Paul Higgs es uno de los músicos uruguayos que están destacando en una escena que, como el mismo lo cuenta, no depende de una industria y eso la hace menos dependiente de la moda. El artista continúa promoviendo su disco Tridimensional y su viaje, lo ha traido a Los Ángeles, donde presentará un show muy especial este jueves primero de febrero. Platicamos con el uruguayo que fue capaz de dedicarle una canción a los adoquines de una calle y que ahora, se inspira en los cuervos angelinos.
¿Estás en L.A. en estos momentos?
Sí, acá ando, en la ciudad, y traigo vinilos de Tridimensional
¿Cuándo son tus show en la ciudad?
Este jueves primero de febrero en un venue que se llama Scribble en 5541 York Blvd, Los Angeles. Toco con un grupo que se llama Super Hit, que hace una música muy imaginativa, muy precisa.
¿Estás en dos sellos discográficos actualmente?
Mira, como diría el gran Fito Páez en su canción “Al lado del camino”. No pertenezco a ningún “istmo”, no tengo sello. Little Butterfly Records es el sello uruguayo que imprimió los vinilos, pero ya no estoy en algun label en particular.
¿Cómo fluye la escena del rock en Uruguay actualmente?
Eso se puede contestar de dos formas porque la dicotomía es parte de mi condición humana y de mi papel como crítico de mi trabajo. Por un lado, en Montevideo todo está igual que siempre, con mucha gloria musical ya que al no existir una industria que en muchos casos nubla la visión de la creación, muchos artistas en Uruguay solo crean por crear. Y ahí se conecta la sonoridad con la esencia más pura de las personas. Por eso hay mucha música hecha sin más proyección que hacerla. Por eso, todavía existe eso en mi país, es un país con tres millones de personas en todo el territorio.
¿Y entonces cuál es el lado oscuro?
Que la estupidez que reina en gran parte del mundo, también reina en Montevideo y hay mucha música que sale de ahí que a mí me resulta nociva. Por eso no me quedo con muchas cosas que ahí se hacen de forma mediocre. En Estados Unidos de dicen top notch, a buscar lo más exquisito, pero no lo encuentro mucho en Uruguay.
¿Fito Páez ha sido una influencia determinante?
Es un intelectual, es el leopardo púrpura satinado, según mi punto de vista, porque lo adoro. Absolutamente estoy influenciado por ese Rodolfo de Rosario, lo adoro, de antemano y forever. Hace un par de meses abrimos su show de festejo de “El amor después del amor” en Montevideo, y que me haya invitado es uno de los actos más grandes de generosidad que he visto de parte de uno de los artistas de su talla. Tocar frente a unas 25 mil personas en la apertura fue un gran acto.
¿Ideológicamente qué tienes en común con Fito?
De alguna manera yo siempre nado contra corriente, no sé ni de cual ya, no soy condescendiente con la moda. Y sí, hay una aniquilación de la inteligencia rebelde, una adoctrinación de las masas y no quiero sonar conspiranóico, pero si lo aterrizamos es algo así. Lo que se distribuye en mayor cantidad es usualmente lo menos nutritivo, si llevamos los tomates orgánicos a una analogía con música, eso es algo más puro, es un hecho para mí.
¿Te refieres a la música urbana?
Podríamos ponerlo en el frente porque lleva ahí en los últimos años, pero igual a la música disco a fines de los 70, la misma estupidez estaba impresa en lo que se le daba de comer a los oídos de las personas. Ahora, todo es la globalización latina, tal vez en 20 años el hair metal vuelva a estar en primera plana y quizás alguien ponga sus pistas demoniacas en las frecuencias sonoras de forma maquiavélica.
En tu disco Tridimensional te inspiraste en 3 ciudades, ¿L.A qué te inspira, que compondrías en ese ambiente angelino?
Mira, algo de mi nueva sonoridad, algo que puse en un demo, si lo tuviera que explicar con palabras, tiene un poco la esencia de este lugar, pero también he encontrado ya elementos y referencias claras de la ciudad, como por ejemplo un cuervo “que me estaba buscando”. L.A. está lleno de cuervos y eso me resulta una influencia directa, es una real imagen angelina. Otra cosa que vi y me pareció exquisita fue un grupete de coyotes en una colina, esas imágenes influyen mucho. Mucho de la idiosincrasia norteamericana aún no la puedo poner en canciones, pero sí me llama la atención que las personas no se saludan de cerca, hay una distancia a la cual no estoy acostumbrado porque en América Latina es todo más físico.
Noto que eres muy visual, pero…¿es difícil con tantas décadas de historia del rock y el pop, hacer una letra original?
Sí, es signo de nuestros tiempos, hay mucho terreno ya cubierto, estamos hacuiendo huella sobre huella, pero el reto es la forma que le damos a esa huella y el color que le ponemos, ahí podemos hallar la novedad y la especificidad de las palabras. El poner una huella sobre una huella y aceptarlo es como una herencia, como cuando las cosas se pasan de boca en boca, y por eso es valioso hacer guiños al pasado. Hay temáticas que nos unen, no siempre es buscar la individualidad y unicidad sónica y creativa, es buena usar esos puentes que nos unen en esta tierra.
A pesar de los tiempos, hay gente que le sigue importando una buena letra en una canción
Definitivamente, y creo que quizás las combinaciones sean infinitas. Es un tapíz, un entramado, que al cabo y al fin nos cubre de los fríos más extremos y los calores al estilo Harry Potter y su capa de invisibilidad.
¿De Uruguay, quienes son referencias de cultura pop?
Existe una cultura del futbol muy grande en mi país. Toda una cultura del deporte en la nación uruguaya, del pimer Mundial que se hizo allá. Existe el tema de la tragedia y milagro de los estudiantes caídos en un avión en Los Andes que ahora es la película La Sociedad de la Nieve; existe la presidencia de José Mujíca un ex rebelde guerrillero que acaba siendo presidente de nuestra nación. Esos son íconos pop humanos, no como Condorito o Mafalda. Usualmente las personas son peores que los dibujos animados, también existe Luís Suárez que le mordió la oreja a otro jugador en el Mundial de futbol Sudáfrica y que atajó un tiro con la mano y provocó penal.
