Durante la pandemia, quedó comprobado que la música, el cine y el arte son parte vital para la sobrevivencia humana. Acostumbrados a convivir incluso más que con sus propias familias, los miembros de la banda chilena Santaferia comenzaron a sentirse agobiados apenas a dos meses del encierro.
Para combatir la ansiedad, tuvieron la idea de grabar un disco a distancia. El resultado es Cumbia casera, un álbum conformado con nueve tracks que invitan a disfrutar la vida, a pesar de las adversidades. Con colaboraciones de El Pacha, Paula Rivas, Lunamar, Guille Scherping, Biológico y Nextlevel Music, el disco fue muy bien recibido por sus seguidores.
Además de este álbum, Santaferia presentará un documental realizado para conmemorar sus 15 años de carrera, en un viaje que visita sus inicios, colaboraciones con músicos como Joe Vasconcellos, Roberto Márquez y sus shows en el Movistar Arena, el Teatro Nescafé, Lollapalooza, el Festival de Olmué y la Quinta Vergara.
Platicamos con Alonso “Pollo” González, vocalista de la banda, quien nos contó todos los detalles de este nuevo disco de Santaferia y los planes de la banda.
A pesar de la pandemia, Santaferia es una banda que siguió trabajando y ahora tiene “Cumbia Casera”, un nuevo álbum grabado y producido durante la pandemia. ¿Cómo fue el proceso del álbum?
Cuando surgió la idea de hacer este disco, ya teníamos dos meses encerrados. Algunos integrantes ya se estaban volviendo locos, algunos tomando para matar la ansiedad. Me incluyo (ríe). Entonces decidimos ponernos a ensayar miércoles y viernes para montar nuevas canciones. Todo esto por Zoom. Fue una vía de escape súper terapéutica.
Algo a destacar, es que trabajaron el disco por Zoom, tomando en cuenta que ustedes son 10, ¿cómo lograron ponerse de acuerdo para producir a distancia y hacer los arreglos?
Mira hermano, esto viene desde que comenzaron los primeros discos. Al principio, uno quiere meterle mucho y discute porque cree que tiene el mejor arreglo. Todo cambió una vez que grabamos en Los Ángeles, nos dimos cuenta que debíamos “agachar el moño” con los arreglos por una discusión que tuvimos en el estudio. En ese momento establecimos que sí se puede, todo bien y si no, todo bien también. Entendimos que la canción es lo importante. No tu arreglo. A veces, el ego domina al querer meter tu arreglo, tu producción.
Pero si no funciona, no funciona. Nosotros aprendimos de otros músicos, del sonidista, del productor; a relajarnos, a no imponer. De ahí en adelante, componer y trabajar se nos hizo más fácil. Las maquetas de Cumbia casera tienen muchos arreglos, pero conforme fuimos trabajando en ellas, se fueron limpiando.
Se comprueba que en la música si puede funcionar una democracia.
Son años y años de discusión para llegar a esto. Con mi hermano, con el “Schala” (Nicolás Schlein / timbales) que somos grandes amigos. Nos ha costado mucho porque luego hay sacrificio hasta de relaciones. De repente no te hablas un mes y luego toca pedir disculpas. Hay que saber cuidar las relaciones y tener la confianza para hablar las cosas. Nuestro método es la mitad más uno. Si yo no estoy de acuerdo con lo que dicen, pero el resto sí, yo confío y así se queda. Uno acata con la mejor cara posible. Es un elástico de dar y recibir.
¿Cuáles fueron los roles de cada quién durante estos meses para grabar Cumbia casera?
Mauro, que es el guitarrista y director musical de la banda, compartía pantalla por Zoom. Yo le mandaba ciertas pistas de lo que creía que debía de ir. Ciertos coros, algunos teclados. Todos mandábamos algo y al final eran como 40 pistas. Le daba play a Logic e íbamos produciendo. Si algo chocaba, lo muteábamos y seguíamos. Cada quién tuvo una mirada de productor. Nos ayudó mucho ir viendo y escuchando.
¿Todas las rolas son nuevas o ya tenían algo compuesto para el disco?
Ya teníamos algo escrito, “Alerta sonidera” ya estaba, por ejemplo. Hay un tema que habíamos grabado en Los Ángeles llamado “Tonto y herido” pero estaba perdido. Lo grabamos en un tiempo libre, eran unas letras de Cola de Zorro. Luego nos olvidamos. Eso fue hace como tres años. La rescatamos para el disco con esta sonoridad que está apareciendo de lo urbano fusionado con nuestro sonido de cumbia. Esas son las dos canciones que venían de antes, lo demás se fue componiendo en el camino.
Me quedé sorprendido al ver la cantidad de plays que tiene el perfil de Spotify de la banda, la gente los quiere mucho!
En Spotify siempre nos dicen “¡son la banda más escuchada!”. Durante 4 o 5 años hemos sido los más escuchados, pero no es algo que esté en nuestros sueños, nosotros no hacemos música por eso. Si bien es un reconocimiento y es bueno, es al trabajo y a toda la gente que trabaja con Santaferia.
A veces yo me llevo muchos elogios, pero yo los aterrizo al tiro a todo mundo. Yo soy el que menos música estudió en este grupo, yo aprendí todo de mis compañeros. Sin ellos, la banda no sonaría como suena. También está toda la gente que trabaja desde la oficina, todos los que trabajan desde atrás y nadie los conoce. Gracias a ellos se logra todo lo que se ha logrado. Cuando comenzamos, nos decían que no se podía vivir de esto, de vender discos. Para nosotros lo importante era vivir de tocar en vivo. Con el tiempo eso pasó y nos encanta alimentarnos de la energía de la gente, que luego es tanta que uno regresa hasta cansado.
Cuéntanos cuáles son los planes de Santa Feria con el disco.
¿Tú eres mexicano?
Así es, ¡soy de acá! (risas)
Allá nos pidieron el año pasado, querían que fuéramos. “Vengan, acá no pasa nada!”. Les decíamos, “hermano, acá está todo cerrado, no podemos salir!” (risas). Entonces, tenemos una gira pendiente en México, no sé, pero puede ser uno de los primeros shows internacionales. En México, hay virus, pero parece que ya están tocando. Queremos retomar todas las giras que están pendientes. ¡Esperamos estar muy pronto!
Además, vamos a estrenar Pa’ que lo baile como quiera, un documental en octubre para celebrar los 15 años de la banda, estamos muy contentos con todo lo que se viene. El documental fue dirigido por Cristóbal González, mánager de la banda –autor de libros musicales, ganador del Premio Pulsar por su libro sobre Los Prisioneros (N. De R.) y Martín Pizarro, director chileno –de películas como Crisis, Caos: La Leyenda de Camaleón de Pantano, Sarita Colonia, Feliz Noche y del primer videoclip de Santaferia: Sákate Uno (N. de R.)–, además de la participación de Ricardo Fuentes (percusionista de Santaferia y encargado del área audiovisual de la banda (N. De R.).