién será el Nile Rodgers del reguetón, que lo diga la posteridad, pero sé que no me gustan de esos géneros, y bueno, dejémonos de joder de que la música de los jóvenes es horrible, no defendamos tanto al rock.

Recientemente participaste en los shows mexicanos de Rock en tu Idioma

Fue increíble para mí que todos tuvieran algo que contar acerca del momento en que escucharon mi música en su vida. Sabo Romo es un tipo muy carismático y me sentí muy halagado con la invitación. En 2023 espero que nos veamos.

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