Yo no me lo inventé; fue hace poco que el mismísimo L.A. Times escribió que esta banda de El Monte, California, pasó de tocar en fiestecitas en los patios traseros, a colarse en uno de los festivales más icónicos de Estados Unidos en un santiamén.
Con texturas que recuerdan a The Strokes, pero ese dejo a Costa Oeste que suelen cargar las bandas que crecen en las cercanías del monstruoso Los Angeles, The Red Pears es un manjar para los oídos de los nostálgicos de los inicios del indie rock; de ese indie acuñado mucho antes de que el término se usara para definir cualquier cosa que no podemos explicar.
El sencillo “House of Mirrors” aparece como un petardo para anunciar un tercer álbum, “You Thought We Left Because The Door Was Open But We Were Waiting Outside”, que probablemente ya estará disponible cuando hayas terminado de leer su nombre completo, y como una confirmación del rápido acenso de una banda que no se cansa de apilar sold outs y un buen número de seguidores de culto que se han visto hipnotizados por la cadencia melancólica y cruda de un forma de hacer rock que parecía en camino a la extinción.
Con ciertas reminiscencias a The Black Keys y The White Stripes, el garage melodioso y minimalista de The Read Pears se va colando por los oídos hasta hacernos pensar, no solo que es algo que ya habíamos escuchado, sino que es algo nos gustaba mucho en algún período indefinido de nuestras vidas.
El trío formado por Henry Vargas, José Corona y Patrick Juárez parece estar preparándose para dar un salto a las grandes ligas, y estará entrenando durante noviembre por diferentes escenarios en San Francisco, Los Angeles, Portland, San Diego y Seattle.
Recomiendo ponerle un poco de oreja, que aquí se está gestando algo que dará que hablar.
Solo quiero ser libre… si es posible…
THE RED PEARS
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