En la música y en la vida misma, la autenticidad representa un valor agregado. Hace 16 años, Nunca Jamás nace en Ciudad Obregón, con la idea de ser una banda de rock. Con el paso del tiempo, Pedro Verdez (bajo), Omar Sáinz (voz y la guitarra) y César Bernal (batería); se mudan a la Ciudad de México, donde descubren que su identidad rockera es enriquecida con las raíces de la música norteña y sinaloense que crecieron escuchando.
El resultado es un experimento que ellos mismos bautizaron como rock agropecuario, una fusión que la banda fue evolucionando poco a poco, hasta hacerla parte de su ADN. Platicamos con Omar, quien nos adelantó la estrategia que Nunca Jamás diseñó para seguir lanzando música durante la pandemia, así como las fechas de sus próximos shows en vivo.
¿Cómo estás Pedro?
Todo bien, todo bien, acá andamos al 100. ¡Saludos a toda la gente bonita que nos está leyendo!
Me da mucho gusto porque, a pesar de la pandemia, Nunca Jamás está sacando mucha música nueva.
Al momento de firmar con nuestra agregadora, cambiamos un poco la estrategia de lanzamiento, además tuvimos que reestructurar todo a raíz de los sucedido el año pasado. Replanteamos, se hizo una nueva planeación y estrategia. Así comenzamos a lanzar nuevos sencillos con “Seis Tragos“, “El que pierde el sueño“, “Vida Privada“ una colaboración con Charles Ans, “Sin mañana y sin ayer”; que serán parte de un EP o un disco, aún no sabemos cómo será el lanzamiento, pero la estrategia seguirá siendo lanzar sencillos todo este tiempo. Incluso, ya estamos trabajando en el siguiente.
El último single, “Sin mañana y sin ayer” va mucho con los tiempos actuales. Desde mi lectura, habla de cómo vivimos en el pasado y eso nos impide llevar una vida plena en el presente.
La letra de “Sin mañana y sin ayer” es como dices, un tema de “tírate de panza y ya no la pienses”, deja de estar pensando en el pasado, porque no tiene caso estar frustrado con algo que no te ha sucedido. También habla de cómo la piensa uno cuando una morrilla o un morrillo te gusta. Hay que aventarse sin pensarla.
Platícame sobre el concepto de Nunca Jamás. Por una parte, se percibe esa caña rockera desde los primeros discos, y más adelante se incorporan elementos de música mexicana en sus composiciones.
El proceso fue gradual, como dices. Todo comenzó en 2005, y arranca bien en 2007, cuando decidimos salir a tocar con un primer disco. Hicimos una gira nacional de promoción y en 2008 nos fuimos a radicar a la Ciudad de México. Estando allá fue un gran shock cultural, el país es bien grande y cada zona tiene su cotorreo. Nosotros somos de una ciudad chica de menos de 400 mil habitantes, en la que mucha gente se dedica al campo. De ahí surge este rollo del rock agropecuario.
Nos dimos cuenta que nosotros traíamos un rock más fuerte del que sonaba en ese entonces en la ciudad. Había una oleada de indie y todas las bandas buscaban sonar igual. Llegamos nosotros y era un sacón de onda, no encajábamos.
“Al buscar homogeneizarnos, nos dimos cuenta de lo que nos caracterizaba. Entonces dijimos, pá’ que le hacemos al loco, si así somos, así tocamos, así hablamos, de acá venimos. Ahí aceptamos lo que somos y aprendimos a enorgullecernos de nuestra identidad, de lo que podemos ofrecer.”
Nunca Jamás
¿Ahí surge el concepto de fusionar la música de raíz?
A partir de ahí, dijimos, “somos sonorenses, somos norteños y háganle como quieran pues”. Ahí comenzó a haber mucha empatía de la gente y poco a poco fuimos incorporando el rollo del concepto musical. De repente, en los shows hacíamos dinámicas de baile de música regional mexicana y eso era un sacón de onda (ríe).
Ya luego vino el rollo visual, los vestuarios en los videoclips. Ya para el disco Fierro por la 300, comenzó a cuajar esta fusión y el concepto en general, sobre todo en lo musical. Siempre hubo la intención de hacer estas fusiones, pero era algo muy sutil. Con este disco nos tiramos de panza para mostrar lo que es, ¿no? Obviamente fue la primera vez que tuvimos a un productor de regional mexicano que nos ayudó a interpretar y a traducir la música.
Porque cada género tiene su dialecto, el norteño, la banda, el rock, todos tienen lo suyo. Gracias a los productores Francisco Oroz y Esteban Valle, logramos el sonido que buscábamos y sobre todo, que no sonara a unos rockeros tratando de hacer norteño.
¿Hay alguna canción que haya inaugurado formalmente esta nueva fusión?
Sí, la canción de “Quiero verte” que salió en 2014. Con esa rola ya salimos al 100 con el sonido de rock agropecuario. Hubo un sencillo anterior en el que ya usábamos camisas norteñas, pero aún era sutil, todavía nos la pensábamos (ríe). Pero ya con esta rola nos quitamos las máscaras y la gente lo recibió muy bien.
Vi que ya están tocando por todos lados. Comenta cómo les ha ido y cuáles son las fechas que vienen para la Nunca Jamás.
Ya poco a poco. Vimos que algunos grupos ya andaban chambeando, la gente ya está asistiendo, hay mucha sed por estar en conciertos. Decidimos volver a chambear y nos está yendo muy bien, tuvimos dos sold outs en Tijuana, abrimos Guadalajara y ya casi se terminan los boletos. Acabamos de estar en Nogales y estuvo muy bien. Igual viene Agua Prieta, Monterrey, tenemos un show muy especial con Jonaz de Plastilina Mosh. También iremos al centro del país.
