Poco importa el destino de la ruta, incluso si la ruta es física o solo habita en el imaginario de los Hermanos Gutiérrez. Lo único que importa es aquello que experimenta su mente cada vez que recorren la vía de su preferencia pero sobre todo, cómo son capaces de inmortalizar sonoramente esos parajes al aire libre que son el escenario de cada una de sus historias.
En una época donde las canciones son express y carecen de sentido lógico, el dueto suizo-ecuatoriano arriba con aplomo y nos ofrece un nuevo compilado épico que demuestra que el arte que se desarrolla por el mero gusto de la expresión, logra conectar con una audiencia lista para vivirlo pero sobre todo, encuentra a personajes como Dan Auerbach (The Black Keys) que están dispuestos a colaborar en el legado sonoro del dueto para llevarlos a una trascendencia notoria en la que aún es imposible definir su sonido, pues la latinidad musical que detona sus creaciones se disimula magistralmente entre el estilo particular de Estevan y Alejandro.
Escuchar la comunicación entre las guitarras de los Gutiérrez te sumerge en un episodio onírico en el que puedes viajar libremente de acuerdo a tu interpretación, pero también resulta satisfactorio escuchar de viva voz lo que ocurrió tras el telón de El Bueno y El Malo, su más reciente álbum.
Me llama la atención que son muy cercanos a sus raíces latinas y sienten una verdadera inspiración por todo lo que eso conlleva así que ¿Cómo fue su educación habiendo nacido en Suiza pero siendo criados por su madre ecuatoriana?
Estevan – Nosotros nacimos en Suiza pero cada año visitábamos a nuestra familia en Ecuador y creo que tener a esas dos culturas en la vida fue algo muy interesante porque pudimos vivir y aprender tantas cosas que en Suiza no hubiéramos aprendido y viceversa. Tener la posibilidad de ser parte de estas dos culturas en nuestras almas fue un regalo, por eso estamos muy agradecidos de que nuestro papá a los treinta se fue a Ecuador y conoció a nuestra mamá.
Tienen una influencia muy clara de México y de hecho homenajearon al país en su pasado álbum de estudio, Hijos del sol ¿Cuál fue el primer acercamiento que tuvieron con la cultura mexicana?
Estevan – Mi hermano y yo siempre viajamos juntos y siempre nos encantó estar en roadtrips y siempre que tocamos música nos encontramos en viaje y creo que eso es lo que les gusta a nuestros fans: Que cada uno está en su propio viaje escuchando nuestra música.
Nosotros viajamos a México, fuimos al Desierto de Sonora, Hermosillo y regresamos a Suiza, luego vino el COVID y nos encerramos y creamos ese álbum inspirado en México y lo hicimos en dos semanas. Fue un proceso increíble, y al lanzar el álbum fue muy padre sentir ese amor de México, fue algo muy lindo que pudimos compartir con todo el mundo.
Ciertamente Hijos del Sol fue un parteaguas en su carrera pues después de este álbum, Dan Auerbach (The Black Keys) se acerca para producir su nuevo álbum pero ¿En qué momento se concibieron las nuevas canciones para El Bueno y El Malo?
Estevan – Nosotros tuvimos el contacto con Dan Auerbach y Easy Eye Records en junio del año pasado. Sabíamos que íbamos a grabar en el futuro, fue un momento en el que nos sentíamos muy inspirados y como nosotros siempre tocamos mucho, fuímos coleccionando nuestras ideas y fue en diciembre del año pasado, que supimos que grabaríamos en marzo de este año y hasta ahí ya teníamos nuestras ideas listas pero siempre con la meta de grabar en Easy Eye y querer hacer un álbum muy padre. Al final viajamos con esa ilusión a Nashville y le presentamos nuestras ideas a Dan y él estuvo muy contento y le encantó todo lo que nosotros le presentamos.
Pienso que la historia de sus inicios musicales es una de las más conmovedoras que yo he tenido la oportunidad de conocer: Alejandro comienza a tocar guitarra porque su hermano, o sea tú, Estevan te encontrabas lejos, luego se reúnen y nace el proyecto. Esto me lleva a preguntarles ¿Cómo es su química creativa? ¿Cómo viven sus procesos?
Estevan – Depende. Casi siempre uno de nosotros tiene una idea y ahí es donde siempre sentimos que la idea está buena pero falta algo y creo que tiene que ver con el proceso de ser hermanos y compartir la misma sangre y de sentir lo que le hace falta a la melodía del otro hermano.
No te puedo decir cómo lo podemos hacer pero siempre creamos algo único. En este proceso de El Bueno y El Malo, hemos tenido tantos momentos en los que creamos una melodía que a veces no sabemos de dónde salió pero se siente tan fuerte y tan poderosa, que al final es como That’s it. Estamos agradecidos y nos sentimos afortunados de tener ese regalo de compartir y hacer música entre hermanos.
Dicho esto, ¿Considerarían que la creatividad es de origen divino?
Alejandro – Si, realmente. Yo siento que estoy conectando con un espíritu que anda por ahí y que tuve la suerte de conectarme con esa esencia que para mí es divina, y la música en sí es divina porque nos conecta a nosotros a través de frecuencias y melodías y ni siquiera son palabras pero nos hacen sentir cosas, nos hace viajar a lugares, así que es muy especial. Me encanta la pregunta.
Una vez de que trabajaron con Dan ¿El resultado fue lo que esperaban o no tenían especulación alguna con respecto a lo que surgiría en este nuevo compilado?
Alejandro – Creo que para nosotros siempre es muy importante saber lo que queremos contar con la nueva música y tener muy clara la visión de la historia y sobre todo ahora que trabajamos con Dan, quisimos estar a un nivel para poder llegar al estudio y sentirnos libres de compartir y tener la mente abierta para ideas suyas y así, poder colaborar a un nivel artístico, lo que para nosotros fue nuevo.
Así que llegando al estudio le compartimos las canciones y él siempre tuvo el mayor respeto para nosotros y solo trato de agregarle cosas sutiles para hacerlo más bonito y no cambió lo que ya había, la luz de los hermanos y la esencia. Eso nos pareció muy bonito, el respeto que tuvo un productor como Dan hacia nuestras creaciones.
La música está sujeta a interpretaciones, especialmente la instrumental pero ¿Cuál es el tema base de este nuevo álbum?
Estevan – Nosotros nunca tuvimos la meta de tener una banda, lo que nosotros siempre creamos es algo muy personal y lo que sentimos que es importante es que podemos compartirlo con todo el mundo. Desde nuestros álbumes pasados y con El Bueno y El Malo es un camino muy personal que lo hemos vivido y creado y llegó el momento de compartirlo con todos.
Encontramos que en su estilo hay inspiración latina pero ¿Qué dirían que conservan de su parte suiza?
Estevan – Yo siento que tenemos la influencia del tipo de música pero no hacemos la típica música latina, así que cuando las personas nos preguntan qué tipo de música es, nos resulta difícil decirlo porque tiene esencia de América latina pero no tocamos cumbia, salsa o bolero, sin embargo es una mezcla de nuestras culturas y de nosotros como personas. Creo que eso es lo interesante de la música que estamos creando, es difícil ponerle un nombre.
¿Cómo describirían la relación que tienen con su instrumento?
Alejandro – Es una compañera, una viajera y una de las pocas cosas que me hacen sentir vivo y me ayudan a poder expresarme. Comparada con otras cosas, la guitarra es algo que en realidad necesito para poder hacer lo que me gusta en la vida.
Estevan – Para mí, la guitarra es el instrumento que me ayuda a expresar mis sentimientos y poder mostrar lo que tengo en mi alma sobre la música. Con la guitarra puedo expresar lo que estoy sintiendo, es el instrumento para mostrar mis sentimientos.
¿Qué aprendieron de ustedes mismos durante la creación de El Bueno y El Malo?
Alejandro – Empecé a confiar más en las personas y dejé de pensar demasiado. Habitualmente en el estudio quiero tener el control de mis melodías para sentirme bien y esta vez fue diferente. Hay varias partes en el álbum que salieron en ese momento, estando en el estudio y eso fue algo muy nuevo para mí, como un desafío y estoy muy agradecido de estar en ese momento. No hay que tener siempre ese control sobre la creatividad y eso es hermoso.
Estevan – Yo también aprendí a confiar más. Fue la primera vez que supimos que teníamos que viajar en una fecha y debíamos estar listos para grabar y también tiene que ver con confiar en nosotros mismos, así que para mí fue una experiencia muy buena.