Las 10 mejores canciones de Caifanes (y todo sobre su gira mexicana y estadounidense)

Elegir solo 10 temas de un grupo que a lo largo de 4 discos (más el famoso EP de “La Negra Tomasa” y el previo antes a su disco debut) y un par de singles aislados dejó una huella escrita con tinta inmortal en el mundo del rock mexicano.

SIn embargo, nos dimos a la tarea de elegir esas 10 canciones que además de representativas, sean importantes musical y estilisticamente, además, de que hayan dejado huella en “la raza”, como ha bautizado el mismo Saúl a los fans del grupo.

Recordemos que la banda se encuentra inmersa en una gira que durante lo que queda de octubre, noviembre y diciembre, los llevará de costa a costa del territorio mexicano, además de que aterrizará en Los Ángeles, California (y otras ciudades estadounidenses), Canadá y para el próximo año, Colombia.

El próximo 20 de octubre, el grupo se presentará en el Estadio de Beisbol B.A del puerto de Veracruz, México.

Las 10 mejores canciones de Caifanes:

Te Estoy Mirando

Incluido en el primer disco, esta canción con beat punk y unas marimbas mexicanas que le dan el toque Caifanes, brilla desde las líneas iniciales: “Acércate, juntemos pieles formando sombras”. Sí, la imagineróia caifanesca ya estaba presente en esta canción de su primera época, dejando la mesa puesta para lo que vendría. No es la clásica canción con estrofa y coro (como sería “No dejes qué”), más bien la parte final que como un mantra repite: “es como un soplo al corazón”, es la que caló en el ánimo dark se los primeros fans del grupo.

Aquí no Pasa Nada

Para putativo de “Aquí no es así”, pero acá con unas intenciones menos chovinistas y más bien de un sentimiento iconoclasta. La línea de bajo, muy deuda con The Cure, destaca en este reclamo agnóstico mucho más sutil que el “Dear God” de XTC. La canción, sólo aparece en el casete y en algunas versiones de la edición CD, ya que es un tema extra que no figura en el vinilo.

Sombras en Tiempos Perdidos

Profunda y llena destellos, sin duda, uno de los mejores momentos de un grupo que necesitaba credibilidad tras explorar el mainstream populachero con “La negra Tomasa”. La canción, incluida en el Caifanes Vol. 2 (conocido coloaquialmente como “Diablito”), contiene todos lo elementos líricos que deslumbraron a los seguidores del grupo (esos que dicen “pongan Caifanes” en las fiestas). Además otro punto extra: su cristalina guitarra, mesurada pero brillante (más allá de los excesos posteriores) de Alejandro Marcovich,

Piedra

En esta atmósferico track que incluye solo de guitarra de Adrian Belew, productor del disco, parecía que Caifanes se convertía en un grupo “moderno” (las secuencias y el sampler final de música de banda de pueblo lo revelan) y además de una letra confesional y, para los iniciados, directa en el sentido lisérgico, contiene uno de los momentos más elegantes en la historia del grupo.

Aviéntame

Una órgia de guitarra que desalojó de una vez por todas las sombras oscuras y encubró a Caifanes como una fuerza rockera hecha para ser tocada en vivo. La puedes escuchar aquí (y sí, la frase “qué tristes senos tiene Carmela” , la amas o la odías, pero no puedes permanecer impávido).

La Bestia Humana

Tiene el plus de que Gustavo Cerati toca una solo totalmente identificable que le da el toque Soda circa época de Nada Personal. Se trata de una pieza lúdica y gótica que a diferencia de “Nunca me voy a transformar en ti” y sus referencias a los nahuales aztecas, hablaba más bien un monstruo victoriano más bien enfermo del alma que de una deformidad o salvajismo físico.

Será por Eso

importante, porque conquistó a toda una generación darkie y de paso, legó una letra que influyó a bandas como Fobia en sus primeros discos (qué sería de ellos sin la frase “ya no me hablan ni siquiera las hormigas”, influencia de toda la primera época de compositor de Paco Huidobro). Todo el rock mexicano le creyó el papel de tipo peligroso pero intelectual a Saúl Hernández, y eso sin duda, fue factor para ese fanatismo aún latente.

Nos vamos juntos

Intensidad y una letra madura y profunda envuelta en capas sonoras y texturas milimetricamente bien tocadas. La canción, muy madura y plagada de un romanticismo casi heróico, es una de esas canciones que podrpias dedicar a tu pareja en cualquier circunstancia de la vida y un de los temas más redondos del el disco El Silencio. Escúchala aquí.

Los Dioses Ocultos

Una infaltable en los set list de favoritas del grupo, es una especie de continuación (digamos), de “Será por eso”, en cuanto a motivaciones de narrar la locura con música salvaje y oscura (y en este caso muy melódica). Muchos pensamos en Lovecraft al escucharla, pero supongamos que está hablando del Chac Mool, como lo vio Carlos Fuentes en su cuento homónimo. Escúchala aquí y no te vuelvas loco.

Mátenme porque me muero

Además de “La Célula que explota” (y sus trompetas mezcladas con dark-rock), esta canción dictó a agenda para el rock mexicano de esa época, ése que apelaba sí o sí a mexicanidad y cultura pop local. Nada de Fancy Frees o Dynamites, nada de grupos que tuvieran un nombre con “The” o cantaran en inglés siendo del D.F., acá se trataba de retratar de forma contemporánea, esa misma cultura, pero basada en íconos del pasado, con el requisito de que fueran mexicanos (la referencia a Tin Tan en esta canción es clara). Otra infaltable en los concierto del grupo.

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