Inició como un “juego. Empezamos a tocar la marimba nada más por diversión” en los primeros años de la adolescencia, recordó Jesús Ángel Gama, alias Kacho, uno de los líderes de Son Rompe Pera. “Vimos a mi papá llegar con el instrumento y empezamos a tocar en las calles de Naucalpan. Caminábamos mucho cargando la marimba, desde las 11:00 de la mañana hasta las 18:00 horas, yendo a los mercados, a los panteones, en las calles”, explicó.
Su barrio, ubicado en los alrededores de la Ciudad de México, ahora está representado en el título del nuevo álbum de la banda: Chimborazo, que este sábado presentarán en vivo en Grand Performances, en Los Ángeles, California, donde compartirán escenario con La Verdad y La Papaya Club.
“Pasamos más de 15 años trabajando en las calles y tocando en fiestas privadas. Nunca llegamos a pensar en lo que estamos haciendo” ahora, narró Kacho en conferencia de prensa virtual ofrecida, junto a su hermano Allan Gama, alias Mongo, en la capital mexicana con motivo de la presentación de su segundo disco.
“Un domingo fuimos a la Lagunilla (un mercado en la mencionada metrópoli) con unos amigos que vendían ropa. Donde estábamos, había una marimba. Entonces, nuestros amigos nos dijeron ‘toquen’, y se empezó a juntar la gente (en torno a ellos). (En ese momento) pasó Timo (Timothy Bisig), manager de Chico Trujillo, y ahí fue la conexión” con él.
Tras ese encuentro fortuito, “en 2015 tocamos con El Macha y el Celso Piña en el Salón Los Ángeles y grabamos un tema. Iba poco a poco”; sin embargo, recordó el músico, tras la pérdida de su padre, “decidí dejar la música un rato”. No obstante, tiempo después “nos revivió otra vez (el gusto por tocar la marimba)” y sentí como que algo en mí dijo: ‘ya no la dejes’”.
En 2017 el grupo viajó a Chile “y desde ahí empieza” su trayectoria, que ha llevado al grupo a presentarse en diversas ocasiones en Estados Unidos -como en la semana reciente- y Europa, donde este año realizarán su tercera gira, con Chimborazo, material que lleva el nombre de la calle donde vive uno de los hermanos Gama, bajo el brazo.
“Nos llevamos casi un año en armar las piezas de este disco, porque ya son propias”, explicó Mongo, excepto una que se llama Toño y el demonio, “un cover medio raro, porque no hay mucha información sobre el tema. En 12 días grabamos casi 13” canciones en los estudios Mambo Negro, en Bogotá, Colombia, bajo la producción de Mario Galeano, del Frente Cumbiero.
Un material en el que cuentan con colaboraciones de artistas como Anarkia Tropical, Felipe Orjuela, Macha, La Perla, N. Hardem, entre otros, y que tiene influencias de bandas como “Misfits, Rancid, Ramones y The Clash, en cuanto al punk; y creo que esta placa tiene un poquito más de cumbia en relación a lo peruano, a lo amazónico, tiene más esa esencia. Sin olvidar las cumbias que escuchábamos en México, como (las de) el Super Grupo Colombia, Lizandro Meza, el mismo Chico Trujillo y La Floripondio”, y del que ya dieron a conocer los sencillos Chucha y Selva Negra.
El primer tema, lanzado el 1 de marzo, es un punk rock con marimba llena de sueños, pesadillas, miedo, angustia y energía poderosa, cuya letra está inspirada en un sueño de falso despertar de Mongo, quien “en medio de un concierto donde los susurros de conversaciones se convierten en mensajes ininteligibles que repetían chucha, chucha, chucha… al infinito se despierta por un fuerte golpe, y sí, pero no, porque ya sentado en su habitación se ve rodeado de pequeños extraterrestres, mientas que frente a su ventana está estacionada una nave especial”, explicó el grupo en un comunicado de prensa.
Esta es una de las piezas que Mongo disfruta tocar en vivo, según dijo, porque, además de ser de su autoría, “la temática de ese ritmo es como si fuera psicobilly y me gusta un buen ese género”. En tanto, Selva Negra cuenta con un video de animación realizado por la ilustradora colombiana @yoda____x.
Kacho, por su parte, compartió que su favorita es “Batuco Son, que al final creo que muy pocas veces la vamos a tocar (en vivo) -reflexionó-, porque fue una participación con el Frente Cumbiero. A mí me gusta mucho la cumbia, desde que estaba chico me gustó (ese ritmo) y la salsa de los sonideros. Y siempre me llamó la atención la música de las canciones rebajadas e hicimos Batuco Son tomando esas ondas del sonidero”.
Asimismo, en este álbum, aparece la icónica frase de la banda: Cumbia Is The New Punk, hecha canción; y Kacho explicó que para él esa leyenda implica “solamente diversión, actitud sobre el escenario, nada más que actitud, no queremos cambiar nada, no queremos hacer un nuevo ritmo. Solamente pasarlo bien”.
En ese sentido, y respecto a la fusión de ritmos que hace Son Rompe Pera, Mongo explicó que “nosotros no somos de cerrarnos a un género. Nos dimos cuenta que con la música puedes romper eso que piensas. Ahora la cumbia, yo creo que a nivel mundial, está de moda. Cuando nosotros empezamos a escuchar cumbia, era de la clase trabajadora, le hacían el feo los fresas, pero hoy en día ya tiene alcance mundial. Ya hasta hay muchas variantes, muchos tipos de cumbia, que combinan con lo electrónico, el rock y hasta con cuestiones folklóricas. Aparte, (ese ritmo) es bien chido. Creo que siempre te hace bailar o te hace sentir algo bonito”.
A lo que Kacho agregó que “al final (como banda), queremos hacer canciones y música para todo tipo de público. Nos gusta combinar la marimba, hacer boleros, cualquier tipo de cosas, y llevar el instrumento a todas las edades, que no sea (sólo) para la gente adulta”.
En lo que coinciden ambos músicos, que definen su propuesta como “pura energía”, es que en sus presentaciones, ahora con Chimborazo, se podrá ver “cómo se toca el disco, pero no como lo grabamos, simplemente sentirlo y dejarnos llevar”.
