Autopoiética es el disco de estreno de Mon Laferte. El disco, ahonda en el universo de la artista chilena radicada en México, en voz de 14 canciones que la misma Mon ha definido como más reflexivas y profundas que las incluidas en sus trabajos anteriores.
Además, evidentemente es un trabajo más expetimental, ya que la artista incursionó en la programación de loops y de nuevas herramientas para su proceso creativo, incluyendo samplers y sonidos electrónicos sutiles. De ese modo, las canciones revelan ese lado alternativo que la regresa a sus primeros años en la industria musical, previo a su explosión mediática.
El título de éste, su octavo álbum proviene del concepto de “autopoiesis”, acuñado por los biólogos chilenos Francisco Varela y Humberto Maturana en los años 1970 para definir el proceso de automantenimiento de las células. “Cuando estaba haciendo este álbum, la palabra autopoiesis se instaló en mí y quería traerla a este trabajo de manera metafórica”, explica Mon.
“Me gusta creer en la idea de un renacimiento constante y convencerme de que a pesar de las adversidades de la vida, tengo la capacidad de seguir reinventándome, ese es el gran regalo que tenemos todos”, agregsa sobre esta nueva aventura discográfica.
¿Se trata de una reinvención? Sí, aunque conserva la esencia de la artista, sin duda, pero el disco ostenta un aura experimental en la que caben trip-hop noventero traido a la actualidad, cumbia rebajada (en “Te juro que volveré”), tango experimental, bolero y hasta un mariachi extravagante y pasado en ácido en “Tenochtitlán” (canción que ya habíamos analizado en estas páginas). La salsa también pasa lista, junto a la electrónica de club.
“Antes yo no habría hecho un disco así, definitivamente”, dice Mon. “Siento que estoy en un momento de mayor seguridad en mí, en mi música. Tengo una claridad que quizás antes no tenía. También estoy cada vez teniendo menos prejuicios. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, dicen, supongo que algo de eso hay”.
Al parecer, la consiga personal de la chilena, “fue mezclar todos esos estilos que la han influenciado, y ponerles encima el sello de la casa “Mon Laferte”. Si fue así, la misión se ha cumplido.
El disco ya está disponible en todas las plataformas musicales.