Alex Anwandter nos revela los secretos de Latinoamérica.

Alex Anwandter nos revela los secretos de Latinoamérica. La Banda Elastica

Considerado por la edición chilena de la revista Time, como el actual “Príncipe del Pop”Alex Anwandter es quizá el artista más propositivo de su país de los últimos 10 años. Alejado de las baladas y las letras insustanciales, su ambición artística es reflejo de una necesidad de escribir melodías que empatan el pop con su discurso político.

Cantante, compositor, director de cine y activista, su figura es todo un referente en Latinoamérica. Y no es para menos: su álbum Amiga, fue multi-nominado al GRAMMY Latino en 2016, año en que ganó 4 Premios Pulsar, además de ser acreedor al #1 en el conteo de los Mejores Discos de 2016, por la Rolling Stone.

Hace poco, Alex visitó las instalaciones de La Banda Elástica para grabar una sesión en vivo. Al final, charlamos con él acerca de su música y la polémica de sus letras, un mundo críptico y misterioso. 


Al escuchar tus discos, sorprende cómo el pop hecho con sintetizadores puede tener un mensaje contestatario. ¿Cómo te surge esa vena política y social?

En Chile hay una gran tradición de música social, por llamarlo de alguna manera. Lo interesante es que es una herencia muy variada que va desde el pop de Jorge González, hasta el folclore. En este punto mencionaría a la madre del movimiento en Chile: Violeta Parra. Ella nos hizo el camino más fácil. Logró una conexión directa entre su vida emocional y la situación política que ella vivía en esa época. Parra nos mostró el camino de cómo hacerlo. Es muy lindo seguir la tradición de alguien que creó un mundo musical tan rico.

¿En qué momento asumes eso? Lo pregunto porque al principio tus letras eran distintas.

Yo llevo 3 disco haciendo ese movimiento haciendo ese movimiento hacia fuera, escapando de lo puramente intimista que hablan sobre “me siento triste” y qué sé yo (risas). Está súper bien, yo mismo he escrito canciones sobre eso, son necesarias. Pero, a mí personalmente me inspiró mucho algo que sucedió en Chile, y que sigue sucediendo realmente: hay mucho movimiento social de manera constante. Sobre todo entre los jóvenes. Como persona, yo siempre me vi apoyando esa demanda, ese movimiento estudiantil. Antes iba todas las marchas, protestas, tomas. En ese tiempo cantaba mis cancioncitas de amor (risas). Entonces pensé, “¡no! Esto me importa un montón. Mi música debería estar conectada con lo que pienso”. Así nace mi esfuerzo. Lo llamo así porque no es algo que salga natural hoy en día, ni tampoco algo que se fomente. Ciertamente, nadie te dice “¿cuándo sale tu próxima canción de protesta?”. Así fui encontrando este camino, yo creo que de la manera más natural y orgánica posible.

Me llama mucho la atención lo de las marchas, porque acá en la Ciudad de México es la capital de las marchas como seguramente sabes.

(Ríe).

La pregunta es si recuerdas la primera vez que decidiste salir a manifestarte.

Es una buena pregunta. Pero son tantas que ya no lo tengo claro, se me confunde la mente. Fui a muchas del movimiento estudiantil… al final está todo conectado. En Chile hubo una dictadura de casi 20 años, en la que se privatizó casi todo. Se instauró un sistema ultra neoliberal, mucho más que E.U., aunque suene sorprendente. Pusieron unas trampas en la Constitución para que esas cosas no cambiaran nunca. 30 años después, ya en la democracia, seguimos peleando por esas cosas.

Hablando de las letras en específico. Escuchaba la letra de “Vanidad” y no pude descifrar de quién estás hablando. Tal vez sea un poco críptico el mensaje…

Lo es (ríe).

Quizá podrías darnos la primicia en La Banda Elástica…

(Ríe). Es como un compuesto de personas. Siempre que canto en segunda persona, se trata de canciones súper dirigidas a mí también. Son diálogos conmigo mismo. Acusaciones y reproches que me hago. Esta canción en particular habla sobre ser un artista y cuánto revelas sobre ti mismo. Sobre la relación de la sexualidad de ciertos artistas con la vida pública. En Chile juran que es sobre Jorge González (ríe). Pero no lo es.

¿Te parece divertido cuando la gente comienza a especular? ¿Qué sensación de evoca todo esto?

En general me parece parte de mi trabajo, convivir con las teorías. Pero a veces salen cosas tan locas que me dan ganas de declarar. Igual me quedo en mi casa y no digo nada. Es un poco raro a veces.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de lo que ha dicho la gente?

Eso de Jorge González estuvo muy loco, porque hubo quien dijo que era sobre el infarto cerebral que tuvo él. Es como, “amigos, ¿cómo se les ocurre que voy a estar escribiendo sobre eso?”.  Se me hizo medio terrible que la gente pensar que yo escribiría algo así.

¿Escuela de la vida o escuela de música?

Escuela de la vida, 100%. Puedo entender y no me gusta ser muy duro con la gente que va a escuelas de música, porque cuando sales del colegio, no sé cómo le digan en México, creo que preparatoria–, muchas veces uno no sabe que hacer, te sientes perdido, necesitas estructura o qué se yo. Entonces, puedo entender que mucha gente lo haga, pero es súper caro, así que mejor no lo hagan (risas).

En tu primera etapa tocabas la guitarra, pero ahora no hay mucha en guitarra en los discos. ¿Se trata de un statement?

Igual todavía toco bastante guitarra, justo para la sesión de La Banda Elástica toqué guitarra. Pero entiendo a lo que te refieres. Generalmente solo lo hago en vivo o cuando estoy sin banda. Pero mi música no es mucho de guitarra. Sí tiene algo de statement, en la medida en que me gusta alinearme con todo lo que sea no masculino. La guitarra tiene esa imagen muy obsoleta de “la guitarra es para hacer música real y auténtica”. Y si usas un sinte para programarlo no es real. Entonces, voy en contra de los discursos de autenticidad asociados a lo masculino. Si bien me gustan un montón de bandas de rock, me gusta tocar y grabar guitarras, a modo de discusro me gusta alejarme de eso.

Si pudieras armar un dream team musical con músicos vivos o muertos, ¿a quién eligirías en una noche para jammear?

Qué buena pregunta. Siempre he querido hacer una banda con colegas de Chile. Con el Gepe ya hice uno, pero siempre he querido hacer un disco con él y la Javiera Mena. Que sea como una especie de Fleetwood Mac chileno, pero sin el divorcio ni la cocaína. (risas).

Alex Anwandter – Sesión Hecha en Casa de La Banda Elástica

Por: Vicente Jáuregui

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