Por más polimorfo, posmoderno, cambiante, nihilista, sumido en el caos y oscuro que se vuelve el mundo, la música siempre inventa futuro.
En los últimos años, mucho se habla sobre la presunta muerte del rock y sus múltiples derivados musicales. En un mundo que cada vez más obedece al capricho de las tendencias y los algoritmos, pareciera urgente acabar con todo lo que huela al pasado.
Lo cierto es que la música, sea del género que sea, suele transformarse constantemente hasta configurar voces e identidades que corresponden con la situación histórica de sus protagonistas. Basta poner atención en el punk, un subgénero que prevalece más como un ethos, que como un sonido; como una actitud, que con una estética inmutable.
Preguntamos a 10 músicos sobre los proyectos actuales que mantienen viva esa vena punky en su imaginario. Esperamos que las propuestas los sorprendan tanto como a nosotros.
El punk dice que no hay futuro. Es el hacha y a la vez su bandera con la que proclamó su suficiencia y legitimidad como estilo o ethos. Pero a la vez en su reclamo, por más destructivo y nihilista que parezca, acaba inventado futuro. Acaba creando vías en donde el suelo ya se acabó. El punk es nacimiento violento que anuncia el quiebre de una generación con la anterior.
Como un hachazo suenan Catr7iel y Paco Amoroso, dueto argentino creadores de un trap sofisticado y muy imaginativo. Lleno de provocaciones, de nuevas texturas y de drogas que aún no se han inventado. Por ahí va la vaina. Para allá va. Para allá es.
Hace poco me pasaron el video de “MINA XD” y me voló la cabeza. La libertad, la travesura, la pinchi loquera. Maradona-LSD-alienígena y el #BesoSexyEntreTraperosDelBocaJuniorsEnSpandex atravesaron como uranio mis prejuicios rockeros de señor treinteno para descubrir que en el trap están pasando cosas bien raras, bien chidas y que jalo.
Lo entiendo. El trap me hace sentir señor. Pero “MINA XD” me libera, me hace sentir punk y que, por más polimorfo, posmoderno, cambiante, nihilista, sumido en el caos y oscuro que se vuelve el mundo, la música siempre inventa futuro.
¿Cómo diablos lo hacen? Algo complicado (más cuando haces punk) es hacer más con menos y no caer en la pose y en la pretensión. Ellos parecen tenerlo todo: un nombre misterioso (que al parecer tiene que ver con el mítico Cine Teresa de la CDMX), un cantante con personalidad (Pietro Párvulo), un guitarrista creativo y célebre en la escena (Israel Ramírez, el también vocalista de Belafonte Sensacional), una chica baterista solvente (en canciones como “Circunvalación” lo demuestra) y un bajista ad hoc.
Letras provocativas de punk existencial y juvenil y un montaje que a veces me recuerda a los españoles Eskorbuto o los mexicanos Intestino Grueso (si estos se lo hubieran tomado un poco más en serio).
Cuando el punk nacional evoluciona del garaje y la periferia da luz a proyectos bastardos como éste, en la antítesis del happy-punk y de las campañas de “Vive sin Drogas”.
- Esteban Aldrete es un misterio. Hospital de México es la cura que está ciudad reclama. Es la violencia, la poesía brutal, alivio, espíritu y muerte. No sé si es punk, ¿qué es punk? Lo importante, creo, es que es una voz necesaria que inspira a quemar.
2. Visiones post apocalípticas reportándose desde las orillas del viaducto. Acompañado por cajas de ritmos, sintetizadores y guitarra, Esteban Aldrete (Las Brisas/Soledad) nos narra panoramas poco esperanzadores de su vida en la CDMX. Hay una crudeza muy directa en la forma en que compone y se produce el Hospital de México, considero que eso lo hace más punk que cualquier otra banda que se inscriba en esta categoría.
Los Cogelones debutaron con Hijos del Sol este 2020. Propuestas como ésta son necesarias: las nuevas generaciones cada vez pierden más el interés de aprender la lengua materna, de estudiarla y hacerla propia, como hacen ellos que le tienen un amor enorme a sus raíces.
Su punk con dejos psicodélicos arde desde el español y el náhuatl, matizado con coloridas flautas y percusiones. Su música es honesta, a ratos rabiosa y sinuosa. Contestatarios, excéntricos y meditabundos, en vivo su fuerza siempre desencadena un ritual estridente e hipnótico.
Los Carrion Kids son un viaje corrosivo, hilarante y vertiginoso. Sus letras son delirantes y caricaturescas, sintetizan con maestría al español en sus versos tan juguetones. Irreverentes, enérgicos y retorcidos, dejan resonando un saborcito a ciencia ficción y a los Dead Kennedys.
A la fecha, cuentan con tres discos de estudio y, lejos de repetirse, han refinado su sonido para dejar atrás todo pudor.
El punk se trata de hacer música contra todo pronóstico. Así como Black Flag tocaba en casas abandonadas frente a 20 personas esperando que la policía llegara en cualquier momento para terminar con la fiesta, hoy en día la música lucha por sobrevivir.
Fryturama nace de esa necesidad de hacer música contra todo pronóstico. Sintetizadores y guitarras distorsionadas con olas de fuzz y reverb, mezclados con una voz dulce que, gracias a gigantescos loops y delays, se convierte en un ejército listo para iniciar una revolución.
Iniciaron su viaje psicodélico en 2019, con Trasparente, un EP con el que compartieron escenario con Las Robertas, Protistas, Sexores y Jonathan Bree. En 2020, lanzaron El Mutante Más Lindo, tocaron con Parrot Dream y fueron parte del Festival Catharsix en Guadalajara.
Este 2021, el dúo inicia con un show en Ciudad Juárez al lado de Mint Field, mientras preparan Bedroom Punk, su nuevo disco. Fryturama hace punk desde su cuarto para iniciar una revolución en las calles.
Basta con escuchar un track de El Shirota, para intuir que lo suyo es afilado como un pedal de fuzz a punto del colapso sonoro. Predicadores del noise, su sonido es corrosivo y ansioso, con líneas vocales crípticas que se asoman entre una nebulosa de eco y distorsión.
Ajenos a tendencias y algoritmos, lo suyo es contagiar una impronta vital, esa energía que sólo produce un amplificador de bulbos al borde del delirio.
Conformado por músicos que forman -o formaron- parte de proyectos como Sou Edipo, El Páramo, Fario, Persons o Escombros –y un frontman que se debate entre Ignatius Farray y Javier Gurruchaga–; Parquesvr es una entidad paranoide que hace del cinismo un estandarte discursivo.
Con un sonido temerario y sin pelos en la lengua, sus temas de menos de 3 minutos no ofrecen medias tintas: o los amas o los odias por siempre.
¿Qué se sentirá ser punk en Puerto Rico? Sin duda, nadar a contracorriente en el país del reguetón debe representar toda una hazaña. Lejos de las tendencias, los Dávila 666 decidieron retomar la composición después de un largo mutis de 5 años.
A juzgar por el resultado, la pausa les cayó de maravilla y para muestra basta escuchar “Huesos viejos”, un tema de garage pop que condensa la esencia punk en 3:20 minutos.
“Muerte, destrucción, ¿por qué no puedo pensar en otra cosa?”, cantan Los Diabólicos, cuarteto originario de Hermosillo Sonora, que en 3 años de historia han tenido una gran respuesta dentro de la escena punk mexicana. Amantes del volumen extremo, su sonido es crudo y directo, con letras concisas que patean como mula desbocada. ¿Se le puede pedir algo más a una banda de punk?