¿A dónde fue la gran carga energética colectiva que todos expedimos durante 2020? Sin duda a la música creada y a la música que se derramó por nuestros oídos, y precisamente Ecos es uno de los testimonios más fieles de lo que ocurrió durante dicho portal catártico.
Todo es atípico con Camilo Séptimo, desde escuchar planetas para inspirarse a crear una canción, hasta lanzar un álbum de 20 canciones en pleno 2022. Charlé con Luigi Jimenez, bajista de la agrupación, acerca de uno de los álbumes más fascinantes en su carrera, uno que los bajó de las estrellas para habitar un plano terrenal aunque sea por un momento… Pero ni siquiera el contexto mundial, les arrebató el misticismo que los caracteriza.
Ecos fue un álbum que se desarrolló durante la pandemia pero además de esa particularidad ¿cuáles fueron los retos a los que te enfrentaste como artista?
El mayor reto fue innovar durante la pandemia, ya que estábamos a distancia; había mucha incertidumbre sobre qué iba a suceder, se nos acabó la chamba y no sabíamos cuánto iba a durar, así que no nos quedó otra más que trabajar y seguir produciendo y componiendo, creando música y ahí es donde entró el mayor reto porque, cada uno estaba en sus casas y no sabíamos qué iba a pasar y aún así logramos sacar sencillos y partes de lo que era el disco.
Cuando ya se abre todo, nos damos cuenta de que el disco está casi completo pero que tenemos que darle algo nuevo a la gente que nos escucha, entonces nos sentamos en el estudio y sacamos diez canciones más. Por eso es que Ecos es un álbum de veinte temas.
¿Qué dirías que descubriste sobre ti como artista, considerando este escenario pandémico?
Uno, es la capacidad de adaptación que tenemos, como en una situación de estas nos podemos adaptar y podemos sacar el trabajo adelante, es muy complejo. A título personal, me di cuenta de que era capaz de cosas que no sabía que era capaz.
Como comentas, Ecos es un álbum que se creó a la distancia. Mientras los miembros del grupo enviaban material para trabajar ¿Notaste cambios en sus modos de crear?
Si, de hecho hay temas que suenan diferente. Suenan menos rockeros, hicimos más investigaciones a ritmos diferentes como Rhythm and Blues, más groovy. Fue muy interesante, nos tuvimos que acompañar mucho ya que también tuvimos pérdidas familiares y más allá de un cambio como artistas, creo que lo que puedo rescatar de todo esto es la unión como miembros y como personas que trabajan en un proyecto para apoyarnos y te puedo decir sin duda alguna que hoy día estamos más unidos que nunca.
¿Cómo se sienten al recurrir a este nuevo álbum después de haberlo presentado ante el mundo?
No creo que ningún artista esté nunca satisfecho, sin embargo, te puedo decir que es un disco de nuestros favoritos. Cada obra es un hijo, cada disco es una gran alegría y este sin duda nos mantiene unidos. Nos hizo aportar más y el resultado nos llena completamente a todos.
Son una agrupación que siempre había estado en las estrellas, sonora y líricamente hablando ¿Cómo se sintió crear, en un momento que nos sitúo en el plano más terrenal posible?
Eso está bien que lo preguntes porque si te das cuenta, las letras de este disco son muy terrenales. Siempre somos de mucha galaxia y en Ecos estuvimos muy aterrizados en este plano y está bien, creo que ha sido aceptado de una manera muy positiva por parte de nuestra audiencia y creo que nos da una buena posición para poder imaginarnos hacia dónde queremos ir.
Además es un álbum que cuenta con varias colaboraciones ¿Qué es lo que valoran en los artistas con los que desean trabajar?
Nos tienen que gustar, para empezar. Tienen que ser artistas que admiramos y que creamos que el valor agregado que le darán, al involucrarlo en el proyecto, va a hacer que lo que estemos haciendo va a quedar mucho mejor. Tiene que haber esta chispa de ilusión y así ocurrió con Porter, con Francisca Valenzuela… La colab con Porter estuvo muy vacilona porque hemos compartido muchas veces con ellos y trabajar con ellos fue como tener una composición entre amigos.
Y particularmente ¿cómo fue la colaboración con ellos? Pienso que son una agrupación con la que comparten estilo lírico y de inspiración, cada uno con sus respectivas particularidades, por su puesto.
Fue muy divertido. Trabajamos en un departamento que es donde tenemos el estudio y ellos llegaron de Guadalajara (nosotros estamos en CDMX) y fue muy divertido sacando ideas y sacando chelas, compartiendo y riendo entre nosotros.
Luigi ¿Dirías que ha cambiado la razón por la que haces música, tomando como referencia tus inicios y tu actualidad?
Si, totalmente. La diferencia es que antes, y lo menciono a título personal, es que después de un trabajo interno que había hecho, me di cuenta que yo estaba en la música por una cuestión de dolor y después de años y maduración y procesos, puedo decir que el dolor se ha ido y es más pasional ahora. En cada artista siempre hay algo, una catarsis que vivió que lo hizo llegar a donde está.
Lo rico es no privarse de conocer y empaparse de tanta buena música que ha existido y que se está creando en este momento
Justamente el 2020 fue una etapa de catarsis y muchos artistas, entre ellos Camilo Séptimo, crearon todo un álbum durante ese periodo ¿Crees que pudiera inventarse un nuevo género para agrupar toda la música que nació en dicha época?
Las nuevas generaciones son sumamente creativas para inventar nombres y yo que soy de los ochentas, cuando estaba el apogeo del grunge, el metal etc. y ahora me doy cuenta de que levanto una piedra y sale un nombre nuevo, y pienso que alguien ya está inventando un nombre para denominar lo que ocurrió durante la pandemia.
Creo que va a ser muy interesante que en unos años, revisitemos la música del 2020…
Pienso que hay muchísimo talento. Las nuevas generaciones son muy buenas, tienen una creatividad que tal vez uno no tiene porque viene con otro chip y pienso: “¿De dónde sacan estas ideas?” Es el proceso necesario para la evolución artística.
¿Y consideras que la apertura de los músicos, a colaborar con artistas de otros géneros, se deba a esta evolución?
Creo que hay un cambio de conciencia, incluso yo estoy más abierto. Yo sería feliz colaborando con Bad Bunny, por ejemplo. Que ya no existan barreras con los géneros musicales es parte de una maduración, de un proceso artístico evolutivo. Si hubieras hablado conmigo hace 20 años, yo era grunge absoluto.
Hablando un poco de la tendencia y mencionando lo que está pasando con series de Netflix como Stranger Things, que gracias a eso muchos chavos están descubriendo a Metallica y uno dice: “Bueno, eso tiene ahí cuarenta años” pero lo rico es no privarse de conocer y empaparse de tanta buena música que ha existido y que se está creando en este momento.
Luigi, ya para cerrar, definitivamente Ecos ha sido un álbum atípico y ambicioso hasta cierto punto. Lanzar un LP de veinte canciones es muy cool…
Creí que ibas a decir que era una locura (risas)
En realidad si fue una locura pero justamente es esto lo que los diferencía y lo que los ha hecho trascender en el rock de habla hispana, sin embargo, ¿Qué dirías que le falta lograr a Camilo Séptimo en este momento?
Bueno, ya que estábamos hablando de los ochentas y noventas, y que seguramente creciste viendo MTV, pues algo tenía esa generación que los artistas eran trascendentes no solo en un área, sino en todo el continente y yo pienso que eso es un reto hoy en día en una banda de música alternativa, el cómo llegar a todas las cas y escuchas de música de hispanohablantes. Creo que es un reto que estamos haciendo pero falta camino.