Babasónicos bailando en la oscuridad. La Banda Elástica

Babasónicos bailando en la oscuridad

En esta charla con Enrique Blanc, Diego Tuñón, tecladista del grupo argentino, profundiza sobre la producción de Trinchera, su álbum más reciente, y además nos habla del conocimiento que les dio la experiencia del confinamiento en pandemia. No te la pierdas.

Me encuentro vía Zoom con Diego, a quien tengo un tiempo de no saber de él. Días después nos encontraremos en persona en una de las escalas de la gira que Babasónicos realiza por México. Siempre es bueno acercarse a estos amigos porque cada uno tiene una historia por compartir. Mariano sigue eufórico por el triunfo del Real Madrid sobre el Manchester City, mientras que Carca alude a un disco que lanzará próximamente. En tanto Diego Rodríguez me muestra fotos de un sitio en el que estuvo hace poco en las márgenes del río Paraná, en la afueras de Buenos Aires, Adrián habla de Oferta de sombras, su primer libro de poesía que publicó en noviembre de 2019. Han vuelto al norte del continente después de días de pandemia y confinamiento para presentarse en vivo en un concierto que, sin ser parte de la gira oficial de presentación de Trinchera, el álbum que acaba de ver la luz hace unos días, ya incluye algunas canciones del mismo como “La izquierda de la noche” y “Bye bye love”. A continuación la charla con Tuñón.


I. Imaginar canciones en pandemia

Platícame sobre el proceso de trabajo para la creación de Trinchera ¿Cómo dan salida a estas canciones pensando en que transitaban por la pandemia?

Vos sabes que la pandemia nos agarró en CDMX. Hicimos el Vive Latino y ya estaba declarada. Incluso, cuando volvimos acá, estuvimos muchos meses sin comunicarnos, prácticamente no nos hablábamos. Imagínate, Babasónicos nunca tuvo tres meses seguidos de vacaciones en 30 años, y de golpe pasaron seis meses, y no salíamos de casa. Por un lado se puso desesperante, pero al mes dos o tres ya empezaron las mentes curiosas a tratar de hacer música, escuchar y tener ideas. Así que si esto empezó en marzo, ya en junio o julio nos estábamos mandando ideas por audio de WhatsApp, y Adrián vino con muchas composiciones, con letras.

¿Cómo es que tú participas en este proceso?

Pasa que, cuando transcurre el tiempo, las canciones se empiezan a adaptar a lo que la banda va proponiendo en relación a eso, y después se van sumando ideas de otros. Y bueno, empezó todo este colapso, y en medio de la pandemia me fui armando todos los pequeños robots que tenía en casa y, al tenerlos todos juntos, empecé a desarrollar una forma de música como “de escritorio” le llamo yo, con detalles muy puntuales. Y bueno, viste que hace mucho tiempo venimos trabajando mucho con la idea de orquestar en silencio y con frecuencias puras, que las cosas golpeen y le den lugar a la voz, y que se toque poquito, muy poco. Tratar de sugerir, en vez de que alguien esté tocando un acorde entero, el bajo toque una nota, el bombo otra, la guitarra toca una sola nota y esa nota forma una séptima o una novena y un coro. ¿Viste? Pero no esa cosa de la música del siglo XX, por decirlo de alguna manera, que era mucha gente tocando tres o cuatro notas a la vez y que era hermoso en su momento. Pero siento que ahora hay un espacio para explorar que tiene que ver con otra cosa: con generar ritmos, atmósferas y armonías, más sugeridas que tocadas, y en ese proceso nos perdimos hasta el infinito. Fue espectacular porque nos poníamos a tocar, a grabar, a ensayar, y de golpe a sacar todo. Y poner: “Wow, esto solo es fantástico” ¿entendés? Y eso, que te digan: “Bueno, tocaste todo el tema, te fuiste, no estás”. Y que te guste también. Y a partir de eso empezar a aportar desde ese lugar, desde: “solo se necesita esto”, pero esto tiene que ser maravilloso. Entonces todo tiene un espacio, y la verdad es que estamos muy contentos con el álbum que hicimos.


No va a empezar la muerte hoy

a llevarse a mis amigos.

No la voy a dejar, yo la voy a apalabrar,

tiene que peleármelo.

(Anubis)


Eso que mencionas sobre los silencios y las frecuencias puras, es uno de sus aprendizaje en el camino, ¿en qué momento dicen: “es esto lo que queremos”?

Viste como es en Babasónicos… ¿Hace cuántos años nos conocemos nosotros? ¡Más de veinte! Bueno, vos viste que en definitiva tuvimos búsquedas distintas, pero siempre como que de manera caprichosa… Creo que nos volvimos muy buenos o todo lo bueno que podíamos ser en esa búsqueda, que no necesariamente sea útil, si no que es una en particular y es eso. Tratamos de que sea particular. Algunas más únicas que otras. Yo creo que lo que más nos sirvió fue cuando hicimos el acústico, que ahí como que deconstruimos la banda. Entonces empezamos a ver, digo, empezamos siendo como con un concepto que nosotros llamábamos “comosónicos”, tratar de ser una bola de sonido: que todos puedan hacer una cantidad de ruido y un desorden tal que no se sepa dónde está la armonía. Cuando vino la parte acústica, se fue todo eso y dijimos: “Wow, qué bueno está sin eso”. Y digo, qué lindo haber hecho todo lo anterior, pero mira todo el futuro que tenemos con todo este nuevo concepto. A partir de ahí, de Impuesto de fe, viene Repuesto de fe y después viene Discutible, y ahí ya empezamos a tener este concepto que acá lo llevamos a Júpiter.

Desde tu punto de vista, ese aprendizaje que te dio la pandemia, cómo lo enfocas, cómo lo viviste?

Bueno, a mí me hace valorar más todo lo que sucede. Me dio muchas ganas de volver a trabajar. La otra vez hablaba con no recuerdo cuál músico, sobre cuando estás de gira… Lo único que quieres es que la gira termine. Y cuando estás todo un mes en tu casa, lo único que quieres es que te saquen de gira. ¿Viste? Entonces, cuando pasas año y medio dentro de tu casa, empiezas a darte cuenta de un montón de cosas, y creo que empezamos a valorar lo que es nuestro tiempo y quisimos ser mejores en lo que somos. La verdad es que la pandemia me hizo dar cuenta de cuánto amo hacer esto y cuánto es lo que puedo hacer. Siento que todos ajustamos un poco los tornillos y tratamos de hacer algo que realmente valiera la pena. Y creo que se nota mucho en este disco.



II. Sobre los tracks

Me llamó mucho la atención esa especie de juego musical que son esas dos primeras canciones que parece que son una misma, pero en realidad son  “Mimos” y “Paradoja”; y también la presencia de ese riff que sigue siendo una especie de firma del rock and roll ¿Qué dirías al respecto?

A vos te debe pasar cuando escribís, cuando vas todos los días a hacer algo y consideras que estás hacia un lado. Yo creía que el disco iba a tener una dirección mucho más orientada, con los mismos temas, ¿eh?, orientada hacia lo que es “La izquierda de la noche” y otros temas. Y de golpe tenemos “Mimos” y teníamos otra que se llamaba “La lista”, que era como un lento. Y nos ponemos a hablar con Adrián, y le digo, “para mí que tiene que ser más rápido y no sé qué…” Entonces un día agarro el mismo ritmo y la mismísima batería de “Mimos” y agarro la voz de la que era “La lista” y la acomodo en la nueva bpm, y apareció esta especie de Duran Duran del siglo XXI que nos encantó. Y un tema que casi quedaba fuera del álbum, terminó siendo segundo y presentando un concepto, ¿viste? Como esas cosas que suceden de todos los días ir a golpear la piedrita, ¿no? Y de alguna manera presentó un álbum más fresco y más bailable, y eso me llenó de alegría porque también son tiempos complejos. El álbum retrata mucha obscuridad, mucho paisaje oscuro, pero es también bailando a través de la oscuridad.

En “Paradoja” y “Anubis” hay una observación a la muerte; de esta muerte que aprendimos con la pandemia que no era la de un cáncer que en ocasiones puede demorar años en llegar, sino de una muerte que venía en dos semanas.

Sí, creo que aprendimos a tener un poco más de valor por la vida ¿no? Y esta idea de que, bueno, ¡que la muerte no me venga a romper las pelotas, que no golpee mi puerta! Es un poco en esa búsqueda. Sabes que las letras las escribe Adrián y él las podría explicar mucho mejor. Yo creo que también hay una búsqueda lírica muy interesante en este punto porque vos sabes de toda la música que escuchamos, y bueno, estamos tratando de escribir la canción que no se haya escrito.

Pensaría incluso que hay un experimento muy interesante en la voz de Adrián ¿Cómo lo sentiste?

Adrián está cantando con mucha versatilidad también, porque estamos en esa búsqueda, en ese encuentro. Fue un momento en el que hubo mucha música muy enriquecedora, los últimos diez años. De 2010 hasta esta parte la música pop pegó un vuelco muy interesante, que tiene que ver con esta nueva sicodelia que propone la manipulación digital, el uso de frecuencias que perturben pero que dejen espacio, ¿no? Esa forma de lo que antes era la distorsión y los ambientes de batería, ahora es otra forma. Realmente ahora existe el silencio, el silencio digital es silencio. Antes, vos grababas en una cinta que hacía: “tsss”. Entonces ¿cómo manipulas ese silencio, y cómo construyes a partir de ahí? Y bueno, dejando el espacio de la voz… Ahora puedes sintetizar las voces, y en esa síntesis generas una fantasmagoría que si vos le permitís desarrollarse, la voz pasa cual cometa y va dejando una cola, una estela de armonías incluso; porque vos, esos distintos fantasmas que vas generando con distintas frecuencias, los vas armonizando. Entonces, en vez de tener un instrumento armonizando la voz, armonizas con la voz misma y a eso suma elementos rítmicos, y es maravilloso. No había existido.


A quién le pedimos que…

Por qué le pedimos más…

Si sólo puede dar lo que sueña que tiene.

(Madera ideológica)


En tu caso particular, ¿qué canción te apasiona del álbum y por qué razón? 

Me gusta “Madera ideológica” porque es como un alegato a la libertad y es como muy babasónica. Y vaya, pasa que vos traes una canción a Babasónicos y no tienes idea de cómo va a terminar, y probablemente probemos diez formas y no salga de ninguna o salga de alguna. Y esta vez es como que las diez formas orquestan la melodía. Y la verdad que me divierte y me encanta poder tener personas al lado mío que se animen a hacer eso también.



III. Actualidad y tecnología

A ti que te toca incorporar las tecnologías de punta y las tecnologías electrónicas ¿Qué le sumaste a Trinchera?

Bueno, muchísimo. Esta cosa de sonidos de batería electrónicos, bajos subsónicos, o sea muchísimo por un lado, y muy poco por otro también. Hay mucho de la construcción de lo que sería la ingeniería o la arquitectura de cómo trabajamos que parte de mí, y después todas las cosas que nos van llamando la atención. Tratamos de que sean los otros instrumentos que son más delgados y delicados. Gustavo Iglesias, que es nuestro productor e ingeniero, y yo, básicamente trabajamos la psicodelia del track hasta el final. Tal vez deberíamos empezar a trabajar un concepto un poco más libre en cuanto a tiempos, pero la verdad es que nos gusta. Una banda es un lugar donde todos se encuentran, estamos de acuerdo en eso. 

Desde tu punto de vista cómo están participando las audiencias jóvenes en Argentina, en relación a esta escena un poco del trap que está creciendo mucho, y con esos proyectos incluso que están a mitad de camino como Wos ¿Cómo percibes esta nueva escena musical argentina?

La siento muy refrescante, muy encantadora, muy que tiene que ver con lo que es el argentino. O sea, con que no le importa nada que sea clásico y no respeta nada. La juventud siempre odió lo anterior, y hacía mucho que no lo venía notando. Yo siento que, como en el 2000 o 2010, hasta nosotros parecíamos seguir siendo la novedad. Nosotros trabajamos mucho nuestro sonido, y está bien que se nos considere alguien que está aportando algo nuevo. Pero, digo, toda esta gente le está hablando a toda una generación nueva, y realmente en un lenguaje que me encanta, que se me escapa, y orquestan de una manera maravillosa. Yo no sé. Aprendo muchísimo de la generación nueva. La forma de acercarse es totalmente distinta. A nosotros nos influenció el punk, el post punk, nos influenció…, ¿qué sé yo?, el primer techno pop. Pero ahora hay una ignorancia que permite una libertad tan absoluta que es muy encantadora, que es post-sonidos puros. Esta cosa de que cualquiera en su casa tiene la mejor caja de ritmo en este momento si quiere, gratis, como que antes tenías que tener los mil dólares para comprarlas o lo que sea. Por eso también hay mucha porquería, pero es como que hay una visión… Ahora no existe la desafinación, por ejemplo, lo cual es durísimo, pero hace que todo lo desafinado empiece a sonar obsoleto. A mí me pasa que, por ejemplo, escucho muy poca música del siglo pasado, casi nada. Personalmente hace diez años que alguna cosa, pero me la acuerdo y no me interesa. Tal vez algo que no haya escuchado, no porque no me guste, lo sigo amando y cada vez que suena una canción en la radio, la grito. Pero en casa yo tengo esta cosa de que me gusta primero generar música nueva.


La noche te succiona,

te enloquece y abandona,

y te regala un sueño hecho de papel.

(La izquierda de la noche)


IV. Tour 2022

¿Qué planes para la gira? ¿Qué piensan integrar nuevo en el directo?

Va a ver de a poquito, se van a ir integrando temas. Va a salir el disco, va a haber más sorpresas. Estamos muy entusiasmados y con muchas ganas de seguir terminado música nueva ¿viste? Estamos ensayando dos shows distintos, porque como tenemos agenda muy compleja para los próximos meses, estamos haciendo dos distintos, Y creo que vamos a incluir cuatro canciones del disco nuevo.

¿Se planea Estados Unidos?

Estados Unidos en agosto. Tenemos poquitos, pero lindos lugares: Chicago, Los Ángeles y Nueva York.


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