Prólogo por Lizzy Zubieta
Ellos no se auto proclaman rescatistas de culturas: más bien se consideran salvados por las culturas originarias de sus raíces mexicanas, esas que los salvan de ser unos músicos “alienados y globalizados”, de acuerdo a sus propias palabras.
Después del lanzamiento de 6 Conejo, su más reciente álbum, han reconquistado los escenarios nacionales e internacionales. Han sido galardonados por el Festival de Cine Independiente LIFE (Los Ángeles) gracias a la animación del videoclip de su tema “Mujer Espíritu”, sin mencionar el impacto positivo que ha tenido este místico compilado.
Actualmente, los Ampersan están embarcados en el tour de presentación de 6 Conejo, por lo que nos acercamos a charlar con ellos acerca de la peculiaridad de producción con la que contó este álbum, así como otras curiosidades que lo convierten en un verdadero patrimonio contemporáneo para la humanidad.
Un disco que fueron construyendo con el tiempo, se atravesó la pandemia en este proceso ¿Por qué no me resumen el trabajo de estos 7 nuevos tracks?
Kevin: Nos planeamos cosas distintas. Teníamos el plan de trabajar este álbum con un productor, invitar a alguien ajeno a nosotros porque siempre nos habíamos autoproducido y queríamos que alguien se sumara, así que empezamos a buscar.
Había personas que nos decían: “Yo estoy bien metido en esto pero me gustó ‘esta rola’, yo me la aviento” y decíamos: “Bueno, ya salió el padrino de la primera”. Y así, conectábamos con alguien más y elegían otra canción, entonces fue ese proceso natural en el que mostrábamos las maquetas del disco a diferentes amigos músicos que producen sobre todo música electrónica y naturalmente fueron enamorándose de alguna de las canciones.
Uno de estos preceptos fue eso, soltar una producción y fue así como tenemos 5 productores que fueron: Gerónimo González, Nirl Cano, Marcol, Juan Pablo Villa y Pedro Canales de Chancha Via Circuito.
Ellos se acercaron a nuestra música desde antes, nosotros tenemos una amistad de muchos años, en el caso de Nirl pues de toda la vida por Zindu, que son hermanos. Y bueno, se acercaron al proyecto una vez que nosotros les acercamos las maquetas y cada uno de ellos se encontró y enamoró de cada una de estas canciones y fue así que se soltó la producción.
Por otro lado nos pusimos el precepto de dejar la guitarra, este elemento que nos había caracterizado o nos ha caracterizado, con este proyecto que llevamos tantos años, como la onda de defender las canciones con la guitarra y pues queríamos soltar esa muleta y decir: “Vamos a ver qué pasa con esto”.
Queríamos volcarnos de lleno a la electrónica y a la poesía, 2 elementos con los que ya veníamos jugando y coqueteando en los discos anteriores pero que en este ya se volvió algo primordial.
Fue un disco que debido a su naturaleza, tuvo que adaptarse a los tiempos de las otras personas y como dices, previo a la pandemia nosotros tuvimos 1 año muy loco porque por un lado tuvimos muchísimo trabajo, giras a Sudamérica, Europa y también pasamos cosas personales y de repente, nos desalojaron de nuestra casa por tranzas de nuestro casero en CDMX, entonces todo eso ocurrió en una gira previa que teníamos a Alemania, entonces guardamos todo, nos fuímos a Alemania y regresamos a buscar casa.
Fue un proceso en el que el disco se detuvo, después vino la pandemia y nosotros como que si teníamos algunas canciones avanzadas pero no veíamos la onda de tener prisa por terminar el disco si no sabemos qué va a pasar, si no se pueden hacer giras y entonces, nos fuimos mareando el disco, sacando sencillos.
El folclore en México es una entidad viva y todo el tiempo se está regenerando. Es nuestra labor como músicos contemporáneos, poder disponer de estos elementos, así como de los elementos actuales como la electrónica.
Fue una tendencia muy al día ¿no?
Creo que sí. Lo siento como que igual es una tendencia que tiene muchos años pero que la habíamos perdido de vista y esta fue la manera en la que pudimos irle dando muestras a la gente de lo que estábamos haciendo y al mismo tiempo prolongamos la vida del lanzamiento del disco, porque a veces lo lanzas y todo se va como agua, pero aquí tuvimos la oportunidad de darle su tiempo, espacio y promoción a cada uno de los sencillos.
Y bueno, fue un disco que de pronto se empezó a ver la luz ahora que terminó la pandemia y que empieza a haber más movimiento y decidimos finalmente concluir este disco y finalmente presentarlo.
Zindu, platícanos más de su sencillo “El Gallo”…
Zindu: Si, “El Gallo” también es producida por Nirl Cano. No sé si mencionamos que “Dolorosa” también se produjo por mi hermano, que también es parte de Ampersan desde sus inicios y también hace música para otras cosas como danza, teatro, cine etc.
Entonces “Dolorosa”, producida por él, es un poema de Nicolás Guillén, poeta cubano, y “El Gallo” es un poema de Luis Palés Matos y también la produjo Nirul Cano y tiene reminiscencias del son jarocho.
Trabajamos con el texto de Luis Palés Matos de manera responsorial, como se hacen algunos sones jarochos, que se van contestando, se va repitiendo la versada y bueno, de músicos invitados está en el zapateado Lucía Torres, Nirl toca la leona, casi todo es programación.
K – Celso Duarte toca el arpa, que es un reconocido artista que ha colaborado con Lila Downs entre muchos otros.
Z – La verdad si es un cambio porque no tenemos guitarras, jaranas sino, más beats, sintetizadores y más procesos, entonces estamos curiosos de su percepción.
Claro, porque además de esos elementos que ya mencionaron, la utilización de poesía de distintos autores, por una parte, es un contraste entre los instrumentos tradicionales como el arpa y toda la parafernalia electrónica pero también hay una conexión con las culturas de los pueblos originarios ¿Por qué no nos cuentan sobre ese aspecto en particular?
Yo creo que si bien el sonido, hablando globalmente de la banda, es distinto al de los discos anteriores. Creo que algo que permanece del espíritu primigenio de Ampersan es esta búsqueda de la raíz de la electrónica.
Hay géneros tradicionales como el danzón, el son jarocho y bueno, hay esta búsqueda de recurrir a los géneros tradicionales por todo lo que tienen para ofrecernos. El folclore en México es una entidad viva y todo el tiempo se está regenerando y es nuestra labor como músicos contemporáneos, poder disponer de estos elementos así como de los elementos actuales como la electrónica.
También hay un interés por voltear a ver las culturas originarias que en otras composiciones nuestras ha estado muy presente; nuestro interés por ir a conocer, comprender.
En otra entrevista me preguntaban si hacíamos rescate de culturas y yo decía: “No, en todo caso, ellos son los que nos rescataron a nosotros de que no fuéramos unos músicos alienados, globalizados” entonces es la manera en la que hemos podido imprimir la identidad mexicana, latinoamericana o este mestizaje con el que nosotros nos desarrollamos.
Imagino que tendrán que hacer mucho trabajo ahora que decidan montarlo en vivo. Me parece que este disco tiene un carácter muy particular y me suena emocionante, como una buena aventura.
Z – Así es. Para nosotros es todo un reto. De hecho la presentación de este álbum la estamos proyectando hacia finales de año, porque sí nos va a requerir un tiempo y ver cuántos músicos necesitamos en escena para que suene de tal manera.
Quizá hagamos versiones parecidas al disco pero terminemos dándoles un acabado especial. Va a ser una aventura y un reto pero estamos muy felices y con mucha emoción. Para nosotros como músicos, que veníamos tocando instrumentos acústicos, y luego montar algo que está hecho en su totalidad por máquinas, será un aprendizaje.
K – También porque procuraremos hacer todo esto sin computadoras, porque la idea es que se toqué esto en vivo. Nosotros lo hacemos a través de samplers, pads, sintetizadores y de músicos tocando esto en vivo, pero la idea es no ponerle play a la secuencia en la computadora.