Aunque llevan años estudiando música en el Conservatorio, su música apuesta por una aproximación lúdica y delirante a los instrumentos.
Gracias a esa actitud desfachatada, lo suyo conduce a una anarquía estética que ahora podemos constatar en “Un trifásico (cortito de café y con poca leche)”, una canción dedicada a David:
“Un pueblerino de Yeste el cual se le escuchaba decir en el bar: ‘Me pondrá un trifásico pero… cortito de café y con poquica leche’. Es decir, con buen lingotazo, jaja. Nos sorprendió esta expresión y nos imaginamos cómo se iría a casa este pueblerino de contento después de su trifásico.
“Basamos la estructura de este tema en los tres estados mencionados: el café, la leche y el lingotazo. Aquí ya, cada cual que interprete su aroma y sabor, no nos gusta dar todo con pelos y señales”.
Rosin de Palo sobre la puntada que detonó la letra del single.
Como en temas anteriores, los españoles dan rienda suelta a su habilidad por mezclar géneros de manera libre y desprejuiciada: en dos minutos con quince segundos, el dueto logra articula chispazos de math rock, reggae, dub y el techno ravero. Sin duda, un café de tres fases que es como “una receta musical para alargar la sobremesa”.
Si el cafecito te dejó con hyper actividad, dale play al video de “Txá Txá Unbe Umdó”, una rola que demuestra la originalidad de Rosin de Palo.
ROSÍN DE PALO
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